REC | Sterek

V_014

El lente de la cámara apunta hacia el dormitorio que Derek y Stiles comparten.

La cama está deshecha y un solitario lobo de peluche se encuentra sentado sobre ella, ignorando el completo desorden alrededor suyo con una permanente sonrisa canina.

El ventanal al lado de la cama revela que aún es invierno, aunque unos pocos rayos de sol prevalecen entre las nubes y el brillo se filtra a través del vidrio, iluminando la figura que se halla frente al armario.

Derek mentiría si dijera que la escena ante él no hacía a su lobo querer aullar de felicidad y orgullo. Stiles no se asustaría al escuchar un sonido así, pero probablemente lo tomaría por sorpresa y cosas así podrían ser dañinas para el pequeño.

(Tal vez resulte ser un hombre lobo y, a consecuencia, sería bastante difícil que algo similar a aquello le afecte, pero Derek toma sus precauciones.)

El castaño se observa a sí mismo con intensidad en el espejo, girando y cambiando de posición cada pocos segundos. No se da cuenta de su esposo ni de la filmadora mientras sostiene el borde de su camiseta sobre su abdomen. Su mirada es suave a la vez que analítica, como buscando algo en la superficie hinchada de su piel.

La imagen de la cámara se estremece levemente, tal vez Derek acomodándose en el marco de la puerta.

Una de las manos de Stiles se desliza hasta su redondeado vientre. Su condición resulta más que obvia, comparado con el pequeño bulto recién formándose hace un par de semanas atrás. El joven acaricia cerca a la base, notando algo que la cámara no.

—¿Stiles?,— habla Derek en voz baja, tratando de no sobresaltar al mencionado.

En respuesta, Stiles se apresura en bajarse la camiseta y voltear con una mano en el pecho.

—¡Dios! Derek, mi corazón...— Cierra los ojos y sus labios intentan curvarse hacia arriba. Sospechosamente, suspira con irregularidad, regresando su atención a su esposo. —La próxima vez que vayamos a la playa podrán usarme como pelota ¿Quién sabe? Tal vez pueda quedarme con las ballenas.

Derek deja la cámara en el mueble más cercano, caminando hacia su esposo. Envuelve sus brazos alrededor del castaño y, con un movimiento rápido, vuelve a levantar su camiseta por encima de su vientre. Stiles emite un pequeño sonido de sorpresa, pero no hace nada para tratar de detenerlo.

—Creo que encajarías mejor en nuestra casa,— dice, besando el cuello del otro, en donde la cicatriz de una mordida se halla adornando la piel. Las palmas de sus manos tocan la protuberancia de su abdomen, justo sobre las estrías que recién empiezan a formarse, y la antes débil sonrisa de Stiles gana algo de vida a la par que sus propios dedos se entrelazan con los de el hombre lobo.

—Creo que tienes razón.

N/A ✿ Wenas :) ¿Alguien ya escuchó Monster de Seulrene? Está un poquito adictivo.

Cuídense muchísimo <3.