20.- Epilogue

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Narrador omnisciente

Por supuesto fue noticia en todo el pueblo la muerte del mafioso Kirk Hammett. Por desgracia para Lars, todos hablaban de ello y el danés no se salvaba de las miradas y los murmullos dirigidos a su persona.

Así que decidió irse junto con su amigo de toda la vida, quien terminó la escuela en casa pues sus traumas no desaparecian del todo. Llendose de ese lugar esperaban empezar de cero, habían visto mucho a su corta edad y sólo querían una vida tranquila.

Y para satisfacción de ambos, lo habían conseguido.

Después de dos años de superación, trabajo duro y amistad incondicional, habían logrado establecer una vida en la ciudad.

Jason estudiaba Bellas Artes en la universidad y vivía felizmente con James, que por fin había logrado salir de todos los negocios turbios a los que estaba ligado. Compartían un apartamento sencillo en el área de la bahía junto a unos cachorros que una vez el ojigris encontró abandonados.

Por otro lado, Lars se encontraba viajando por el mundo.

Resulta que Kirk dejó algo de dinero limpio en sus cuentas bancarias. Dos semanas después de su muerte, un abogado cito al ojiverde para hablar de los bienes que el Sr Hammett había dejado a su nombre.
El moreno había hecho un testamento antes de entregarse a Haspen a cambio de los chicos, de un modo u otro sabía que terminaría muerto así que decidió ser precavido.
Depósito una suma de dinero generosa en una cuenta exclusiva para Ulrich, otra parte del dinero fue para su madre y su hija, de las cuales absolutamente nadie tenía paradero a petición del mismo.

Por supuesto, los primeros meses el de menor estatura no tocó un solo centavo. La pérdida era reciente y se sentía miserable, lo último en lo que podia pensar era en los billetes. No recibía visitas de nadie, se la pasaba encerrado en el apartamento que alguna vez perteneció a Kirk.

No fue hasta una tarde en que Hetfield tuvo que forzar la cerradura para lograr entrar junto que el ruloso quien se encontraba preocupado por su amigo.

Hubo una charla, lágrimas, cervezas y al final lograrón hacer que el ojiverde entrará en razón.

Cunado fue a retirar algo de dinero de la ya nombrada cuenta, no sólo se le dio el monto solicitado; había un CD con su nombre escrito.

Tan pronto como llegó a su hogar, puso a reproducir el objeto circular. De inmediato, en la pantalla apareció su amado.

... Aquí estamos, no?
Se que si estas viendo esto mi amor es porque ya no me encuentro contigo. Lo se, se que te duele y se también que estarás en pena un rato. Pero debes levantarte, aun eres muy joven y tienes mucho por vivir.
El dinero que deje es para eso.
Sal, cumple tus sueños. Se feliz y por favor... Nunca olvides que te amo.

La grabación terminaba ahí, Ulrich era un mar de lágrimas con la diferencia de que esta vez no eran de tristeza, sino de felicidad.

Desde entonces se había dedicado a terminar sus estudios, descubrió que era bueno para los negocios así que invitó una parte del capital de la cuenta a unas acciones que le habían dado lo suficiente para irse a conocer el mundo.

A menudo pensaba en el hombre mayor, en todo lo que pudieron vivir juntos si tan sólo las cosas hubieran sido diferentes. Le gustaba acurrucarse en sus cama e imaginar un futuro con su amado, sabía que no ocurriría pero era lindo pensarlo.

Al final del día, solo sonreía recordando el efímero amor que lo hizo sentir lleno de vida.

Aquel amor que logró ocupar aquel vacío en su corazón.

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         F I N


Oficialmente, aquí acaba Hollow
Muchas gracias a todas las personas que leyeron, votaron y comentaron.
Esta es la primera historia larga que terminó, así que estoy muy contenta con mi trabajo.

Por ahora me tomaré un descanso, debo terminar algunas cosas pero pronto estaré publicado otras historias.

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Hollow ◇Klars◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora