Capítulo XVI

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-No es posible-
Murmuré al ver a Elizabeth Banks y Lara Torres caminando entre la multitud, en una clara búsqueda de nosotros.

Me moví rápido a donde Parker y en cuanto lo tuve de frente dije;
-Están aquí, nos encontraron. Esas detectives que tanto tachabas como mediocres ¡nos han seguido el rastro y ahora nos pisan los talones!-

-Manten la calma mujer ¿dónde están?-

-Por allí-
Dije, e hice un ademán con mi cabeza señalando la dirección en que venían.

Parker las identificó al instante.
-Bien-
Dijo Parker al verlas.
-Irás con Guerrero y usarás tus poderes para que suba al avión.-

-¿Has enloquecido?-

-Obedece Ana-

-Jamás lo convenceré. Y menos ahora que las tenemos detrás nuestro. Ellas ya llegaron hasta aquí, y yo...-
No terminé de hablar cuando una de sus manos chocó contra mi mejilla haciéndome dar un grito de sorpresa y provocándome un ardor instantáneo.

Estábamos en un pasillo solitario y nada transitado, así que nadie prácticamente había visto la bofetada.
Llevé mi mano a la zona que dolía y voltee a ver a Parker con el mayor odio que pudieron expresar mis ojos.
Él sólo mantenía su cara inexpresiva y de aburrimiento, lo que me hacía querer matarle en ese mismo momento, ya me daba igual si me arrestaban o no.

-Ve a hacer tu maldito trabajo, yo me encargaré de que no lleguen a nosotros ya que al fin y al cabo, ellas te siguieron a ti.-
Se fue.

Te odio Parker Jones

Caminé al mismo tiempo en que me vestía con distintas prendas que obtenía de mi bolso. Una bufanda rara, lentes de secretaria falsos, un lápiz delineador con el que me había dibujado un lunar en mi mejilla que ahora debía retocar... Tenía que mantener el anonimato después de todo. En los muchos asientos de espera, estaba Guerrero completamente fuera de sus sentidos. El hombre había llegado a cierto punto de resignación en el que no emitía palabra y simplemente hacía lo que le decíamos.
Al llegar a él, le saludé a lo que él solo me miró con desdén.

-Es hora de que abordemos.-

-No iré a ninguna parte con ustedes-

-No te estaba preguntando. Es hora de que abordemos, muévete y no tendrás problemas.-

Él me miró con unos ojos de lástima, como si fuera a suplicar. Entendí que seguía un sermón.
-No hagas esto Ana, eres muy joven, puedes iniciar tu vida de buena forma en otro lugar, pero no de esta manera.-

-Tú no sabes lo que me conviene Guerrero, nos decepcionaste, nos traicionaste. Tienes suerte de seguir vivo.-

-Y lo volvería a hacer querida. Prefiero estar muerto antes que formar parte de sus retorcidas ideas egoístas.-

-No olvides que eras parte de nosotros desde un principio. Ahora, si tanto quieres morir, será un placer encargarme.-

-Tenía mis razones para hacerlo-
Dijo ignorando mi amenaza.
-Y tú Ana ¿por qué estás en todo esto? Si se puede saber.-

-También tenía mis motivos, los cuales no te incumben.-

-Oh vamos, todos sabían de tu romance con James. Incluso yo aún  después de ser despedido.-

-Que por cierto, ¿por qué te despidió James? Eso también no me termina de quedar claro-
Atajé con fastidio y retándolo.

-Lo hizo sólo porque le dije la verdad sobre él. Y ahora no tengo miedo ni ninguna clase de presión de decirlo-.

El Misterio Del BrasierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora