Hollow ◇Klars◇

19.- Is The End?

Lars

Iba en medio de Kirk y James que se encontraba en la delantera guiándonos hasta la salida, todo estaba despejado así que técnicamente la teníamos fácil. Todos llevaban un arma excepto yo, no me creían capaz de disparar y además alegaron que no sabía usarla y que podría herir a cualquiera de ellos. No me pareció justo en un principio pero lo dejé pasar cuando Kirk me dio un beso tranquilizador y me aseguro que estaríamos bien.

Cruzamos por el medio de toda la casa en la que había estado recluido por no se cuantos días y llegamos hasta el patio. Ya afuera, me di cuenta que era una granja a las afueras de la ciudad.
Caminamos hasta las camionetas pero antes de siquiera poder subirnos en ellas, un par de tipos salieron armados de lo que supuse era el granero.

— Mierda Hetfield, creí que soltando a tu princesita no vendrías por aquí más - habló Haspen con su arma en mano.

— Tú perfectamente sabes que no iba a dejar a mi amigo aquí - ahora todos tenían sus armas apuntandose entre sí.

— Estas acabado imbécil, somos más que tú - comentó con superioridad Kirk.

— Si, tal vez. Pero no me iré sin llevarme a algunos de los tuyos conmigo.

Y empezó la lluvia de balas, estaba perplejo de miedo y no sabía que hacer. Solo me quedé ahí de pie hasta que sentí un jalón en el brazo. Era Kirk, quien me puso junto a él detrás de uno de los autos para cubrirnos.

El sonido de los tiros pasaba cerca de mis oídos y en verdad era desesperante; en verdad quería ser fuerte pero rompí en llanto, tenía a la muerte a unos centímetros.

— Lars escucha, se que esto es abrumador pero debes ser fuerte cariño, vamos a salir de esta solo mantente agachado.

Asentí e hice caso, no me moví ni un centímetro y espere a que todo este infierno pasará.

(...)

No se escuchaba más que el silva del viento, todo estaba sumido en un silencio sepulcral. No sabía dónde estaba Kirk, ni tampoco James, en algún momento del intercambio de balas con los otros tipos ambos se habían movido para tener mejores ángulos de tiro. El moreno me advirtió que me quedará escondido y así había hecho hasta que de repente se dejaron de escuchar las balas.

No sabía si debía moverme o quedarme aquí, no sabía si habíamos ganado o no. Mis manos temblaban y tenía los labios apretados para evitar sollozar.

Entonces escuché pasos, cerré los ojos esperando lo peor.

— Lars, relájate. Soy James.

Abrí los ojos y vi al rubio, no me caía muy bien que digamos pero mi instinto inmediato fue abrazarlo.

— ¿Qué sucedió?

— Tranquilo niño, estamos a salvo. Hammett está por aquí, vamos.

Sonreí ampliamente al escuchar su nombre, me puse de pie y camine junto al ojiazul. A unos metros de mi vi mi amado ruloso, cuando estuve a punto de alcanzarlo note sangre en mi brazo. Una bala había rozado mi bícep y ni cuenta me había dado por la adrenalina que sentí en los momentos de pánico.

— Mi pequeño Lars ¿estas bien? - la preocupación en su voz me hizo sentir especial y solo me lancé a abrazarlo.

— No es nada, solo duele un poco - suspiré y me apreté mas en sus brazos - Me alegra tanto que estés bien, ahora podemos estar juntos mi amor.

Cerré los ojos para guardar este momento en mi corazón, era el fin de esta pesadilla.

O eso creí yo.

Un último estruendo de un arma me sacó de mi burbuja de felicidad.

Kirk se volvió más pesado en mis brazos, hasta que se desplomó por completo contra mi.

Sus ojos estaban completamente abiertos y un hilo de sangre se escurrió de sus labios. Esa última bala llegó desde nuestras espaldas mientras expresabamos nuestro amor y por desgracia dio en una zona vital del cuerpo de mi adorado amor, aquel que en un principio llame acosador.

Hetfield grito con ira y lleno de balas el cuerpo del tirador, un hombre moribundo del otro bando que tuvo las fuerzas suficientes para apuntar y disparar.

Las lágrimas volvieron, mi Kirk estaba muriendo en mis brazos. Escupia sangre y se le dificultaba respirar, su piel color canela pronto fue perdiendo todo atisbo de vida, quedando pálida e inerte.

— Por favor...resiste, vamos a llevarte a un hospital y estarás bien - dije mas para mi que para él, no había nada que hacer, lo estaba perdiendo.

— Cariño, esta bien. Estarás bien sin mi.

Sus palabras salían con dificultad.

— No digas eso, ya veraz lo bien que te pondrás y...

— Lars, mi Lars. Gracias, por dejarme amarte, fue poco el tiempo que estuvimos juntos pero nos volveremos a encontrar, te amo.

Sin más cerro sus hermosos ojos marrón. Me aferre a su cuerpo todo lo que pude hasta que alguien me tuvo que alejar, seguro fue James, pues en las lejanías se escuchaba el sonido de las sirenas de policía acercandose.

Ya no lo tenía a él.

¿Qué iba a ser de mi vida ahora?

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Emm, solo me queda decirles que falta el Epílogo.

No me odien :c