Your Anatomy [DEREK SHEPHERD] [GREY'S ANATOMY] [EDITANDO]

4x25: Una Espantada y un intento de detective

4x25
Una espantada y un intento
de detective

Los gritos que vienen del salón me despiertan, como llevan haciéndolo toda la semana. Mark y Derek discuten cada vez que se ven las caras, es un horror y no me quieren decir que pasa y no logro averiguarlo. Me levanto y voy al salón.

— ¡Como lo hagas te parto la cara!— Le grita Mark, el oji-azul me ve y no le responde. Esto es así siempre, me ven y se callan.

— ¿Podéis dejar de pelear? Me despierto cada mañana con gritos vuestros. Basta ya.— Digo cansada.

— Lo siento, cariño.— Dice acercándose a mi y besar mi cabeza acariciando mi espalda baja. Miro a mi amigo que intenta matar con la mirada del hombre que tengo al lado.

— Me voy.— Frunzo el ceño.— Voy ha buscar un apartamento.— Lo miro triste, no quiero que se vaya.— Pasa por el lado de Derek y choca su hombro contra el de él, voy tras él para evitar que se vaya.

— Mark para.— Lo aparto de la maleta.— Dime que cojones está pasando entre tú y Derek.— Me mira y luego mira a la puerta, sigo su mirada y ahí está mirándolo seriamente.

— Qué te lo explique este imbécil.— Cierra la maleta, la pone en el suelo y la empieza arrastrar hacia la puerta.

No se que coño les está pasando, y no se que puede ser. Como no se hayan peleado porque uno se ha puesto los calzoncillos del otro.

— Pero no te vayas.— Lo intento seguir pero Derek me coge el brazo parandome.

— Déjalo.— Niego y consigo llegar hasta él antes de que salga.

— Esperame en el garaje.— Asiente mirándome a los ojos, me inclino y le doy un beso en la mejilla y sale por la puerta, no sin antes estrujarle el cráneo a Derek mentalmente, el cual está detrás de mi.

Corro a la habitación a cambiarme, me visto lo más rápido que puedo.

— ¿Por qué vas tan rápido? Queda una hora para que empiece nuestro turno.— Me dice Derek entrando a la habitación.

— Voy ha ir con Mark.— Le digo.

— ¿Por qué?

— Porque es mi hermano y me necesita.— Derek rueda los ojos.— Mira, no sé que coño os pasa pero si tu no me lo dices me lo tendrá que decir él. Vivimos los tres juntos, tenemos que tener un nivel de comunicación mínimo.— Digo acabando de ponerme las botas, me levanto y paso por su lado para ir a la entrada peinandome con los dedos.

— No pasa nada entre nosotros.— No le respondo.— Tienes que trabajar, tienes que hacer un rejuvenecimiento y... ir a ver a tu madre.

— Lo último te lo has inventado.— Le digo cogiendo mi bolso.— Y llegaré a tiempo a la operación, además está Yang en mi servicio, conoce muy bien el procedimiento del rejuvenecimiento, es mi doble retorcido, para cuando llegue tendrá toda las pruebas hechas y el paciente estará anestesiado y solo tendré que abrirle, clavarle dos agujas a su corazón, inyectarle la solución y cerrarle.

— Se que me lo he inventado, pero podrías ir a verla.— Lo miro seria.

— Solo quieres que no vaya con Mark, me ocultas algo, los dos lo ocultais y no me gusta nada que me oculten cosas.— Beso sus labios y salgo por la puerta sin decir nada más.

Miro el edificio, no está mal y está cerca del hospital, llevamos casi tres horas viendo pisos por Seattle.

— ¿Por qué te quieres ir?— Le pregunto por millonésima vez.

— Porque como le vea un rato más la cara a Derek se la parto en millones de pedacitos.— Contesta y entra.

— Dime que te ha hecho.— Niega mientra caminamos hacia el piso que le va ha dicho la chica de la inmobiliaria.— Mark...— Me quejo.

— Te lo tiene que decir él.— Ruedo los ojos.

— Eres insufrible.— Le digo y me sonríe.

— Lo que tu digas pero me amas.— Niego sonriendo, abre la puerta.

— ¿No vivía aquí Callie?— Se gira ha verme después de echar un vistazo al salón y a la cocina.

Salgo del vestuario después cambiarme, queda menos de media hora para que empiece a operar.

— Brooke.— Me paro y me giro para ver a Derek.— ¿Que tal Mark?

— ¿Me lo preguntas enserio? ¿O es para que crea que te preocupa?— Se acaba de acercar a mi.

— Es mi amigo...

— No, es tu mejor amigo y seguramente os habéis enfadado por una estupidez de mierda.— Suspira, mira para los lados, y me besa cortamente los labios.— Un beso no va ha arreglar lo cabreada que estoy.— Sonrie.

— Pero ayuda un poco ¿verdad?

Me encojo de hombros sonriendo y me vuleve a besar. No hay nadie que nos pueda ver, o eso creo.