Capitulo 18

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CAPITULO -18-

Una luz se encendió en mi cabeza. Sabía que, probablemente, Zayn se enfadaría conmigo. Pero me daba lo mismo. Necesitaba sentirle cerca, aunque fuera tan solo un rato.

-Kylie – le susurré a mi amiga, que estaba distraída leyendo un mensaje de Dustin.

Kylie alzó la vista, y me miró, con un signo de interrogante en los ojos. Tragué saliva. Lo que iba a hacer traicionaba a todos mis principios, pero si con aquello conseguía que Zayn volviera a hablarme, me daba lo mismo.

-¿Crees que podríais hacerme un hueco en el equipo de animadoras? - le dije, a media voz.

Los ojos de mi amiga se iluminaron, y una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su cara.

Las horas pasaban mas lentamente que de costumbre. Al fin, sonó el timbre.

Kylie se levantó de un salto, y me arrastró hasta el gimnasio, donde todo el equipo de animadoras esperaba impaciente.

-_______ Steward! - exclamó el entrenador al verme - ¿así que has decidido unirte al equipo?

Puse los ojos en blanco, esperando que aquella tortura acabara pronto.

-Demuéstrame lo que sabes hacer – me retó el entrenador, al ver mi gesto, y me dio el uniforme.

Me dirigí al baño, y me cambié rápidamente. La falda era demasiado corta, y la camiseta demasiado escotada.

Pero no me importaba. Mi objetivo era entrar en el equipo, costase lo que costase.

Salí del baño, y me acerqué de nuevo al entrenador.

-¿Estas lista? Demuéstranos de lo que eres capaz, Steward.

Algunas de las chicas allí rieron, y se apartaron.

Resoplé. Tanto el entrenador como yo sabíamos de lo que era capaz, puesto que el fue mi entrenador durante los 11 años que estuve entrenando, pero me gustaba que me pusiera retos.

Ademas, dejaría a aquellas chicas con el autoestima por los suelos.

-Esta bien – le dije, sonriendo.

Me dirigí tranquilamente hasta el centro del campo.

A mi alrededor, se agolparon todas las animadoras.

Pude oír claramente como algunas de ellas reían, y me lanzaban comentarios despectivos.

Respiré hondo, y les pedí que me dejaran espacio.

Me apoyé sobre una pierna, y realicé una triple rueda, y después una voltereta sobre mi misma.

El gimnasio entero se había quedado en silencio. Sonreí, y acabé de realizar mis ejercicios.

Todas las chicas allí presentes me miraban, atónitas.

Cuando acabé, hice una pequeña reverencia y me moví hacia un lado.

-Veo que aunque dejaras los entrenamientos a los 15 años, sigues practicando de vez en cuando Steward – me felicitó el entrenador – veamos como te desenvuelves con el resto de las chicas.

El entrenador puso la música, y todas las chicas se movieron al unisono. Me aparté a un lado, para dejar que acabaran su ejercicio.

El entrenador me hizo una señal. Era mi momento. Suspiré. Con una voltereta, me encaramé a la pirámide que las otras animadoras habían formado, y me coloqué en la cima.

-Si aguantas ahí arriba un minuto, estas dentro Steward – dijo el entrenador, gritando para que lo oyera.

Los segundos se me hacían horas. Y estaba segura que ya había pasado el minuto, pero el entrenador quería ver hasta donde podía aguantar.

Forgive me but I love you [z.m - a.u]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora