Capítulo XII

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Ana:

-Tenemos a Guerrero-

-Date prisa, ya estoy esperándolos-

-Estamos cerca. Tuve que dispararle a Smith-

-¡Qué!-
Gritó la voz del otro lado del teléfono-
-¿Eres idiota o qué?-

-No tenía opción-

-Quién más estaba-
No respondí.
-Ana, quién más estaba ahí-

-Los chicos, la otra detective y algunos oficiales. Apenas si salimos con vida-

-¿Has perdido el juicio?-

-¡Si le disparaba a otro no hubiera importado! James era el blanco por el que me hubieran dejado escapar para atenderlo-

-¿Dónde le disparaste?-

-Al corazón-

Lo oí maldecir
-Pon a Jhonny en el teléfono y activa el altavoz, quiero que oigas todo lo que tengo que decir-

Hice un ademán dirigiendo el aparato hacia uno de mis acompañantes quien lo tomó sin titubear.

-¿Señor?-

-¿Está la señorita Mills escuchando?-

Él presionó el altavoz y me miró desconfiado.

-Ahora si señor-

-Bien. Van a trasladar a nuestro amigo hasta el hangar del cual ya saben la dirección. La señorita Mills se va a encargar de recuperar nuestro gancho en la mansión-

-¡Qué! No, no voy a volver a ese lugar-

-¿Te pregunté si querías?-

-Ya dije que no-

-Está hecho, Ana, te esperamos en el hangar, confío en que te moverás rápido-
Colgó.

-Imbécil, está demente si cree que voy a regresar, chicos, vámonos, o nos retrazaremos-

Ambos se miraron entre si, y se colocaron frente a mi amenazantes.

-El señor Jones fue claro en sus órdenes-
Dijo uno de ellos.
-Nos iremos-

-No hablan enserio-
Los miré incrédula.
-No cuenten con que iré a la mansión otra vez ¡Yo los saqué con vida del maldito hospital!-
Ambos comenzaron a acercarse, entonces saqué mis armas y les apunté.
-Nos vamos todos o no se va nadie-

Ellos sacaron sus armas y al igual me apuntaron.
-La advertencia también va para usted-

Touché

-Chicos... Somos todos amigos, no hagan algo de lo que después se arrepientan-

-¿Se da cuenta de que todas sus amenazas van en su contra?-

Resoplé.
-Solo vámonos, luego veré como aplaco a Parker, lo conozco, él no se molestará si no voy a la mansión lo prometo-

-Entregue el arma Mills, ahora-

-Somos dos contra una-
Dijo el otro.
-Sea sensata-

Los miré una última vez sin creer lo que estaba sucediendo y me agaché para resbalar mis pistolas hacia ellos.
-Están cometiendo un error-

El Misterio Del BrasierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora