-Will, espera- llama Isabella que tenía minutos siguiendolo, -quieres calmarte y por lo menos escucharme.
Will no quería ni verla, no después de verla tan cómoda con Hannibal y luego de saber que Crawford la había asignado como su compañera, que se creían que podían manejarlo y hacerlo sentir como un niño que no sabe cuidarse porque pensaban que no debían romperlo, él podía ganar ese juego y sobrevivir, se los iba a demostrar primero a esa mujer, luego a Crawford e incluso al mismo Hannibal, por eso paro y encaro a Isabella.
-¿Qué necesitas?
-Vaya Will, hasta que recuperaste los modales- mencionó ella, mientras que él hizo una mueca y la invito a continuar.
Isabella habló, -Bien, sé que no te agrado, que no me conoces, pero soy tu compañera y tal vez podemos hacer mejor las cosas, no hablo de llevarnos bien, pero al menos que no me trates como si quisieras matarme.
-Entonces que propones; porque en primera, yo no estoy de acuerdo con la idea de un compañero; segundo, puedo cuidarme solo, no quiero que cuiden cada maldito paso que doy.
-Estás haciendo berrinche
-Sí, qué...no nada de eso
-Bueno, yo lo decía, porque parece que siempre te tiras al suelo, pataleas y esa es la razón por la que siempre insisten en cuidarte, acaso no has despertado esa naturaleza metafísica que hay en ti, a qué le tienes miedo- le miro inquistivamente Isabella -ah...ya sé le temes a tu verdadera naturaleza.
-Basta...no es necesario que me digas tanta palabrería psicológica, esta bien, serás mi compañera, quiero ver si puedes soportarme no está demás decirte que comen a las novatas en el primer caso.
-Es un reto- sonrió satisfecha la joven -con gusto acepto-.
Will se fue y ella mantuvo esa sonrisa -espero y no te coman a ti, futuro cuñado.Unos días despues se habían presentado diversos asesinatos de jovenes con gran parecido físico entre ellas, cabellos castaños, ojos claros y edad entre 19 a 24 años, ante esta situación Will pidió la opinión de Hannibal, de todas formas era su psiquiatra y podía ayudarlo. Este solo dijo:
-Está buscando su boleto doradoIsabella que lo había acompañado a la consulta, ya que también había iniciado la pasantía con Hannibal, se encontraba leyendo atentamente los informes forenses. Reaccionó a las palabras del psiquiatra y agregó
-Eso es, esta buscando redimirse ante un error atroz que ha cometido, por eso dejo a la chica en su cama, fue en forma de disculpa. Pero aquí menciona algunas muestras de objeto metálico, entonces qué más será.Will que sumido en el silencio recreaba la escena del crimen, vio como aquella chica era perforada sin piedad por aquellos cuernos, algo no estaba bien lo intrigante eran las muestras de metal, lo sabía, claro, el metal era un indicio ahora debía buscar, pero un pequeño destello de luz lo trajo a la realidad.
-Will, respondeEran Hannibal e Isabella que lo miraban con duda, él los miro detenidamente y encontro un leve parecido entre ellos, quizás sea la mirada ya que ambos tienen altiva e inquistiva. Pero en un parpadeo Hannibal desapareció de su campo de visión y luego regresó con un vaso con agua, se entrego y Will dio las gracias con un asentimiento ya era algo común entre ellos.
-¿Qué pasa, Will?- preguntó Isabella
-Tienes razón, su próposito es redimirse, pero creo el metal es un indicio, el asesino trabaja con ello o tiene acceso a todo tipo de metales.Jacob Jobs, trabajaba haciendo tubos y diversos objetos métalicos. Él sabía cada una de sus acciones le había hecho bien ya que cada chica lo iba redimiendo y sentía que cada día la compasión que llegaba a su alma, pero todavía no encontraba a la chica que fuera perfecta y que le otorgará el perdón, no había nadie como Abigail, su preciosa hija, si tan solo no se hubiera negado a conseguirle aquellas chicas que necesitaba, todavía estaría viva y feliz.
La descarga completa del arma impacto sobre Jobs quien cayó al suelo, sin vida.
Inmediatamente Will acudió a ayudar a Isabella quien intentaba no entrar en estado de shock a pesar del dolor lacerante que la invadía, el corte no fue profundo, pero debía tranquilizarse.
Will se encontraba desesperado, debía aceptar que la chica no se había convertido en la molestia que creía que sería, sino que lo había ayudado en lo que podía, además hacía buenas observaciones y mantenía una relación profesional con Hannibal, que estúpidez haber estallado en celos en esa gala. Ahora esa chica tenía una herida en el cuello, se desangraba y él había descargado el arma sobre Jobs sin siquiera arrepentirse, no había sentimiento de culpa en esa acción, es más, juraba haberlo disfrutado, pero ahora la prioridad era salvar a esa chica, por eso Will la miraba y le repetía
-Hey, mírame, todo marchará bien, sé que puedes soportarlo, solo no dejes de verme.
Isabella pensaba: "Will, tranquilo niño, solo es un poco de sangre, sobreviviré, me han hecho cosas peores, tengo un corazón duro, aún no he demostrado cuan fuerte soy" pero no podía hablar, así que opto por sonreírle para tranquizarlo y además, así también respondía a sus indicaciones.
En ese momento llegó Hannibal, quien presiono con más fuerza la herida hecha en el cuello, eso permitió que Will pudiera despejarse de esa situación tan aparatosa. Luego llegó la ambulancia que atendió a Isabella y con rápidez se marcharon al hospital, Hannibal les acompañaba.Mientras que Will se sentaba en la entrada de la casa, pensando qué salió mal y por qué Jobs fue víctima de su ira.
Recordó, que luego de la conversación en la consulta y de acordar que el metal era un punto clave, se encontró una fábrica de hechura de tubos y objetos metálicos cerca de donde se habían llevado a cabo los asesinatos era claro que había algo raro ahí, las casualidades no existían; Will, Hannibal e Isabella acudieron al lugar un domingo por la mañana, tras presentarse como agentes del FBI y decir que el lugar iba a ser investigado por ser cercano a diversos asesinatos, la secretaria les dio acceso a los archivos, era claro que se los llevarían, así que, Will iba acomodando las cajas que Isabella le pasaba, en el auto.
Mientras que Hannibal se las entregaba a ella, una de aquellas cajas pesaba demasiado y Hannibal simplemente la dejo caer sin importar el peso ni la sorpresa de Isabella al recibirla, ella no pudo con tanto peso repentino y la caja cayó, el contenido fue a parar al suelo, ella se dispuso a recogerlo, dando la espalda a Hannibal, mientras él llamaba a Jobs diciendo:
-Ya lo saben todo
Isabella que se encontraba de espaldas pero a una distancia suficiente escucho esa frase, al principio le causo sorpresa, pero luego fue la intriga que se apodero de ella, qué significaría ese mensaje, por qué Hannibal hacía eso, luego encontraría respuestas, mientras tanto se enfocó en seguir recogiendo los documentos, además Hannibal fue pronto a ayudarle, una vez terminado y todo acomodado, se marcharon.En el consultorio de Hannibal se reviso el material, aunque no fue difícil ya que Hannibal coloco a la vista el archivo de Jobs, esto puso en alerta a Isabella y Will, ya que no había dirección en dicho archivo, eso los puso tras su pista, luego de un par de llamadas consiguieron una dirección, muy pronto le harían una visita.
Al día siguiente los tres llegaron en una camioneta a la dirección que tenían, tan solo habían bajado y caminado unos pasos cuando en el umbral de la puerta la sra. Jobs salía, tenía un corte en la garganta, la pobre mujer se desvaneció, Hannibal se acerco y le tomó el pulso comprobando lo innegable, estaba muerta.
Will e Isabella entraron a la casa y Jobs como una bestia les esperaba en la cocina, de manera sorpresiva tomó a Isabella y colocó un cuchillo de carnicero en su cuello, amenazó a Will que había desfundado su arma.
-No te acerques o ella se muere más rápido de lo que tenía pensado
Will con determinación exigió -sueltala, no tienes salida
Jobs rio, -claro que la tengo, ella es mi camino a la redención con su sangre lavaré mis pecados, me purificaré, ella es perfecta, es Abigail en cuerpo y alma, no lo ves.
Isabella mantenía la calma, sabía que Will le ayudaría y sobre todo sabía que Hannibal no dejaría que su peón hiciera un desastre mayor.
"Es una prueba, para ambos" pensaba ella y mirando firmemente a Will pronunció estás palabras -confío en ti, confío en ambos-.
Luego de pronunciarlas, Jobs consumido por la desesperación, hizo un corte en su cuello que no paso a mayores porque Will le disparó una descarga completa de balas a Jobs, quien murió sin remedio, ella cayó e intentaba calmarse. Esos eran los recuerdos de Will, luego de calmar sus nervios destrozados entró a esa casa, vio la mancha de sangre de Isabella y se arrodillo, mojó con ella las puntas de sus dedos, preguntando: ¿Qué eres Isabella? ¿has venido a destruirme o piensas liberarme?
Pero el sonido de las sirenas de la polícia le indico que ya no se encontraba solo y cualquiera que lo viera así, debía considerarlo un loco, por lo que limpió la sangre de Isabella en su camisa, cerró su chamarra y salió para hablar con los polícias que habían sido llamados por él previamente, se debía recoger el cádaver de Jobs, revisar la casa y tener listo todo para la documentación final del caso.Más tarde, Will fue al hospital y vio una escena que más que celos le causo ternura y calidez, en el cuarto de ese hospital se encontraban las dos personas que estaban trazando un camino irreversible hacia su corazón, Hannibal dormía en una silla y sostenía la mano de Isabella, Will ingresó al cuarto, se sentó en el sofá libre, esperando a que ambos despertaran.
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Dinastía Lecter
RomancePerder lo que más amas en el mundo puede transformarte en lo que menos te imaginas, el Dr. Hannibal Lecter lo sabe perfectamente, perdió a su mundo y con ella se fue toda su humanidad, la posibilidad de vivir toda una vida junto a ella y aunque le r...