Un mundo normal. Hasta que alguien, accidentalmente, hace un hechizo que invoca dragones alrededor del mundo.
Después de algunos años, varios países lograron hacer la paz con ésas majestuosas criaturas, formado diversos grupos de jinetes para manten...
Después de obtener el objeto que desenterrarón los cazadores, nos reunimos con los demás para tratar de averiguar que es.
Patán: ¿Un catalejo?
Hipo: No, es más bien un especie de contenedor
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Tau: ¿Creén que ésto tenga algo que ver con los libros de los dragones?
Zoe: Es posible, ¿ya lo abrieron?
Hipo: Es... Complicado... De abrir
Patán: Dame éso, se necesita a alguien con músculos
Brutilda: Entonces entrégacelo a Astrid
Patán: ¡Yo puedo abrirlo!, ¡yo... Puedo...!, No... No puedo
Patapez: Tiene piezas móviles
Brutacio: ¿Qué es éso?
Patapez: Debe tener algún código
Tormenta: *¡Grr!*
Astrid: ¿Qué ocurre Tormenta?
Luna: *Grr*
Tau: Luna, ¿qué tienes?
¿?: ¡¡Fuego!!
-Heather-
Recibimos una lluvia de flechas, por suerte, los dragones nos protegierón.
Heather: Nos encontraron
Patán: ¡¿Tú creés?!
Crexi: Vámonos
Brutacio: ¿Y él tesoro?
Eclipse: Nos vamos para evitar el ataque, y luego volvemos
Subimos a los dragones para escapar de los cazadores, pero nos tenían rodeados.
Hipo: Tendremos que enfrentarlos
Brutacio/Brutilda: ¡¡Si!!
Patán: ¡Sí creén que pueden derrotar más cazadores que yo, están muy equivocados!
Astrid: ¿Enserio?
Comenzamos el ataque contra los cazadores, Patapez dejaba fuera de combate a los arqueros, ya que utilizaban flechas con raíz de dragón, mientras yo lo cubría.
-JC-
Estaba capturando a los cazadores con ámbar, cuando veo a un cazador con un rifle.
JC: Éso sí que no, ¡Garf!
El ámbar cayó sobre el gatillo del arma, impidiendo que pueda disparar.
