Palabras mudas

72 Antagonista

Ya no siento nada bien,
me siento drenada que ya no vale nada.

¿ han sentido ese sabor amargo de La decepción?

Te encargaste de quitarle el brillo a la luna, la alegría a las estrellas y el compás al corazón. Me hiciste sentir tan mal y me culpaste por tus errores en mi vida.

No quiero saber de nuevo de tu cochino amor, ¿ amor?  Eres de esos narcisistas que solo saben de dolor, paciencia la paciencia nunca me faltó, Pero a ti Te faltaron las ganas de luchar por este amor.

Te encargaste de apagarme mientras yo con todas mis ansias intentado aferrarme, me llegaste con tus muestras de amor cuando yo te dije que no, que no quería otra desilusión que ya no aguantaba más ilusiones y no creía en las canciones que sonaban en las madrugadas. te mostré mis heridas las cuales dijiste que sanarías pero te encargaste de abrirlas de la peor manera y aún con todo y eso yo intenté estar bien.

Pero a quién engaño en mis sueños eres el primero al que llamo y preguntas si estoy bien, Qué ironía que tú seas el que en algún momento quiso salvar el día y ahora no deseas ni estar en la película.

Devuélveme la sonrisa, narcisista.

Y todos estos son los pensamientos de una chica que creía un héroe a su antagonista, hasta que le dolió tanto que que las risa se le volvió llanto.

Es que la pobre nunca alcanzó a imaginar que esa expresión de amor en su interior que tanto le hacia soñar, solo era un narcisista más.
Un antagonista de una historia que no tenía un buen final y nadie fue el culpable, por demostrar sus verdaderas intenciones. Pero sí fue un error grande el confiar  sus sueños y anhelos más profundos a un Villano que no conocía el querer bonito, ni el cuidar de un corazón marchito.

Por eso ahora la princesa llora, en sus peores momentos tratándose de alejar del narcisista para concentrarse en ella misma y aunque el mundo se le esté cayendo encima, Ella podrá volver a la cima. Y aunque dejaron la marca, la herida sanará y ella volverá a triunfar y a demostrar que ella es mucho más que un antagonista que no hace más que rogar por un poco de atención en una historia donde no debió tener mención.