Shadow || Jack Conway [Completa]

ᴛʀᴀɪᴅᴏʀ | Capítulo 21

(...)

- Pónganlos en una fila y apúntenlos -

Mis hombres obedecieron mientras yo los vigilaba caminando entre ellos imponiendo respeto. Shadow estaba un paso más adelantada de ellos controlando con gracia la situación. Apenas había escuchado que realizaríamos un fusilamiento, se empeñó en que quería presenciarlo. Según ella, este era un procedimiento ilegal que el CNP lo había convertido en legal para desahogar sus sueños de ser incorrectos y corruptos. Tenía una manera culta e inteligente de expresarse que me llamaba poderosamente la atención y me divertía.

- Señorita, quizá quiera cubrir sus ojos - le hablo Moussa con su tono característico -

Al parecer, él no se había dado cuenta que ella era la misma persona que dirigió dos operativos anteriores y quien no tenía ningún problema en asesinar a un hombre con sus propias manos; Le dedique una mirada gélida solo porque conocía el prontuario de mujeres que tenía este gilipollas y ni quería pensar si ella le interesaba.

A pesar de que yo pensaba todo esto, Shadow pareció generarle ternura su comentario inocente entonces se río un poquito y le guiñó su ojo.

Bufé ante esto y golpee con mi mano el rostro del agente para que observase al frente.

Una de las detenidas que vestía de negro me llamó para que me acercara y lo hice de mala gana.

     - ¿Qué? –

     - ¿Quieres ser mi sugar daddy? -

El comentario no me tomo desprevenido porque no era tan extraño que algunas mujeres se me lanzarán, más aún cuando estaba por encerrarlas y creían que chupándome la polla las dejaría escapar.

    - ¿A qué te meto una hostia? - le pregunté amenazante acercando mi rostro hacia ella -

    - Eso me pone - me contestó

Rodee mis ojos ¿En serio pensaba que caería con algo tan banal? Shadow se apareció a mi lado y la miró fijamente con los brazos cruzados.

    - ¿También te pone que te reviente la cara con mis puños? -

Hasta a mí me había acojonado la frialdad en sus palabras. La tía se echó un paso hacia atrás y Shadow le sonrió cínicamente en respuesta para luego volver al lugar donde estaba. ¿Qué cojones había sido eso? ¿Por qué de repente ambos estábamos al pendiente de si alguien intentaba ligar al otro?

Ya cansado de la situación, largue la orden para que dispararán y adiós banda de armas. Una menos en la cual preocuparme que hiera a uno de los míos. Uno menos que dejare de joder en esta maldita ciudad.

(...)