"Tell me how to be in this world,
Tell me how to breathe in and feel no hurt,
Tell me how could I believe in something
I believe in us. "
***
El silencio es abrumador. Eso hace que mi tarea sea mucho más difícil de lo que realmente es. Dejar la mente en blanco, ¿acaso es posible?. En mi cabeza solo resuena una vocecilla que me dice que no piense, pero eso me lleva a reflexionar sobre que realmente estoy pensando. Por no decir que la presión que siento impide que pueda concentrarme solo en este ejercicio.
- Basta. Otra vez. -Abro solo uno de mis ojos y veo a Kylo mirándome con el ceño fruncido, mientras sostiene una mano enguantada cerca de mi frente.
Resoplo y vuelvo a cerrar el párpado, intentado echarlo de mi mente. Él comienza a ofrecer más resistencia de la que puedo manejar y el hilo de mis pensamientos se desvanece por las paredes de mi cabeza.
Resistencia. Yo antes era parte de la resistencia, o eso es lo que me habían contado. Cuando me capturaron me sometieron a lo que los científicos de la Primera Orden les gusta llamar "lobotomía química". Un solo pinchazo y ya no recuerdas quien solías ser, muy parecido a lo que les hacían a los niños que llegaban al destructor antes de ser sometidos a un reajuste cerebral para ser los próximos soldados.
La presencia de Ren se hace más fuerte, un aviso para que vuelva a centrarme en la tarea. Irónicamente, es la única persona en la que puedo confiar, el único que me ha desvelado algunas de las cosas de mi pasado, aunque no todas.
Su comportamiento no es el mismo cuando entrenamos que cuando se pasea por los pasillos de la nave, con su casco puesto y un aura de autoridad que asfixia a cualquiera que esté a su alrededor.
Aquel casco. Frunzo el ceño con disgusto. En los años que llevábamos entrenando, me había acostumbrado a verle sin él. No comprendía qué era lo que quería esconder. A mi parecer es bastante atractivo.
-Te desvias del ejercicio - abro los ojos sonrojada. Por un momento se me había olvidado que mis pensamientos le pertenecían a él ahora mismo. - Ni si quiera lo intentas.
Lo miro bajar la mano. Su expresión es dura, muchos dirían inquebrantable. Sé que intenta imponer su autoridad, pero no me puede dar más igual. Al contrario que el resto de personas, yo no lo temo.
Por mucho que lo intente, no puedo echarlo de mi cabeza. Es como si mi mente no quisiera oponer resistencia a él, cosa que aprovecha para jugar con todos los rincones de mi cerebro, paseándose como si fuera su casa. Muchas veces temo que él me conozca más de lo que yo lo hago.
-Estoy cansada, hemos estado practicando todo el día.
Su gesto no se mueve, aunque sus ojos parecen ablandarse por un segundo. En esos momentos me gustaría ser yo la que navega por su mente.
Observo como se quita uno de los guantes y lo deja a un costado. Su mano desnuda se acerca a mi sien y, esta vez, no se queda suspendida en el aire, si no que toma contacto con mi piel. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo y sé que él ha sentido lo mismo, cuando un suspiro tembloroso se escapa de sus labios.
