Shadow || Jack Conway [Completa]

ꜱɪʟᴇɴᴄɪᴏ | Capítulo 44

Subí mis piernas arriba de la mesa mientras encendía un cigarrillo, últimamente había comenzado con el vicio de nuevo y esto era malo teniendo en cuenta mis antecedentes de adicciones, a pesar de que eso rondaba por mi mente intentaba ocultarlo fingiendo que no existía.

En frente mío, sentado en la mesa tenía a Freddy Trucazo, lo conocía por rumores y sabía de su liderazgo en la SL, pero aun así era una persona agradable y graciosa. El mismo al verme ingresar y notar que estábamos solos había preguntado sin temor si yo era de la que todos hablaban. Claro que conteste de manera positiva, yo no ocultaba mi nombre a nadie.

Con un mensaje de texto, Jack me había dado a entender que formaba parte del CNI de manera formal, lo cual me generaba nerviosismo y excitación a la vez. Tenía un "trabajo" en un ente público y estaba bajo el paraguas del gobierno. Sabía que salir de aquí sería difícil, pero la verdad es que tampoco me interesaba.

- ¿Y cuándo llegaran estos chavales? – Preguntó -

- Me encogí de hombros - ¿Te molesta estar a solas conmigo? –

Me observó sorprendido ante mi tono burlón e inocente.

- Oye escúchame, eres una mujer hermosa, pero Conway me enviaría a federal si pensara siquiera en mirarte y eso que ya lo he hecho –

Me reí a carcajadas frente a su comentario ¿Pero qué coño decía? Sin embargo, no me había molestado, el tono con el que Freddy hablaba demostraba que realmente creyó que intentaba ligar con él; Los pasos de varias personas se hicieron presentes y aparecieron los miembros restantes del CNI allí. Volkov me brindó una sonrisa, la cual contesté, ese tío me caía de puta madre y yo a él, Michelle claramente pasó de mí como si no existiera. Zorra.

El dueño de mi corazón fue el último en ingresar, estaba deslumbrante, aunque agotado, estos días girando sobre pistas sin sentido lo habían agotado extremadamente, algunos días solo me buscaba para abrazarme y solo permanecer callado, la situación se escapaba de sus manos y Calavera dominaba el tablero cada vez más y más.

Me echó una mirada y sus ojos brillaron, a pesar de que me negaba a creerlo y me autoestima era baja, no podía seguir negando que ese hombre moría por mí. Actualmente, era su ancla en la tierra y me lo hacía notar cada día más; Me sentía querida pero ese sentimiento aumentaba al compás de la culpabilidad... En el final de esta historia y con las verdades sobre la mesa, él jamás querría volver a saber sobre mí.

- Entonces, nena – Murmuró - ¿Qué es lo que tienes para decirnos? –

Me acomodé en mi asiento para comenzar a hablar y decir todo lo que había compilado de las últimas horas. Mi humor aumentó al darme cuenta que ya no solo era Shadow: Líder cabecilla de La Legión, sino que también era Shadow: Miembro del Cuerpo Nacional de Inteligencia. Joder, ahora sí que era una perra empoderada.