2 Reflexiones *1

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Lo injusto de la vida, es que tendemos a llorar por personas que no lo merecen, y olvidamos a las personas que han sido de gran ayuda y aporte en nuestras vidas.

Somos tan extremadamente masoquistas que el sentir dolor nos emociona y más cuándo es causado por una persona que simula ser impórtate, creemos que es cariño, afecto e incluso amor, pero no triste corazón.

Si simplemente abriéramos los ojos y nos diéramos cuenta en dónde están puestas nuestras prioridades, eso que vale la pena recordar y valorar, las cosas serían distintas, al dolor ya no lo llamarías amor y la paz no sería la tempestad.

Palabras mudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora