Vacío
¿Cómo llenar ese espacio?
Amor...
¿Esa era la solución?
Amar a alguien tan desesperadamente hasta lograr ocuparlo todo...
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Admito que estoy emocionada por escribir esta historia.
Obviamente la pareja p...
Suspire hondo y cuando me dispuse a hablar fui cortado bruscamente.
— ¿Quién eres y como mierda conseguiste mi numero?
Vaya saludo.
— Uhm soy Lars...
— ¿Lars? Perdón por contestar así, olvide haberte dado este numero.
— Claro, no importa ¿tu vasallo rubio esta por ahí?
— Supongo que hablas de James ¿para que lo quieres? - su tono de voz cambio, ahora parecía molesto.
— Veras, seré breve. Él y mi amigo, al que casi le disparas ¿recuerdas? Bueno ellos dos son pareja y como el tal James no fue como de costumbre, pues mi amigo estaba muy mal.
— No tenia idea de que ellos salieran.
— Si, parece que lo escondieron muy bien. Como sea, si fueras tan amable de decirle a tu sirviente que por favor vaya a ver a mi amigo, estaría muy agradecido.
Ya me estaba cansando de esta conversación, pero hasta no obtener una respuesta afirmativa del otro lado de la linea, no pensaba colgar.
— Si, yo le haré saber.
— Bien, entonces hasta...
— Pero, necesito que nos veamos.
— ¿Qué? De ninguna manera.
— No era una pregunta, mañana te recojo a la hora de la salida.
— Y que si decido no aceptar ¿qué es lo que harás?
Tal vez no debí preguntar, bien hecho Lars.
— Sera mejor que aceptes, creeme es por tu bien y el de quienes te rodean.
La llamada termino, a la mierda, en que me había metido. Lo peor es que no podía negarme, técnicamente el bastardo me había amenazado al igual que a mis seres queridos.
Con la frustración a tope, decidí tomar una siesta antes de bajar a comer. Había tenido suficiente mierda el día de hoy.
Al rato desperté por un grito de mi madre, me hubiera molestado de no ser porque un delicioso postre me esperaba para cenar. Se que podría decirle a mis padres acerca de Hammett, pero la verdad es que quería evitarles un dolor de cabeza.
Kirk
Bueno, técnicamente no es mi culpa que mi pequeño llamara, eso lo hizo el solo. No hay una palabra para describir la gran alegría que sentí al escuchar su linda voz. Por supuesto me moleste cuando pregunto por Hetfield, pero cuando mencionó que el rubio estaba con su amigo me tranquilice, ahora entendía la reacción de James la otra noche.
Como le dije al lindo danés, fui a darle la razón al nuevo enamorado.
— Que tal tórtolo - salude burlonamente.
— ¿Que quieres Hammett?
— Bueno Larsie llamo...
— Felicidades, supongo que ya cedió.
— No realmente, el llamo porque ese chico que es su amigo, estaba triste al no poder verte.
— No se de que mierda hablas...
— Oh vamos hermano, tu bien sabes de que hablo.
Suspiro frustrado y rodó los ojos con fastidio, odiaba que yo supiera sus cosas privadas.
— Su nombre es Jason y espero que tú, maldito imbécil, no vuelvas a apuntarle con un arma.
Luego de esa advertencia, mi rubio amigo tomo las llaves y se fue, seguro iría a darle amor a su noviecito.
•••
Hoy seria el día en que recogería a Lars, seria como nuestra primera cita así que planeaba sorprenderlo.
La paciencia nunca fue mi fuerte y tener que esperar a que Lars saliera de la escuela a las 2:30 pm, realmente me molestaba bastante. Parecía que el tiempo pasaba a la velocidad de una tortuga y ya me comenzaba a desesperar.
Perdí el tiempo en el auto hasta que se hizo la hora, varios muchachitos de la edad promedio de mi pequeño comenzaban a salir, pero no lograba verlo a él.
De pronto, una pequeña silueta se acerco. Era el y como siempre se veía hermoso, con esos lindos ojos verdes, labios rosados y finos, simplemente perfecto. No parecía de buen humor así que cuando entro al vehículo, azotó la puerta con fuerza.
— ¿Cómo estuvo tu día Larsie?
— No te importa - espeto con ¿rabia? - Ahora solo arranca esta maldita cosa y vámonos.
— Vaya, parece que alguien esta emocionado por nuestra cita.
— No es una cita, solo estoy aquí por...sabes no importa, solo pon en marcha esta cosa.
Sonreí y me dispuse a llevar al castaño al lugar que había reservado, era un lindo hotel con piscina en la suite más costosa. Además teníamos toda la privacidad necesaria para que nadie nos molestara.
Me comporte como todo un caballero, no quería hacer un movimiento apresurado porque podría asustarlo. Me mantuve a raya para que mi pequeño no se sintiera incómodo.
Ya en el lugar, pude lograr captar una leve sonrisa en su bonito rostro, parecía impresionado y era justo lo que quería.
— ¿Te gusta?
— Bueno, admito que es muy lindo. Pero me pregunto ¿por qué me trajiste tan lejos? Planeas matarme o algo - espetó sarcástico
— No digas estupideces, solo quería que estuvieramos a solas.
— Lo que sea, hay cerveza en este lugar o algo.
Sonreí y extraje del mini bar una cerveza importada, se la extendí al de orbes esmeraldas quien me dio una sonrisa algo falsa y se la tomó de un solo trago, vaya, bebía como profesional.
— Deberíamos entrar al jacuzzi ¿no crees?
— Ajá si claro, lo que tu quieres es verme en ropa interior. No me meteré al jodido jacuzzi - hablo molesto
Bueno eso era verdad, aunque seria mejor verlo sin ropa. Ese hermoso cuerpo no merecía ser cubierto por ropa, ningúna tela era digna de tocar esa piel de porcelana.
— ¿Bueno entonces que quieres hacer Larsie?
— ¡No me llames así, no tienes ningún derecho!
Y de repente sus ojos se convirtieron en cascadas, las lágrimas caían sin piedad dejando un camino húmedo por sus pómulos. Entonces lo supe, él me odiaba y yo era un hombre enamorado sin saber que hacer.
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No se, sentí este capítulo algo flojo Pero bueno, espero les guste
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Más o menos así lucen en mi imaginación James y Kirk