Your Anatomy [DEREK SHEPHERD] [GREY'S ANATOMY] [EDITANDO]

8x03: Tenemos que hablar...

8x03
Tenemos que hablar...

— ¿Lo has dejado toda la noche en la cárcel?— Asiento bebiendo de mi refresco.— Se lo merece.— Asiento dándole la razón, el ascensor está tardando bastante, pero finalmente las puertas se abren.— Huelo a pelea...— Mark sale del ascensor, intento salir pero me coge de la cintura y me mete dentro otra vez.

— ¿Que tal la boda?— Me pregunta dándole a un botón.

— Muy bien.— Le sonrio y bebo de mi refresco.— Que pena que te la perdiste...

— Estaba ocupado acumulando antecedentes penales.— Me encojo de hombros.— ¿Sabes qué significa?

— Si, tengo dos cargos. ¿Recuerdas? Conduces muy rápido.— Rueda los ojos.— Dios... Derek apestas a...

— Ya se a que apesto.

— Debo ir a urgencias, Yang me ha enviado un busca.— Las puerta del ascensor se abren.

— ¿Ya la han autorizado?— Pregunta extrañado.

— No, pero puede examinar a los pacientes.— Hago una mueca.— Dúchate. Hueles a pis.— Salgo del ascensor.

— Esta conversación no ha terminado...— Me coje el refresco y las puertas se vuelve a cerrar.

Me a robado la coca cola.

Llego a urgencias, está llena, puedo ver un montón de tíos con quemaduras.

— ¿Que ha pasado?— Le pregunto a Mark.

— Un rayo, los alcanzo a todos.— Dice apuntando en unos papeles.— Lexie, rotura del tímpano, Trauma uno ahora te veo.— Le da los papeles.

— Box dos, dolores en el pecho y brazo izquierdo dormido.— Me da los papeles donde pone toda la información del paciente.— He avisado a Shepherd.— Le sonrio asintiendo.

— Dime una cosa— miro lo que me ha entregado Yang, no parece nada importante— Cuando alguien sale del loquero— dejo los papeles en el mostrador y me apoyo en él— ¿Cuanto tiempo tienes que esperar para pedirle matrimonio?— Abro los ojos, no puede ser.

— ¿Qué? Pero si no sois nada...

— Por eso. Quiero casarme con ella.— Parpadeo.

— ¿No se asusto por eso la última vez?— Le pregunto.— Es muy pronto Mark. Esperate un tiempo.

— ¿Puedes ser más concreta?— Me encojo de hombros.— ¿Enserio crees que la asustaré?— Asiento, hace una mueca y cojo los papeles para ir a mirar al chico.

Lo examino y no tiene nada, la quemadura que tiene es superficial y no hay que desbridarla.

— ¿Ha visto a Kelly? Es una chica, la única chica.— Me pregunta mientras le miro la quemadura.— Cuidado.— Se queja.

— La quemadura es superficial, por ahí entraron los electrones.— Se mira el pecho.

— Tengo el brazo dormido. ¿Por qué lo tengo dormido?— Se asusta, mira a mi lado y sigo la mirada.

— Ahh... Hola, te has cambiado.— Lo miro de arriba a abajo.

— Si, y me he duchado. Dos veces. Gracias a ti.— Dice molesto, ruedo los ojos.

— Este es Russ le alcanzo un rayo mientras jugaba al fútbol, dice que tiene el brazo izquierdo paralizado.— Le cojo la muñeca y se lo levanta un poco.

— ¿Puedes mover los dedos?— Los mueve un poco.

— Cuando llegué no podía moverlos.— Nos mira sonriendo.

— Es una parálisis temporal, normal con ese impacto.— Le mira los reflejos mientras yo voy al mostrador para firmar los papeles del chico.— ¿Sabes que casi me quitan el carnet?— No le hago caso, hago odios sordos.— No pases de mi, Brooke.— Le sonrio a la interna y guarda los papeles, me giro seria hacia Derek.

— Te deberían haber quitado el carnet.— Abre la boca.

— Serás...— Alzo las cejas para que continúe.— Tengo que examinar a una chica, está conversación no ha terminado.

— Si, ya... Lo que tu digas.— Niega suspirando y va a trauma dos.

Owen ha obligado a Cristina a operar, me he negado rotundamente, pero el dirigía la operación, la ha traumado.

— Eh.. He odio lo de Cristina. ¿Está bien?— Me pregunta Derek pillandome en el pasillo.

— No, no lo está, se caso con Owen porque un loco se metió en el hospital y ahora no cree que vaya a funcionar y el imbécil de su marido la ha metido en un quirófano para que volviera a ser la misma, pero no entiende que no volverá ha serlo, nadie volverá a ser e...— Me paro y lo miro a los ojos.

— Para, para, tenemos que hablar.— Me mira a los ojos.

— Dejalo ya, Derek, fue una maldita noche encerrado, conduces muy deprisa, solo quería darte una lección.— Le digo.— Olvidalo y punto.

— No quiero hablar de eso, no tienes que preocuparte por eso.— Niego mordiendome el labio para aguantar las ganas de llorar que tengo.

— ¿Que no me preocupe de eso? Eso es lo único que hago, me paso, cada minuto de cada día esperando una llamada que me diga que te has estampado contra una farola.— Me mira a los ojos, odio que haga eso en mis momentos débiles, me hace caer más, si puedo, en sus redes.— Por eso te deje encerrado. Para estar segura por un momento de que no te ibas a morir. Como cuando estabas en esa mesa. En eso estoy pensando cada vez que cojes la autopista.— Acabo llorando levemente, no quiero llorar, no se que coño me pasa.

— Estoy bien, estoy aquí, estamos bien.— Me sonrie.

— Estaba embarazada y lo perdí, dispararon a Mark y por un momento pensé que te habías muerto.— Me mira triste.— Pensé que estabas muerto mientras escuchaba los gemidos de dolor de mi hermano.

— Lo sé...

— No, no lo sabes. Estuve a punto de perderte, perdí a nuestro hijo por no saber calmarme y la bala que acabo en el brazo de Mark pudo acabar en otro sitio.— Muerdo mi labio.

— No me perdiste, estoy aquí, cariño, siempre lo voy ha estar. Mark está bien, lo sabes, has hablado con él hace nada.— Coge mis manos y las apreta.— Tu no hiciste nada, tuviste un aborto espontáneo por estrés, estabas estresada, triste, endada y nerviosa. No tuviese la culpa, cariño, no la tienes, no tuviste la culpa de nada.— Me atrae a él y me abraza.— No volveré a ir rápido con el coche. Conduciré como un abuelo.— Suelto una risita pequeña.

— No vuelvas a conducir como un loco.— Murmuro contra su pecho.

— De acuerdo...— Besa mi cabeza, me separo un poco, lo justo y lo suficiente como para mirarlo a los ojos, son preciosos, no se como alguien puede tener una mirada tan perfecta.— Te quiero.— Sonrio.

— Te quiero.— Junto nuestros labios.