Your Anatomy [DEREK SHEPHERD] [GREY'S ANATOMY] [EDITANDO]

3x05 Me encanta que le encante

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Me encanta que le encante

Me pongo los pantalones y me siento para ponerme las bambas. Nunca lo había hecho en un quirófano, hasta ahora, es un poco raro, hay muchos carritos con cosas y si te apoyas en ellos lo tiras todo, que es lo que le ha pasado a Derek.

— Le voy a buscar un nombre a lo que acabo de hacer. ¿Alguna idea?— Lo miro después de atarme las dos bambas. Me está mirando con un sonria en la cara, creo que tengo algo en cara. No es una sonria de esas que te da la gente por la calle, es de esas que te da tu pareja que esta enamorada de ti.— ¿Tengo algo en la cara?— Niega y se acerca a la camilla, que es donde estoy sentada, apoya sus brazos en esta dejándome a mi entre ellos, y me besa lentamente. Ahora soy yo la que sonrie como una tonta. No ha sido un beso lujurioso lento, ha sido un beso normal pero lento, me explico como el culo, lo sé.

— ¿Rejuvenecimiento Evans?— No queda mal y no es "Método Evans". Me gusta es largo y llama la atención cuando lo lees o lo escuchas. Aunque parece algo de plástica.— ¿No te gusta?— Mi sonria se ensancha y le soy otro beso. Me intento alejar pero su mano va a mi nuca y me retiene, lo que ha empezado como un beso de alegría y de entusiasmo a pasado a ser el inicio de pasar a cosas mayores y me da a mi que no tengo tiempo para un segunda ronda, tengo que ir a vigilar al señor Jones.

Su lengua explora, por millonésima vez, mi boca, yo no sé cómo cojones ha aprendido a besar así, es una maravilla, me derrito solo con sus labios.

— Derek...— Se aleja eso a sonado más a un rogamiento que a una advertencia, que era como quiera que sonara. Besa mi mejilla y después mi cuello, creo que le encanta mi cuello.— Derek...— Eso ha sido un gemido. He de reconocer que a mi también me encanta que le encante mi cuello. Noto como sonríe contra mi piel. Esto va a comenzar a ir en otras direcciones y no puedo, no tengo tiempo, si lo tuviera le arrancaba la ropa y... Mierda.— Derek no tengo tiempo y como sigas besándome no me voy poder ir, porque me estás poniendo cachonda y cachonda no puedo trabajar.— Rie con su cabeza escondida en mi hueco del cuello. Se aleja y me mira a los ojos, creo que estoy sonriendo y no se porque, aunque creo que su risa es la que me hace sonreír. Hace caso omiso y vuelve a besarme.— Derek...— Lo alejo.

— Si no puedes trabajar cachonda y ha lo estas, pues te "descachondo" y ya puedes trabajar.— Suelto una carcajada.

— ¿"Descachondo"?— Asiente encogiéndose de hombros. Niego riendo y le doy un ultimo beso, para levantarme y empezar a acercarme a la puerta.

— Esta noche te "descachondo" — Me giro en la puerta del quirófano. Niego riendo.

— Me voy a quedar toda la noche, así que "descachondea" a otra.— Hace una mueca de desagrado.

— No quiero "descachondear" a otra, solo a ti.— Río.

— Oh, que bonito.— Ríe.

— Como tu.— Muerdo mi labio y niego.

— Deja de decir esas cosas y acaba de vestirte.

— Me prefieres sin camiseta. Admítelo.— Sonrío.

— Te prefiero sin nada y dentro de mi. Pero ¿qué se le va a hacer? Hay que trabajar.— Me mira con reproche pero enseguida a parece una sonria en su rostro.

— Ahora soy yo el que necesita que lo "descavhondeen" — Suelto una carcajada.

— Me tengo que ir.— Asiente cogiendo la camiseta de la lámpara de quirófano.— Adiós, amor.— Y me voy con la sensación de haberlo dejado desconcertado y sorprendido, solo lo he llamado una vez con un apodo cariñoso, con esta la segunda, no esta acostumbrado y lo he dejado comiéndose la olla.

— Su padre está estable, su corazón ha recuperado su ritmo normal.— Le explico a la familia del señor Jones, y a él. Ya está consiente.

— ¿Necesitará un corazón?— Pregunta su hijo.

— No estoy segura, es muy pronto. Aunque si sigue así, no creo que haga falta un corazón. Pero no adelantemos acontecimientos, ahora preocúpese por recuperarse de esta operación.— Asiente sonriendo.

— Gracias, doctora.— Sonrio y me marcho con Yang y Grey.— Iros a casa.— Olivia me da el informe del señor Jones, cojo el boli que llevo en el bolsillo de la bata y lo firmo. Puede que no tenga que vigilarlo mucho, porque esta estable, pero si tengo que hacer papeleo de su traslado que no hice ayer y escribir un informe del procedimiento para dárselo a Webber— Tengo que hacer papeleo, me quedo.— Se miran entre ellas, asienten en mi dirección y se van.

— ¿Se va a quedar toda la noche?— Me pregunta Olivia.

— Seguramente.— Hace una mueca.— Estare en la sala de allí, avisame si ocurre algo con el señor Jones.— Asiente sonriendo.— Gracias, Olivia.— Me sonrie y me llevo el informe a la sala.

Empecemos.

Llevo cerca de cinco horas escribiendo sin parar. No entiendo para que quieren tantos papeles para trasladar a un paciente.

— Cariño, me voy a casa.— Dejo de mirar los papeles para mirar a Derek, cierra la puerta detrás de él.— Tienes los ojos increíblemente rojos.— Ruedo los ojos.

— Me dan igual los ojos.— Me duele el cuello, solo quiero dormir. No dejo de escribir con la mano derecha y con la izquierda me acaricio el cuello y la nuca.— Odio el papeleo.— Se pone detrás de mi y me empieza a masajear los hombros y la nuca.

— Todos lo odiamos.— Sonrio un poco.

— Pensé que te habías ido.— No se le da mal hacer masajes. Cierro los ojos.— Si Webber te hecha, hazte masajista.— Escucho su risa.

— Lo tendré en cuenta.— Sonrio y abro los ojos.— No tengo llaves del apartamento.

— Están en mi bolso, en el vestuario. Llevate el coche si quieres.

— ¿Como vas a volver?— Deja de masajear mis hombros, se sienta en una silla y se acerca a mi.

— Dormire aquí.— Niega.— ¿Y que vas a hacer? ¿Quedarte aquí hasta que acabe?— Se encoge de hombros.— No, vete a casa, seguro que mañana operas y necesitas dormir.

— Puedo dormir aquí contigo.— Niego.

— Vete, da igual Derek. Tengo que vigilar al señor Jones y hacer esto.—  Me mira pensativo.— Vete y duerme lo que yo no voy a dormir.— Sonrie un poco.

— No quiero irme y dejarte aquí.— Lo miro seria.

— Me estás quitando tiempo de hacer papeleo.— Sonrie y asiente. Se levanta y me da un beso en la frente.

— No te acuestes tarde.— Habla caminando hacia la puerta.

— ¿Te estas riendo de mí?— Ríe desde la puerta.

— Buenas noches, cariño.— Me tira un beso y se va. Río por su gesto.

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Se me ha antojado un maratón para mañana...

¿Alguna petición de cantidad?