Shadow || Jack Conway [Completa]

ᴄʀɪᴛɪᴄᴏ | Capítulo 48

Aviso de mucho texto IMPORTANTE, a prestar atención al leer y ante cualquier consulta que no se explique correctamente, dejarme en comentarios. 

CUATRO MESES DESPUÉS.

Corrí como si mi vida dependiera de ello para intentar derribar al malviviente. Volteó para apuntarme con su arma y allí fue cuando me arrojé sobre él en una especie de tacleo. Volkov apareció desde el otro lado de la cuadra y me ayudó en esposar al tío. Estaba harto de los delincuentes de licorerías, me tenían hasta la polla.

Gustabo apareció y lo cogió para meterlo dentro de la patrulla mientras gritaba junto a Horacio que era otro éxito para el dúo. Rodeé los ojos porque yo había sido quien había atrapado al estúpido.

- ¿Nos vemos luego en el bar? - Preguntó Gustabo antes de subirse al coche por el lado del conductor -

Asentí, ese lugar ya era nuestra iglesia, nos juntábamos allí todos los jueves y bebíamos y jugábamos al billar; Me monté junto a Volkov en GOD y seguimos dando una vuelta patrullando.

Me reí fuertemente porque él estaba enviándole un mensaje a Horacio y lo burlé porque literalmente habían estado juntos hace cinco segundos. El solo se puso bordo y me mandó a callar.

Hoy era un buen día, dentro de lo que cabía, ya hace unos días el operativo "Contra Mafias" se había cerrado, la ciudad estaba más tranquila y segura, los ciudadanos estaban felices con el trabajo realizado por el CNP e incluso mis superiores también, me habían prometido unas vacaciones pagas de un periodo extenso, pero claro que no jubilarme, jamás me dejarían retirarme de la policía.

Ya no había mucho que hacer, era un día caluroso y la mayoría estaba en la playa disfrutando lo que quedaba del atardecer.

El sol comenzó a ponerse y nos dirigimos directo a nuestro bar favorito, incluso nos hacían precio por ir religiosamente cada semana; Ingresamos al lugar que parecía caerse a pedazos pero nos sentíamos a gusto ya que casi nadie asistía allí.

En el bar, ya se encontraban Horacio y Gustabo. El ruso se sentó al lado de la cresta y lo rodeó con su brazo por su hombro, Gustabo se cambió de lugar para llevar una charla más amena conmigo; La puerta del bar sonó e ingreso por ella Luca. Él se había vuelto un buen amigo nuestro y nos necesitaba, como nosotros a él.

La Legión se estaba tomando un descanso luego de tanto movimiento, Luca era el que estaba a cargo ahora a pesar de que no era algo oficial, aún no se había podido reunir con los dioses para informárselo.

La camarera llegó con mi whisky y los demás tragos, me sonrió seductoramente y le contesté de la misma forma. Cogió su cuadernillo de anotaciones y anotó algo rápido. Luego arrancó el papel y lo dejó discretamente arriba de la mesa. Lo cogí y lo metí en mi bolsillo. La llamaría más tarde.

- Estoy acabado esta semana, todos han estado bebiendo y realizando fiestas a modo de celebración y no he dormido una mierda - Nos comentó Luca mientras frotaba sus ojos. –