Capítulo 40

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Jungkook no sabía qué hacer en ese momento.

Su celular vibraba entre sus dedos y reflejaba el nombre de su hermana sobre la pantalla. Su interior le decía repetidas veces que no respondiera, que solo apagara su celular y entrara de una vez a la reunión empresarial, porque Somi nunca le llamaba, ese había sido el trato, no hablarse a pesar de que fuera algo importante. Y el ver su nombre reflejado en la pantalla no hacía nada más que aterrarle, en verdad, le aterraba el hecho que Jimin fuera el tema de aquella llamada. No sabía si contestar sería la mejor opción.

—Vamos a la reunión Jeon, se está haciendo tarde. —dijo Jackson confundido al ver que no despegaba la vista de su móvil con una expresión incomprensible—... ¿Jungkook?

—Adelántate, te alcanzo dentro de cinco minutos. —su amigo asintió no muy convencido y entró al edificio de nuevo junto con su maletín y el de Jungkook. El azabache caminó hacia un árbol del jardín y se paró bajo la sombra mientras deslizaba su dedo por el señalamiento "Contestar" en la pantalla de su móvil.

Apretó el móvil entre sus puños con fuerza y mordió su labio inferior.

Jungkook. —la voz de su hermana retumbó en sus oídos.

Su voz se encontraba relajada y seria.

—Somi.

Dos meses sin hablar, ha sido mucho tiempo. ¿Cómo te ha ido en tu nueva vida, hermanito? —el azabache identificó al instante aquel tonó de rabia en su voz—Has de estar muy feliz con Carrie, ¿Cómo está ella?

—Estoy mejor que nunca, venir a Inglaterra fue la mejor decisión que pude haber tomado. —mintió—Carrie está con su madre ayudando en el restaurante familiar, ella está bien. ¿Cómo está todo por allá?

En resumen, todos estamos decepcionados e impresionados; incluyéndome. — escucho de fondo las risas de Jimin. Sintió un dolor inmenso en su pecho. Un pequeño silencio inundo la llamada luego de aquella voz, sabía que Somi se había callado por ello y eso le daba rabia. Jungkook sintió grandes oleadas de múltiples sentimientos recorrer su cuerpo, rabia y tristeza principalmente, necesitaba colgar la llamada.

No puedo soportar esto.

Voy a colgar, tengo una reunión muy import-

Y dime, ¿No quieres saber cómo esta Jimin? ¿No preguntaras por tu Ángel? —el mencionado apretó la tela de su traje entre sus dedos y apretó los parpados con fuerza—¿No quieres saber por qué todos estamos decepcionados e impresionados? ¿No te come la intriga?

—Deja los malditos juegos para luego Somi. No necesito preguntar por Jimin, el ya no existe para mí, él ya es pasado en mi vida así que no tengo por qué preocuparme o preguntar por él. Si quieres que me comunique con él, si quieres decirle la verdad de mi desaparición, entonces dile para que sufra y decaiga, para que tengas oportunidad de enamorarlo y quedártelo, por qué eso es lo que querías desde un principio, ¿Verdad? ¡Pues felicidades! Jimin es todo tuyo, puedes casarte con él y hacer con él lo que te plazca. El ya no es mi problema, ya no es parte de mi vida, ¿Bien? Así que no vuelvas a llamar por tonterías como esta. Tengo una reunión que atender y no tengo tiempo para juegos. —el silencio inundó la llamada por alrededor de un minuto. Jungkook estaba a punto de separar el celular de su oído y teclear el señalamiento de "Colgar" si no fuera por la voz de su hermana la cual le había interrumpido por completo.

No pensé que fueras así de miserable Jungkook, me das repugnancia al igual que pensar que tenemos la misma sangre. Y no, no pienso volver a intentar algo con Jimin, él está enamorado e ilusionado gracias a una persona la cual le regalo uno de los mejores sentimientos, pero también se los arrebató. Él aun te ama Jungkook, y no sabes cuánto.

Al momento de que el mayor había escuchado la voz de su hermana en aquel estado –furioso y apagado- sabía que algo no andaba bien, que ella no había llamado por simple capricho, en verdad había algo más grande detrás de ello.

Quería parar, quería colgar y destrozar cualquier cosa que se le pasara enfrente; quería llorar de la rabia, siempre había sido un hombre el cual no media sus palabras, soltaba sin pensar, hablaba sin razonar sus frases. No analizaba lo imponente que podía llegar a sonar o lo que podían provocar en alguna persona a la cual se le iba dirigida. Jungkook por ello quería colgar, quería cerrar la boca y desquitarse físicamente con alguien o algo; necesitaba olvidar a Jimin lo más pronto posible.

—Yo no amo a Jimin, nunca lo amé, solo fue un maldito juego joder, él no me interesa, hazlo saber, el solo fue un capricho más. No me interesa lo que le pase, para mi él está muerto. —sus manos empezaron a temblar y sus ojos empezaron a arder con ganas de soltar lagrimas las cuales llevaban aquellos dos meses reservadas, desde el momento en el que había besado la frente de Jimin y se había despedido a escondidas de su pequeño.

—¡Mierda Jungkook! ¡Tú no puedes hacerle esto a Jimin! —el azabache logro escuchar un sollozo de parte de la chica—¿Por qué tenías que ir tras el? ¿Por qué tenías que ocasionar tanto daño, hacerle daño? Él no lo merece, no ahora... —un nudo se formó en la garganta del moreno al momento de escuchar a Somi llorar a través de la línea.

Jungkook no sabía que ocurría.

—¿A q-que te refieres con "No ahora"? —Jungkook se desesperó al no escuchar respuesta y azotó su puño contra la madera del árbol frente suyo—¡Contesta joder!

Está embarazado.

—¿Qué?

Jungkook, Jimin esta embarazado, está esperando un bebé tuyo, ya hicimos pruebas profesionales; está esperando un hijo tuyo.

Al momento de que el azabache escucho aquella frase, colgó.

Lagrimas recorrieron sus mejillas inconscientemente, sus manos temblaban y su celular se encontraba siendo apresado entre sus puños los cuales eran apretados con fuerza. Los nudillos de su mano izquierda habían empezado a sangrar debido al repentino golpe que le había proporcionado al árbol cerca de él. Se sentó apoyado al árbol y cubrió su rostro con sus manos temblorosas. No entendía por que lloraba, no entendía por qué su corazón se aceleraba y sentía culpa, culpa por él mismo, por lo cobarde que era. Por qué Jungkook lo sabía, sabía que era el hombre más cobarde que podía existir en el planeta.

Sintió unas manos posarse sobre las suyas y una voz más que conocida entrando a sus oídos.

—Todo está bien, amor. —susurró Carrie contra su oído y acariciando su cabello con ternura—Jackson me llamó, me dijo que te veías mal y vine corriendo del restaurante. No sé lo que te ocurra pero quiero que a pesar de todo sepas estoy aquí, contigo.

—Soy un imbécil Carrie, no me merezco a alguien como él, no me merezco a Jimin.

Con un corazón adolorido, Carrie abrazó a Jungkook y murmuró una pequeña frase sobre su cuello la cual hizo retumbar sus sentidos en cuestión de segundos:

—Te mereces al mundo entero. No te contengas, amalo, ama a ese chiquillo y arregla tus errores antes de que sea muy tarde. Se feliz para que yo logre serlo igual.

"Arregla tus errores antes de que sea muy tarde"

Tarde, ¿Ese momento llegaría? ¿Llegaría el momento en el que Jimin crearía en sus palabras? No estaba seguro, nada era seguro.

Lamentablemente Jimin también era un persona la cual tenía limites, un límite el cual Jungkook alcanzaría y se arrepentiría de ello. Eso estaba por seguro.

ᴍᴀᴛʀɪᴍᴏɴɪᴏ ꧁ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora