XVIII. Descubiertos

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Lorcan Nott

Había pasado la semana más gloriosa de mi vida.
Recuperé a Lara.
La tenía para mí en todo sentido.
La preciosa rubia que me robaba el sueño dormía como un ángel sobre mi pecho.
Su dulce calor me parecía mágico.
Me sentía en casa.
Como si nada pudiese opacar la felicidad que sentía.
No al menos hasta que la puerta se abrió de improviso.
Me encontré con el rostro pálido de mi hermano.
_Lyssander, ¿qué...?
_¡¿Por qué mierda estás con Lara en tu cama?!
_shh, baja la voz.
Me escabullí de la cama intentando no despertarla pero fue en vano.
_vuelve... Es temprano.
Su voz adormilada le siguió a medio cuerpo suyo descubierto mientras intentaba hacerme volver a la cama.
_¡oh Dios! ¡Tápate!
Apreté los ojos esperando lo peor.
Lara estaba pálida con los ojos muy abiertos.
_¡¿Pero qué haces aquí?! ¿No te enseñaron a tocar?
Tomó las sábanas muy a prisa mientras se cubría los pechos.
Mi hermano estaba con los ojos fuertemente apretados y la cara roja.
_Ly, mejor sal.
Ví a mí hermanos girarse rápidamente y salir pitando de la habitación.
_¿Qué hace Lyssander aquí?
_no tengo ni la menor idea...
Mi hermano no me había dicho que saldría de viaje.
¡Ni mucho menos que vendría aquí!
Estaba molesto y preocupado a la vez.
No me gustaba para nada el que haya visto a Lara así.
Nos había pescado durmiendo juntos y sin nada de ropa.
Lo que me tenía más inquieto era el hecho de que nadie sabía de lo nuestro.
No aún.
Al menos en este país, Lara era una mujer mediática pero con una vida privada muy celosamente cuidada.
No quería ser yo quien destruyera eso.
_lo siento, cariño. No sabía que Lyssander estaba aquí.
_¡Scorpius!
Su grito me hizo dar un respingo.
Escuché la estruendosa carcajada del rubio teñido desde el piso de abajo.
_¿Como supiste?
_siempre tiene la mala costumbre de meter a gente aquí cuando estoy durmiendo, o al menos eso pasó la última vez.
_¿Por qué lo dices?
_pues porque cuando Vera vino la primera vez, yo estaba justo así como ahora.
Escuchar eso me hizo fruncir el ceño.
_¿Con quién estabas?
_tranquilo, celoso. Estaba sola, jamás le daría este tipo de espectáculos a mí hermana.
_aun así, no me gusta la idea...
_basta, tengo que bajar a jalarle las orejas a mí hermano.
Me dió un beso en la mejilla y se metió al cuarto de baño.
Preferí no perder tiempo y me puse rápidamente un pantalón de chándal.
Busqué entre nuestra ropa y encontré mi camiseta en el piso.
Me la pasé por la cabeza y bajé rápidamente.
No quería que Lyssander metiera la pata.
Si iba a decir algo sería con Lara presente.
Los busqué en la sala y no los encontré.
Fui hacia la cocina y ví a mí hermano casi descuartizar me con la mirada.
_¿Por que no me dijiste que vendrías?
_Scorpius me convenció de última hora
_ya...
Carraspeé incómodo.
No me daba vergüenza que Ly me viera desnudo.
Es más, cuando éramos más chicos solíamos presumir nuestro cuerpo.
Pero esta vez no solo se trataba de mí.
¡Él había visto a mi chica sin ropa!
Yo sabía que mi hermano también había tenido sueños subidos de tono con ella.
Lo había escuchado hablar en sueños y con una erección más que notable bajo las sábanas.
Le había dado razones suficientes para volver a tenerlos.
_¿Por qué os estáis mirando así?
La voz de Scorpius me sacó de mis pensamientos.
_no se de qué hablas.
Mi hermano y yo respondimos a la vez.
_vamos fotocopias, no habléis a la vez.
Arrugué el ceño.
A veces tener un gemelo era ciertamente fastidioso.
Detestaba que nos dijeran fotocopias.
_Scorpius ¡¿Cuántas veces tengo que decirte que avises cuando llegas?!
No quería estar en el pellejo de mi primo.
Lara molesta no era nada lindo de ver...

Lara Malfoy

Quería matar a Scorpius.
¡¿Cómo se le ocurre meter a Lyssander a mi casa sin avisar?!
Y el muy ingenuo había entrado a la habitación sin tocar.
Dios mío, ¿qué no sabía lo que era privacidad?
Podía haberme encontrado montando a Lorcan.
De solo imaginarlo quiero extrangularlos a ambos por ser así de imprudentes.
Tomé una rápida ducha.
Tenía que bajar un poco la rabia que empezaba a dominarme.
Mi privacidad estaba prácticamente vetada para la prensa norteamericana y en mi casa no podía ser diferente.
Al bajar ya un poquito más calmada busqué a los recién llegados.
Ya sabía que Lorcan estaría con ellos.
Y entonces ví al responsable de esto.
_Scorpius ¡¿Cuántas veces tengo que decirte que avises cuando llegas?!
¿Es que jamás desaprovechaba ocasión para meterse conmigo?
_oh, vamos rubita. Solo quería daros una sorpresa. No es que os hubiese encontrado follando.
_¡No, claro! Solo entra sin permiso a la habitación de su hermano y...
_¿Qué tiene eso de malo?
_¡Que me vió desnuda!
Mi hermano me miró totalmente pálido.
Y entonces me dí cuenta de mi metedura de pata.
Había hablado más de la cuenta.
Y por la cara de los gemelos podía ver que no se lo esperaban.
_Lara... ¡¿Qué hacías desnuda con Lorcan?!
Ese siseo de mi hermano auguraba un mal humor casi comparable con el mío.
Bien, no había vuelta atrás.
_no voy a repetirlo después de esto, Scorp. Lorcan y yo estamos en una relación.
_¿Y tú crees que no lo sospechaba?
Oh mierda...
_os mirábais como cordero degollado cuando creían que nadie os veía, era demasiado evidente. Pero no pensé que vosotros dos... ¡¿Qué le ves de atractiva a esta insecta?! No, no me respondas.
Estúpido bicho.
Terminé por darle un zape.
_asi que estáis liados...
Por favor, que el otro gemelo no tenga una crisis existencial.
_pues si.
Lorcan me pegó a su pecho.
_y no me vengas con que es incesto porque no te conviene abrir la boca, Ly.
Eso llamó mi atención.
_¿A qué te refieres?
_no le des importancia, ya sabes que a Lorcan siempre le ha gustado molestarme
_ya...
De eso no había dudas.
Cuando éramos más pequeños, Lorcan solía ser bastante molesto y sobreprotector.
_da igual, vosotros estáis juntos y yo solo espero que mi padre no te mate.
_eso si la tía Mione no se le adelanta...
Solo espero que se lo tomen de la mejor manera.
Porque, nadie mejor que Lorcan para mí.
Después de todo, él es de la familia.

Russkaya Koroleva || Reina RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora