REC | Sterek

V_016

El lente de la cámara enfoca el umbral de una puerta, en donde una sombra oscura se asoma.

Pelaje negro parece brillar en contraste con la oscuridad alrededor, haciendo visible a un par de orejas levemente redondeadas y un rostro lobuno. Los ojos carmesí del robusto animal observan atentamente al camarógrafo, como pidiendo permiso.

Stiles suelta una risita. Hace un gesto para que el otro se acerque y dice: —Eres mi esposo. Hemos follado tantas veces que me parece increíble que aún tengas miedo de lastimarme.

El lobo, quien caminaba con pesar hacia el castaño, gruñe y se abalanza contra una de las manos que están apoyadas en el mueble, mordisqueándola por un momento con peligrosamente largos caninos antes de sentarse sobre la alfombra que recubre las baldosas de madera en el suelo, justo al lado de Stiles.

—Eres un bebé adulto,— declara el menor luego de pasarse un rato haciendo una guerra de miradas con Derek. El lobo resopla con falso fastidio. —Ya, ya. Un adulto bebé.

Con un movimiento rápido, pelaje negro llena el lado desocupado del sofá, consciente de su tamaño en su forma actual y pendiente de que ninguno de sus descuidos sea causa de dolor para Stiles.

En cuanto el lobo se acomoda, bastante bien acurrucado en el mueble y con las patas sobresaliendo de los cojines, voltea el cuello y da unos lametazos en la cara al castaño.

La imagen se mueve, apuntando hacia otra dirección mientras que Stiles trata inútilmente de que Derek deje de comerle las mejillas a la vez que se ríe (y el lobo solo puede pensar en proteger aquella sonrisa cueste lo que cueste.)

Cansado de atacar al castaño, Derek vuelve su mirada hacia el redondeado vientre de Stiles y suavemente restriega su hocico contra este.

—Esto me parece un tanto familiar,— afirma. —Tienes suerte de que los demás hayan ido a correr por el bosque. ¿Qué pensarían si vieran de esta manera al gran e imponente alfa?,— pregunta, aguantándose la risa y llevando su mano desocupada a acariciar al lobo entre las orejas.

El lobo se detiene para gruñir, pero el sonido solo desencadena en un sonido extraño mientras que Stiles rasca detrás de una de sus orejas, obligando a su pata trasera a moverse rítmicamente al igual que su cola.

Derek se mantiene derecho, negándose a ceder completamente ante los milagrosos dedos del castaño. Eso, antes de que el puño del bebé se hiciera visible en la pálida piel del abdomen de Stiles y a través de la camiseta de Batman que lucha por estirarse sobre su crecida forma.

Solo en ese entonces, Derek se permitió derretirse sobre el pecho de su esposo, suspirando y sumergido en el olor a leche y miel.

N/A ✿ Buenas :D Otro capítulo terminado, espero que les esté gustando hasta ahora :).

Cuídense muchísimo y hasta la otra semana <3.

Pd: Ya sé que el lobo de la multimedia no tiene ojos rojos, perdónenme pls :'v.