Shadow || Jack Conway [Completa]

ᴠᴜᴇʟᴠᴇ | Capítulo 41

U N   D Í A   D E S P U É S

Marqué nuevamente el número, que ya me sabía de memoria, y apoyé mi frente en el volante de mi Audi. Los pitidos sonaron y sonaron, jamás lo cogió. Pase mi mano por mi cabello frustrado y preocupado. Solo quería hablar con ella; Había marcado a Luca, pero su respuesta fue bastante desagradable.

Quería ir a La Central, pero no se vería bien que un policía deambulara por allí, menos cuando Calavera estaría buscándonos arduamente. ¿Por qué ahora me sentía así? Sabía las consecuencias antes de hacerlo ¡Lo sabía! A pesar de que mi ego me haya echo confiar por de más en mí.

Ahora mismo, daría lo que fuera para volver dos noches atrás y jamás haber cogido el teléfono sin mencionárselo a ella.

U N A   S E M A N A   D E S P U É S

Indique a Volkov que siguiera la negociación, ya no aguantaba a este gilipollas. Me resguardé en la pared lateral y al escuchar que rompían, me mantuve allí para ingresar de una vez. Quería irme a beber un whisky.

Así lo hice, ingresé sin pudor alguno y disparé sin cesar. Abatí a los dos que se encontraban en la parte delantera de la tienda, pero el tercero logró rozarme el brazo. Mi fiel comisario lo abatió en respuesta; Luego se acercó a mi apurado para observar mi herida, pero no le tomé importancia, era solo un roce, no era nada para mí.

Espere afuera fumando a que se encargaran los EMS de reanimarlos y que los oficiales acompañaran a los tíos para procesarlos; Cuando la zona fue despejada, Volkov me preguntó si quería ir a un bar y joder que lo necesitaba. Nos dirigimos a uno cerca de la comisaria, para no alejarnos de la zona segura, casi no había nadie allí.

- ¿Quieres hablar? – Cuestionó con tacto –

El sabía que yo no era de muchas palabras sobre mi vida, pero, aun así, se interesaba y le importaba.

- Simplemente, no sé qué debo hacer – murmuré mientras bebía un trago del whisky –

- ¿La has llamado? –

Asentí sin ganas. No me contestaba ni un puto mensaje ni llamada, absolutamente nada, ni siquiera con un mensaje de odio, me había detenido solo porque terminaría estampando mi celular contra algún sitio.

- Debe estar por aquí, no creo que se aleje –

- Yo creo que sí –

- Siendo sincero... - dijo – Entiendo su punto –

Lo observé fijamente. Yo también lo entendía, pero quería escuchar que alguien me dijera en voz alta que era un imbécil de cojones; Volkov prosiguió hablando.

- Ella protegió nuestras vidas, la de Ivanov y Gonetti, murieron sus hermanos por ello. Luego, solo vamos tras el chaval que arruinó su vida sin comentarle nada, desvinculándola totalmente de aquello solo porque oculta información – Tomó aire - Pero ¿Quién no miente aquí? Nadie está libre de pecado –