Shadow || Jack Conway [Completa]

ɪᴍʙᴇᴄɪʟ | Capítulo 36

Cuando su brazo retrocedió unos centímetros para tomar impulso y clavar el cuchillo en mí, aproveche para agacharme esquivándolo y golpear su nariz con mi codo. Luego, golpee de un puntapié su rodilla quebrándola. Jack había corrido y desarmado a otro tipo, utilizando ese objeto para noquear al restante. Él que habíamos atrapado primero, estaba en shock simplemente apuntando a mi dirección y amenazando con disparar hacia mi persona. Un tiro en su hombro llego por parte de mi hombre. A pesar de que le sonreí por el éxito, él no me contestó. Hice un mohín con los labios pareciendo una nena de doce años.

Cerré la puerta de la habitación dejándonos atrapados y busqué por alrededor algunas bridas para sujetar a los imbéciles. Al encontrarlas, atamos a los cinco sujetos, incluyendo al que habíamos noqueado para que no causara problemas si se despertara; Los apoyamos contra una pared y aproveche para examinar la habitación. Era bastante amplia, con poca decoración, y si, había muchísimo dinero. No estaban muy ocultos por lo que creo que tenían polis comprados para que no molestaran por aquí.

- Si hablan, no los mataremos – Inició Conway su discurso – Así que quiero información, de donde viene este dinero, para quién trabajar, cuantos son en su organización, todo –

- ¿Y crees que te diremos algo, imbécil? – Contestó uno de ellos mientras agonizaba de dolor por el disparo en su pierna

- Esto ocurrirá – Me incline frente a ellos – Cada uno este herido, presionare sus lesiones hasta que hablen o tomare algún pedazo de metal y se los insertare en el dedo anular ¿Sabían que conecta directo al corazón? –

- Ah sí – Continuó Jack - Es el peor dolor que puede llegar a sentir el humano –

Estaba enamorada de como podíamos ser tan sádicos e hijos de puta con cualquier persona. Nos complementábamos por completo; A pesar de esto, no parecía posible que dijeran algo; Conway retomo su discurso con mucho texto amenazándolos y yo aproveche para coger algunas billeteras que estaban sobre la mesa. Allí descubrí los nombres de tres de ellos.

- Mira Jack, este tiene dos hijos – Le enseñe una foto familiar – Aquí esta la dirección de su casa, podría mandar a mis hombres allí y que se encarguen ¿No? –

Eso si que lo había asustado, me sentí exitosa con mi amenaza. Jamás volvería a tocar a algún niño, pero siempre servía para que canten como pájaros. Los demás observaron vilmente a su compañero básicamente explicándole mentalmente que, si hablaba, estaba muerto. Como note eso, tome con mi dedo su mentón indicando que solo me preste atención a mí. Si, gilipollas, tengo mi vida en tus manos.

- El dinero es sobre algunos negocios de los Santos de la mafia El Sistema ¡Nosotros no tenemos relación con ellos! – Adhirió atropellando sus palabras – No tengo idea cuanto son en la organización, la vez que vinieron aquí a entregar la pasta eran más de quince –