Perder lo que más amas en el mundo puede transformarte en lo que menos te imaginas, el Dr. Hannibal Lecter lo sabe perfectamente, perdió a su mundo y con ella se fue toda su humanidad, la posibilidad de vivir toda una vida junto a ella y aunque le r...
-Cálmate, Will por favor- pedía Isabella -No, Isa, no puedo, se supone que Hannibal nos invitó a cenar a tres no a cuatro- decía Will molesto. -Bueno quizá llegó de improviso y Hannibal no quisó ser grosero, ya sabes como es- le respondió Isabella -No, nada le costaba decirle que estaba ocupado, más bien no quisó decirle- replicaba él Isabella sonrió, vaya que Will tenía un carácter territorial y más cuando de Hannibal se trataba, vaya que Joseph le iba a servir para dar un pequeño empujón al agente y liberarlo. -Will, cariño, tranquilo, supongo que Joseph no será tan mal invitado- argumentó ella en un intento de calmarlo -Lo dudo, yo recuerdo que cuando lo conocimos fuiste muy reservada con él, no creo que eso haya cambiado- respondió él Isabella coloco una cara de intriga y Will lo tomo como un "no sé de lo que hablas" así que le explicó -Sí, noté que no te agrado muy bien, pero ahora quieres conocerlo -Que dramático eres- río ella- aunque sí, tienes razón tenía mis reservas y aún las tengo, puede que sea un poco arrogante, pero hay que darle una oportunidad, así que vamos iremos con ellos, además Hannibal a penas sabe que llegamos, anda, no me hagas arrastrarte. -Esta bien- dijo Will con el ceño fruncido Isabella sonrió y procedió a quitarse el abrigo, llevaba puesto un vestido rojo, corto y amplio, pero que ceñido a su cintura hacía resaltar su figura. Will quedó impresionado Isabella era una mujer muy elegante de eso no había duda, cojunto que llevará, conjunto con el que se veía muy bien. -Tengo que decírtelo, Isa, tú si sabes como llevar un vestido rojo -Uff Will, se nota que al estar con Hannibal se te ha contagiado la maestría para halagar a las personas, aunque tú no estás nada mal- dijo ella Will usaba un traje negro, solo que el saco no era tradicional sino que era un saco más cerrado y de cuello alto.
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Todo esto se debía a la presencia inesperada de Joseph von Steadt en aquella cena, y es que fue él quien le abrió la puerta, provocando unos celos tremendos en el agente de cabellos castaños a pesar de que con Hannibal todo marchaba bien, aún no había nada oficial y eso afectaba un poco a Will.
En el camino hacia el comedor, Isabella habló con Will. -Mira juguemos algo- propusó ella -¿Qué?- preguntó curioso -Juguemos con las intenciones de Joseph y veamos que tan interesado se encuentra en Hannibal- Will al oír eso frunció el ceño, definitivamente no iba a exponerse a aquello, la sonrisa de Isabella se hizo presente y prosiguió -deja que sea yo quien se muestre interesada en Hannibal, es obvio que todo será una actuación, tú bien sabes que apoyo su relación así dejas de pasar un mal rato y te diviertes al ver como estalla en celos, que dices -Perversa- dijo Will divertido mientras asentía -Así me quieres, cariño- respondió ella con orgullo -Por supuesto -Entonces vamos- finalizó ella a lo que Will sonreía y le brindaba su brazo
