°Capítulo 9°

8.5K 951 396
                                    

Después de aquella charla y de que Wei WuXian despidiera tanto al tío QiRen y a la anciana curandera -quienes le exigieron estar al tanto de la situación por cualquier cosa en esas dos semanas-, Wei Ying supo que ese tiempo iba a ser un reto entero para ambos.

Y no lo decía él, lo decía su esposo, quien no paraba de mirarle con aquella intensidad que le calaba incluso los huesos pese a que le estaba dando la espalda.

Dos semanas... Dos.

¿Sabían acaso lo que pasaba con un Lan cuánto lo tenían tanto tiempo en la maldita abstinencia a pleno apogeo? ¡No! ¡No lo sabían porque QiRen siempre fue un solterón y la anciana esa, Chunquiensabequé seguramente era virgen hasta ese momento!

¡Con un Lan jamás se juega y él lo comprendió muy tarde! ¡Casi 20 años tarde!

Pero bien, reglas eran reglas y él no era nadie para desobedecerlas, mucho menos su esposo, quien haría todo lo que Wei Ying le indicara sin rechistar. Y esta vez, Wei Ying quería recuperar su cuerpo, así que iban a estar sin su todos los días hasta dejar que el efecto del talismán se debilitará sin recibir energía espiritual y todo volvería a la normalidad, él podría tener a su XianXian jr. de nuevo.

Santo cielo, le pediría a su esposo una buena mamada si sobrevivía a todo eso después.

Pero por ahora solo debían resistir... Si señor, si se puede.

........................................................................

Tres días después, todo fue bastante bien. Ambos pudieron sobrellevarlo y solo evitaban cualquier insinuación que desatara algo más y que pudiera llegar a romper su récord.

Los baños en pareja, las ideas a la primavera fría juntos, dormir sin ropa y entre otras cosas, se vieron postergadas hasta nuevo aviso también.

No podían arriesgarse a nada.

Ahora pasaban la mayor parte del tiempo fuera del Jingshi, a la vista de todos, donde no pudieran hacer nada, incluso cuando iban a la biblioteca, siempre le ofrecían a alguno de los chicos el hacerles compañía con la excusa de que Wei Ying se aburría porque Lan Zhan lo ignoraba mientras trabajaba, al igual que se aburría al tratar de entretenerse en otro lado si su esposo no estaba a la vista para poder hablarle cuánto quisiera.

Ninguno de los jóvenes sospechó nada, pero si notaron un tipo de tensión entre ambos adultos que no quisieron mencionar por nada del mundo.

Con ellos no se sabía nada y no querían pasará por algo vergonzoso que los marcaría de por vida.

Luego de la primer semana, y habiendo aprovechado cualquier oportunidad para evitar pasar noches juntos -ya sea porque uno u otro acompañara a los chicos a las cacerías nocturnas y volvieran al día siguiente por la mañana o simplemente que tuvieran asuntos oficiales que atender hasta tarde y al llegar el otro estubiera dormido-, las cosas comenzaron a ponerse un poco extrañas.

Nada preocupante realmente, eran cosas que podrían llegar a pasarle a cualquier persona en el mundo, cosas tan simples y mundanas que incluso le pasaban a cualquier cultivador respetado en sus momentos de mayor debilidad.

Bueno, todos menos a uno.

Y Wei Ying sabía, que algo estaba mal con su esposo realmente.

No habían tenido nada, nada, de sexo en la última semana, así que Wei Ying se sentía menos adolorido, más activo con más horas de sueño, su cuerpo ya no tenía marcas y estaba aún más atento a todo.

Genial, su rendimiento había aumentado un poco más, como en la adolescencia, como cuando nadie le partía el culo a cada noche hasta dejarlo inconsciente -y a veces ni así Lan Zhan se detenía-.

From Talismans to Blessings {°WangXian°}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora