Shadow || Jack Conway [Completa]

ᴊᴇꜰᴀꜱ | Capítulo 34

- ¿Estás diciendo que...? – Me pause ya que era difícil lo que tenía que decir - ¿Qué te cargaste a mis hijos por una venganza? –

- Si, Conway – Contestó automáticamente -

Todo este tiempo, fui infeliz por lo sucedido con mi familia, solo quería no despertar jamás. La vida no quería dejarme ir por alguna extraña razón, a pesar de que esta tierra estaría mejor sin Jack Conway en ella. Pero, no solo tenía que soportar ese suplicio carcomiéndome por dentro, si no también que eso fue provocado por mi culpa. Alguien, a quien no sabía que coño le había hecho, asesino a mi familia porque sí ¿Una venganza valía arrebatar la vida de dos niños?

Volkov me observaba inquieto intentando adivinar mi próximo movimiento, mientras Michelle intentaba contener las lágrimas; Tomé la radio con fuerza, tanta que sentía que se rompería en unos segundos.

- Te mataré – susurré con rabia - ¡Te matare! ¡Juro que te mataré, hijo de mil puta! -

La carabina en mis manos tembló y no era la mejor idea que la portara. La coloqué en posición en mi hombro y comencé a disparar solo imaginándome que era la cabeza de este demonio; El sonido de las balas impactando me trajeron recuerdos de mis épocas oscuras y a la vez se mezclaba con la imagen de los pequeños Matty y Dan corriendo atrás de una pelota en un día luminoso de playa.

Mi vida no tenía sentido. Lo único que me despertaría cada día sería las ansias de ponerle un tiro en la cabeza al Calavera y luego, podría marcharme de aquí.

Podía escuchar como un murmullo, a mis compañeros gritándome que me detenga, pero solamente no quería hacerlo. Lo amenacé una y otra vez por radio intentando, de alguna manera posible, disminuir el dolor acumulado que sentía. Nada funciono y sus risas ante mis palabras solo empeoraron las circunstancias.

No me dio una puta explicación de quien era ni porque lo había hecho.

Me subí al coche patrulla en un intento de ir a buscarlo y matarlo, pero no tenía ni una pista, nada. Lo único que se me ocurrió fue ir a uno de los carteles que desbaratamos y reventarlo a disparos.

"Te quiero, papi" – La frase con sus voces inocentes se repetía una y otra vez en mí haciendo que las lágrimas se hicieran presente.

Ya no había respuestas en la radio, él se había ido. Volkov, siempre fiel, había aparecido a mi lado y solo me tranquilizó con sus palabras. A pesar de su ánimo, no logró re establecer el mío.

Volví a la comisaria agotado, pero con un objetivo claro, corrí a la sala de interrogatorio y apunte directo a la cabeza de Juan Camilo, ni siquiera se inmuto y tampoco lo hizo cuando le ordene que hablara. Simplemente no tenía demasiada información y no quería hablar. El único hilo por el cual podía tirar se desvaneció en mis manos en un solo momento.

Salí de allí e ingresé a la contigua sala. Apoye mis manos en la mesa tratando de analizar la situación, pero no podía, simplemente no, los recuerdos atropellaban mi mente y la verdad, lo único que quería era largarme al departamento de Shadow y acurrucarme en sus brazos hasta que todo pasara. Reí inconscientemente entre el llanto. ¿Por qué dependía tanto de una mujer en la cuál ya no sabía si podía confiar? Reprimí el impulso, no podía solucionar esto así otra vez.