ᴍɪʟʟᴇʀ | 38.5

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A continuación, leerán un capítulo EXCLUSIVO de la vida de THEA MILLER. Presten atención a las FECHAS y a los DETALLES; 

ACLARACIÓN: Es un capítulo FUERTE y TRISTE,  por favor, leer con moderación. 

(...)

9 de octubre de 1990

Abro los ojos y es medianoche, mi cuerpo está sudado por completo y verifico que el mini ventilador que tenía cerca de mí estuviera prendido. Mi estomago gruñe con fuerza y cierro fuerte los ojos para volver a dormirme y olvidarme del hambre que tengo, pero no lo logro.

Estuve diez minutos removiéndome sin conciliar el sueño, podía escuchar la televisión prendida en otra habitación y el griterío de algún otro hogar del vecindario.

Me levante en silencio y camine en puntitas de pie. Miré a mi muñeca de trapo con cabello gris y a pesar de que no quería soltarla, lo tuve que hacer porque debía tener mis dos manos disponibles por si debía reaccionar.

Abrí la puerta y me dirigí al refrigerador, al notar que no había nadie allí, investigué que podía encontrar. Solo había algunas arvejas dentro de un plato roto. Lo tome con rapidez y cuando iba a correr hacia la habitación, me asuste al ver el cuerpo de mami en el suelo. No era extraño encontrarla así, pero si era raro que no se había quitado la aguja que usaba siempre en su brazo, seguía allí y ella no se movía. Fruncí mi entrecejo confundida y decidí marcharme.

- ¿Qué tienes en tus manos, mocosa? –

Esa voz grave y gastada hizo que mi rostro quedara blanco en un segundo. Quería auto golpearme porque no debería haber salido de mi habitación; Se acercó a mi con pasos fuertes, el aroma fuerte que lo caracterizaba me provocaba ganas de vomitar. Dio un manotazo a mis manos y quitó mi plato arrojándolo al suelo. Parpadee observando las arvejas allí, quizás si se distraía podía tomarlos y comerlos luego.

- ¡¿No entiendes que estas castigada y no comerás?! –

¿Por eso nunca comía? ¿Siempre estaba castigada? No entendía, yo no era una niña mala, incluso tenía buenas notas en la escuela y la señorita me decía que llegaría lejos; Cogí mi remera y la tire hacia abajo nerviosa, se deshilacho un poco más de lo que estaba y me volví a reprender porque arruinaría una de mis prendas que aún no estaba tan antigua.

Levanto su mano nuevamente pero antes de bajarla contra mí, su vista se dirigió al cuerpo de mami.

- ¿Nora? – Preguntó - 

Se acercó a ella y movió su cuerpo.

- ¡¿Nora!? – Gritó - 

Tomo su cabeza y ahí vi sus ojos muy muy abiertos que observaban un punto fijo, ella no me miraba, pero eso era mejor para mí, siempre que notaba mi presencia se molestaba, yo no podía hacerla feliz.

- ¡¿Qué le has hecho?! – Me observo - ¡Esto es tu culpa!

Mis ojos se llenaron de lágrimas porque no me gustaban sus gritos, creí que me castigaría de nuevo, pero solo se levanto y se fue de la casa, incluso dejo la puerta abierta. Me acerque a mami y la toque intentando que despertara, pero estaba muy fría; Camine hacia el teléfono y marque el número que nos habían enseñado en la escuela por si teníamos alguna emergencia.

15 de noviembre de 1990

Papi no había regresado y los oficiales me contaron que no podía quedarme sola, yo no entendía por qué, quizás tenía once años, pero yo iba sola a la escuela, me vestía y bañaba sola, ya era una adulta; Me habían llevado a una casa muy grande donde vivían otros niños de mi edad, las mujeres que me recibieron tenían cruces colgando en su cuello y tapaban su cabello. Escuché como un señor policía le decía a una de ellas que yo solo había traído conmigo a Loli, mi muñeca, porque no tenía ni siquiera ropa. Ella me miro apenada y volví a sentirme perdida ¿Por qué estaba mal no tener ropa?

Shadow || Jack Conway [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora