Forgive me but I love you [z.m - a.u]

Capitulo 36

Suspiré, mientras me miraba en el espejo. Entre mis manos, sostenía otro de los camisones que Ashley me había puesto en la maleta. Volví a repasarlo de arriba a abajo, aunque no tenía demasiado -mas bien nada- que destacar.

Probablemente tendría el mismo tamaño que el otro. Era de color rosa pálido, y tenía unas pequeñas flores dibujadas, de un rosa mas oscuro.

Volví a suspirar, y maldecí a mi hermana por no haberme puesto, por lo menos, algo decente que ponerme. Puse los ojos en blanco, y rápidamente me puse el camisón.

Bajé las escaleras lentamente. Un suave tarareo de una canción me indicó que Zayn estaba en la cocina. Sonreí, y me dirigí hacia allí.

Zayn llevaba puesto un delantal de cocina, de color verde claro, con estampados de tenedores. De pie, al lado del fuego, mezclaba varios ingredientes en un bol de color plata.

Solté una pequeña carcajada al verle luchar contra la pasta, cada vez mas espesa, que se acumulaba en el bol.

-Deja que te ayude – sonreí, mientras me acercaba a el y le quitaba el bol de las manos.

Con un rápido movimiento de muñeca, empecé a dar vueltas a la masa, con aire distraído.

Zayn sonrió dulcemente, y me miró a los ojos sin decir nada.

Baje la vista, intentando concentrarme en no derramar nada, pero la mirada de Zayn seguía centrada en mi. Finalmente, levanté la cabeza para corresponderle la mirada.

-¿Que... estabas preparando? - le pregunté, haciendo un gran esfuerzo en cada palabra.

Zayn sonrió.

-Mm... - dijo, mientras se giraba y buscaba algo en un cajón. Después de unos instantes, me enseñó un papel antiguo con una receta – esto.

Sin dejar de mezclar, bajé la vista hacia la receta y la leí rápidamente.

Asentí, y sonreí. No era mas que un simple pastel de chocolate.

Dejé el bol en la mesa. Metí mi dedo en el, dejando que se llenara de masa, mientras me acercaba un poco mas a Zayn.

Nuestros cuerpos estaban a unos escasos centímetros. Sonreí, y llevé mi dedo hasta sus labios.

-Pruebalo – le pedí.

Zayn me miró a los ojos, dudoso. Finalmente, atrapó mi dedo con sus labios y saboreó la masa del pastel.

-Mm... le falta algo de azúcar – susurró. Me dio un beso en el dedo, y se apartó de mi ligeramente.

Se acercó a un taburete, y lo arrastró hasta un punto exacto. Después, se subió al taburete y abrió uno de los estantes de madera que había en la cocina.

Levantó los brazos hacia un bote de azúcar, situado en la parte alta del estante. Este movimiento hizo que su camiseta se levantara, y el tatuaje del corazón quedara a la vista.

Sonreí, y me mordí el labio inferior.

Zayn cogió un tarro de azúcar, y bajó de un salto al suelo. Se acercó a mi, y sonrió, mientras dejaba el tarro en la mesa.