°Capítulo 2°

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Cuando Wei Ying tropezó con aquel quemador de incienso que le hizo ver a la versión más joven de Lan Zhan en el pasado y activó el talismán por accidente pegándolo contra su pecho, supo que iban a salir problemas muy serios de esto

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Cuando Wei Ying tropezó con aquel quemador de incienso que le hizo ver a la versión más joven de Lan Zhan en el pasado y activó el talismán por accidente pegándolo contra su pecho, supo que iban a salir problemas muy serios de esto.

Iniciando con el viejo QiRen.

Seguramente alegaría que era otro de sus inventos impuros y llenos de ridiculez como lo fue con sus otras cosas, que de igual forma terminó aceptado luego de una investigación de sus hombres de confianza o por los ancianos, quienes incluso pidieron utilizar ciertas cosas en los entrenamientos con los chicos.

Como sus brújulas, sus banderas para atraer espíritus, o ese talismán de la última vez que ayudaba a aligerar el peso de ciertos objetos y que ahora ayudaba con los muñecos de paja flotantes para que los chicos pudieran pelear con más objetivos en diferentes ángulos.

En fin, la hipocresía.

Aunque no quiso prestar atención a eso, seguro su esposo iba a mimarlo y a felicitarlo por su nuevo descubrimiento, lo llenaría de besitos y ambos explorarían su cuerpo nuevo hasta que quedaran saciados -algo muy difícil tratándose de Hanguang-Jun-, por lo que Wei Ying estaba más que emocionado por volver al Jingshi ya, dejando lo demás junto con sus notas descuidadamente desparramadas por la habitación.

Salir y escabullirse hasta la habitación de su esposos fue facilísimo. Los jóvenes seguramente estaban terminando con sus labores, por lo que no se encontró a ninguno por el camino, además de que era bastante raro ver a alguno deambulando por la zona de las habitaciones de la familia de la rama principal. El lugar era el más sereno de casi todo Gusu, a excepción de las noches llenas de amor de cierta pareja.

Cuando ingresó, no puedo evitar quitarse las botas y lanzarlas a cualquier orilla de la habitación. Como cuando niño, sus botas ahora le quedaban más grandes, su pie se había hecho considerablemente más pequeño y delicado, al igual que el resto de su cuerpo, el cual ya no llenaba ni siquiera su túnica, por lo que ésta le quedaba aún más holgada que de costumbre.

Era molesto, incluso su cinturón en la cintura era muy flojo, notando su pérdida de músculo en esa zona y una cintura incluso más pronunciada que llevaba a unas caderas más redondas. Ese lugar, junto con su pecho, fue lo único que mantuvo la ropa en su lugar, porque al parecer ahora era más grande en proporción por esos lados.

No perdió tiempo en desprenderse a ropa sin pudor alguno en medio de la habitación, alegando que esa también era su habitación y su lugar privado y el de su esposo. Juntó las prendas negras y rojas y las vio con atención. Quizás podría hacerles algunos arreglos para que le asentaran bien a su nuevo cuerpo.

Con esa idea en mente fue hasta la habitación que contenía la cama donde pasaba las noches con su esposo. Aún era temprano, quizás cerca de las tres de la tarde, lo que le indicaba que su esposo no estaría ahí por lo menos hasta en una o dos horas más, dependiendo los labores. Bien podría darle una grata sorpresa cuando llegara.

From Talismans to Blessings {°WangXian°}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora