Bourbon. 《Damon Salvatore》

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Siento el peso del vaso de cristal que tengo en una de mis manos. Le doy vueltas observando como el liquido empieza a danzar lentamente, rodando por las paredes. Tengo los brazos apoyados en la barra del bar y el camarero no para de lanzarme miradas coquetas, las cuales he decidido obviar.

Siento un escalofrío recorrerme cada vertebra de mi columna pero decido ignorarlo, a pesar de que mis sentidos casi nunca me fallan.

Estoy cansada y algo ebria pero ahora mismo no me importa absolutamente nada.

-Bourbon. Siempre he sabido que tenias buen gusto para la bebida.

No me giro hacia su dirección, sé perfectamente quien es.

-¿Qué quieres Damon?- Le digo mientras me pierdo mirando mi vaso medio lleno.

-¿Es que no puedo saludar a una vieja amiga?

Le miro y sonrío de oreja a oreja sin enseñar los dientes, con sorna.

-No pasaría nada si algo de esa frase fuera verdad.- Le miro seria.- No soy tu amiga, Damon.

-Auch.- Dice mientras cierra uno de sus ojos , pone una mueca de dolor y se lleva una mano al pecho para después sonreírme.

Le miro y le analizo con la mirada, al igual que él a mi. Observo sus grandes ojos de ese azul tan inquietante, coronado cada uno de ellos con unas gruesas cejas negras por las que caen algunos mechones rebeldes de su pelo. Tan guapo como siempre. No ha cambiado nada con los años.

-Hablando de vieja amiga.- Mientras hablaba había puesto un taburete a mi lado, demasiado cerca para mi gusto, y le había hecho un gesto al camarero para que le sirviese una copa.- No has cambiado nada, ¿Qué tal tu anillo mágico de la inmortalidad?

Dirijo mi mirada a mi sortija y paso un dedo por encima de ella, acariciándola con cuidado.

-De maravilla.- Digo bebiéndome de un trago lo que me queda de bebida.

-¿Un mal día?

-Una mala vida.- Le hago un gesto al camarero para que me rellene la copa.- Y en parte es por la culpa de tu hermano y tuya.

Me mira con una ceja enarcada y un gesto de incredibilidad.

-Nadie te pidió que nos salvaras, no era tú trabajo.

-Tienes razón, mi trabajo era todo lo contrario a lo que hice, tendría que haberte clavado una estaca en el corazón cuando pude.

-Pero no lo hiciste.- Una sonrisa socarrona aparece en su cara. Cojo un palillo sin que se de cuenta y le sonrío.

Me acerco a él, demasiado, y le miro a sus ojos azules.

-No lo hice por ti.

-¿A no?- Su voz sonaba algo ronca.

-No.- Con un rápido movimiento le clavo el diminuto arma de madera en la mejilla, con la suficiente fuerza y rapidez para que le atraviese un poco antes de romperse.

Oigo un gruñido y se aparta de mi con la agilidad de un gato. Me mira enfadado y se quita con lentitud el cachito de madera.

- 20 años siguiéndome y no aceptas un no, ¿Verdad Damon? - Hago una pausa y le acaricio la mejilla, en el punto herido y él se resiente al tacto, pero no se aparta.- ¿Qué pasa? ¿Te ponen cachondo las chicas que no caen a tus encantos?

-Me gustan los retos- Dice volviéndose a acercar peligrosamente a mi.

-Lo hice por tu hermano. Me demostró que no todos los vampiros son causas perdidas. Siendo cazadora no me ha resultado fácil la decisión que tomé. Me han estado persiguiendo desde ese momento por traición.

Por un momento creo que por sus ojos ha pasado un atisbo de culpabilidad y preocupación por mi pero sé que no es real, él no siente.

-Siempre el bueno de mi hermano.- Dijo apartándose de mi para después dar un sorbo a su bebida.

-Pues sí, eso fue lo que te salvó.- Me mira con furia y se que tengo que hablar con cuidado porque no voy armada y los vampiros sienten las cosas magnificadas.

-¿Qué haces en Mistyc Falls?

-Te podría hacer la misma pregunta.

-Venga, eso no vale. He preguntado yo primero.

-Me han llamado los del consejo. La sheriff me ha dicho que la situación se les está yendo de las manos, muchos cuerpos desangrados y no encuentran al culpable.- Le miro seria.- No seas tan descuidado.

Me mira ofendido.

-Yo siempre cubro mis huellas, no soy yo el vampiro loco, aunque no me creas.

-Más te vale, no me gustaría tener que matarte.

Y no mentía.Mi relación con él era complicada, siempre lo había sido. En un pasado había estado con los Salvatore, Damon era al que más estima cogí, sabía como pasárselo bien.

Me mira intrigado a los ojos como si supiese a la perfección qué es lo que me pasa por la cabeza.

-No creo que seas tan estúpida. Te ganaría.

Sé que está jugando, pero en el fondo me lo dice como advertencia.

Sin quererlo, una carcajada brota de mi garganta, dejándolo a él con una media sonrisa en la suya. Nunca me había derrotado nadie y Damon no seria una excepción.

-¿Por qué no nos vamos tú y yo a mi casa y pruebo a ganarte a otra cosa?- Me lo dice tan cerca de la oreja que siento su aliento. El aire abandona mis pulmones y le miro de reojo.

-No me gusta perder en nada Damon.

-Nos lo pasaremos bien- Me coge de la barbilla y me obliga a mirarle a los ojos. Intenta hacer su truco de hipnosis pero lo único que pasa es que me pierdo en ellos.

-Sabes que conmigo eso no funciona.- Aparto la mirada de él y la dirijo al frente.

-Lo sé, y me encanta.

Se acerca rápido a mi mejilla y noto como me muerde. Al principio suave, sin ninguna intención, pero después noto como sus colmillos se clavan en ella. Suelto un suspiro de desaprobación e intento moverle, pero no se aparta.

Después de haberme abierto una pequeña herida se aleja para mirar satisfecho su trabajo y noto como una gota de sangre me corre por el cachete.

Cojo una servilleta para limpiarlo pero mi muñeca es cogida al vuelo en la trayectoria. Segundos después la lengua de Damon se está paseando por la zona afectada. Oigo un gemido de su parte y le miro furiosa pero en el fondo, no me ha disgustado.

-Deliciosa, como siempre.

Después sus labios están presionando los míos con fiereza. Sabe a Bourbon y a Damon. No me resisto y le pongo las manos en las mejillas para acercarlo más a mí. A pesar de que a veces quiera matarlo, me encanta y eso es lo que más me asusta. Me riño por mi comportamiento porque es la causa de que no pueda vivir tranquila sin que alguien intente matarme, pero la vocecilla que me dice que me aparte del él se va apagando conforme el beso se vuelve más intenso.

No es mi primer beso con él y sé que no será el último.

♡||One Shots||♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora