Capítulo 61

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Jungkook se encontraba sobre un taxi junto con Somi en camino a su casa. La mano de la joven se encontraba sobre las de su hermano brindándole tranquilidad ya que al haberle contado lo que había pasado con Jimin, este se había alterado tanto que hasta pudo haber llegado a llorar y correr hasta su hogar con su esposo para aclarar las cosas y admitir que había sido un completo idiota al mentirle y buscar alguna manera en que Jimin lograra perdonarle ya que en ningún momento quería perder a la persona que más amaba por tonterías que había hecho en el pasado.

Sí, Jungkook lo aceptaba, había sido un completo idiota al querer alejar a una persona como Jimin de su vida. Pero por ello, estaba completamente arrepentido, y quería reparar cada daño que le había hecho indirectamente, quería hacerlo tan feliz como él lo era en esos momentos a su lado.

—Jungkook, hemos llegado. —el azabache salió de sus pensamientos al escuchar la voz preocupa de su hermana a su lado, miró a su costado y visualizó por la ventana su hogar, tal y como lo había dejado—Creo que aquí es donde me voy a casa, no creo que sea buena idea quedarme. — asintió y pasó su mano por su nuca.

—Gracias Somi. —la chica le sonrió levemente y se despidió de su hermano. Jungkook abrió la cajuela del auto y tomó sus maletas entre sus manos para luego llegar a la puerta y sacar sus llaves que su hermana le había devuelto.

Su corazón latía con fuerza, deseaba entrar y ver a su esposo feliz de verlo, que se lanzara a sus brazos y le besara con cariño, como tanto lo extrañaba. Pero en cambio sabía que recibiría una no muy grata bienvenida, una en donde los dos saldrían dañados sin escrúpulo alguno.

El azabache abrió la puerta de la entrada principal y dejó sus maletas a un lado de la puerta para alzar la mirada y observar a todo a su alrededor. Todo sonaba silencioso, a pesar de la televisión del salón con volumen bajo. Su sonrisa apareció sin pensarlo dos veces al ver a su pequeño acostado en el sofá y tomando su biberón mientras veía las caricaturas en la televisión.

—Pequeño monstruo, cuidado te atragantas. —soltó con burla y llamando la atención de su hijo al cual le brillaron sus ojitos al ver a su padre de nuevo después de alrededor de un mes sin estar a su lado.

—¡Mami! ¡Mami! —Jisung lanzó su biberón a algún lugar de la sala y corrió a los brazos de su padre el cual lo cargó y recibió con risas los repetidos besos de su parte por todo su rostro dejando uno que otro rostro de baba en él.

—Te extrañé tanto pequeño. —murmuró acariciando los cabellos castaños de su hijo con cariño.

—Jeon Jisung, ¿Por qué la leche de tu biberón está regada hasta la cocina? No hagas desastre... —Jimin se quedó quieto y paralizado al ver a su esposo en la entrada cargando al pequeño y el menor abrazando su cuello mientras restregaba su mejilla con la de su padre.

—Cariño —Jungkook bajó a Jisung de sus brazos y se acercó a Jimin para llevar una de sus manos a la mejilla de su esposo y acariciarla con tranquilidad—me alegra tanto verte.

En cambio, Jimin sintió su corazón apresarse con fuerza en su pecho y sus ojos ardiendo con ganas de llorar al ver a Jungkook de nuevo luego de leer aquella carta.

No sabía tan si quiera que decir en ese momento, no sabía cómo sentirse al respecto.

—¿Qué haces aquí? —soltó tratando de no sonar con la voz temblorosa y queriendo ser rudo. Algo que le costaba, odiaba ser así con alguien que amaba con toda su alma.

—Necesitaba verte, y necesito aclarar las cosas, Jimin. —el castaño entendió y cerró sus ojos con fuerza mientas apartaba la mano de Jungkook y daba dos pasos hacia otras—Necesito que me escuches amor.

ᴍᴀᴛʀɪᴍᴏɴɪᴏ ꧁ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora