Capitulo 19

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Martina

- Mami –dijo Emma al verme entrar por la puerta.

- ¡Bebé! – la abracé – Te extrañé mucho mi vida – dije llenándole de besos la cara. – Gracias Adela. – dije acercándome a ella y dándole un beso en la mejilla.

- ¿Y para papá no hay beso? – preguntó Sebastián entrando a la casa, yo había bajado antes de que estacione al coche y por eso llego después, Emma ni bien lo vio se salió de mis brazos y corrió a abrazarlo, su papá era su adoración – Hola muñequita – dijo él cargándola y le beso la mejilla.

- Hola Sebitas – dijo Adela — ¿Vamos a almorzar? Mañana regreso a Medellín y solo he disfrutado de mi nieta, nada de ustedes.

- Claro – dijimos Sebastián y yo al mismo tiempo.

Almorzamos con Adela y luego volvimos a casa.

- Amor – dijo Sebastián después de salir de la ducha, Emma quiso hacer una torta con él, o bueno quiso hacer una torta de ÉL porque lo baño en masa y luego se durmió cuando terminamos de bañarla.

- ¿si? — dije acercándome para darle un beso y entrar a la ducha.

- Acaba de llamar Ashley – dijo y yo me tensé, tenía miedo de que me quitará a mi familia. – Y me dijo que si podemos ir en dos días, le alegró que también vengas.

- Bueno – dije fingiendo emoción, me metí al baño y cerré la puerta con llave.

Necesitaba relajarme, ya no quería ver a Ashley, ¿y si Sebastián aún la amaba y no lo sabe? Quizá y cuando la ve se de cuenta de que nunca la dejó de amar. Salí de la ducha, me peine, me puse crema y salí para ponerme la pijama, vi que Sebastián estaba ahí, pero no le tomé importancia y seguí vistiéndome. Luego de ponerme la pijama me acerque a dejar la puerta pegada para escuchar a Emma si se levantaba.

- ¿Te molesta algo? ¿Quieres que cancele todo? ¿Qué pasa amor? – dijo pegándome más a él.

- Tengo miedo de que aún tengas sentimientos hacia ella – dije dándome la vuelta.

- Amor, eso no va a pasar, ya la olvidé hace mucho tiempo. Hago esto porque está enferma y quiere conocer a su hija, y ni es por ella, es por Emma, ella tiene derecho a conocer a su madre, pero nada más, no te estreses ¿si?... Ahora a dormir que mañana compraremos los regalos de navidad.

**

- ¿Segura que esto le va a gustar? – dijo Sebastián inseguro.

- ¡¡Si!! – le dije desesperada, le estábamos comprando a Emma su regalo de navidad, era una casa de juguete hermosa, tenía de todo.

Eran las 5pm y teníamos los regalos ya comprados, aunque los de Emma aún estábamos comprando, pero hasta ahora ya tenía varios juguetes.

Hoy en la mañana ya había comprado los de Sebastián, y entre esos estaba un gorro que decía "The Best Dad"

**

- ¿Lista? – preguntó Sebastián con Emma en brazos.

- Sí – respondí soltando un suspiro, él tocó el timbre y luego de unos minutos nos abrió un chico.

- Hola Daniel – dijo Sebastián intentando ser amable – Te presento a Emma, mi hija, y a Martina, mi novia.

- Un gusto – dije, pero ese me ignoró.

- Ashley los espera en su cuarto – dijo seco y se fue, dejándonos en la puerta.

- ¿Vamos? – preguntó Sebastián, me tomó de la mano y la apreté fuerte mientras nos dirigíamos a la planta de arriba, era una casa muy grande. Subimos hasta el fondo del pasillo, donde había una habitación con la puerta entrecerrada, Sebastián golpeó la puerta y se escuchó un ronco "pase" y así lo hicimos, la habitación era grande, y en la cama se encontraba una chica pálida, sin cabello... linda, no se le veía mal.

- Sebastián – dijo muy feliz, y no, no era momento para celos. – Me alegra que vinieras también tú, Martina – dijo y yo le sonreí, Sebastián se iba a acercar, pero cuando Emma la vio se puso a llorar, no le gustaba que la acerquen a gente que no conoce.

- Deja la tranquilizo – dije cargándola.

- No, Martina, deja que Sebastián la lleve, quiero hablar contigo a solas – Sebastián me miró como preguntándome, yo asentí y él salió. – Gracias – me dijo de la nada. – Por permitirme hablar contigo y no juzgarme.

- No soy nadie para juzgarte, hiciste lo que creíste mejor, creo...

- Para mi, hice lo mejor para mi, fui muy egoísta, la dejé por no arruinar mi vida, pero igual se arruinó con esta estúpida enfermedad. Martina, lo que dice Sebastián es verdad, yo no quiero hacer esto por Emma, yo lo estoy haciendo por mí, para que Dios de alguna manera me perdone. Yo nunca quise tener hijos y cuando Emma nació, me dio miedo y por eso me fui, pero amo a Emma y a veces me arrepiento de haberla abandonado, pero quizá eso fue lo mejor para todos. Sólo te quiero pedir que la cuides, sé que nada de lo que estoy diciendo tiene sentido... – Y comenzó a toser, yo me desesperé y le alcancé un vaso con agua, eso ayudó. – Gracias... ahora sí, mmmh... bueno, quiero que la cuides mucho y pedirte un gran favor.

- Claro.

- Puedo darle el...

- Tini, puedes cargar a Emma, quiere verte y ya sabes cómo se pone – dijo Sebastián entrando por la puerta con Emma en brazos.

- ¡Mami! – dijo y se lanzó a mí, la abrace y ella con sus manitos me agarró la cara, plantó un pequeño beso en mis labios, yo le sonreí y le di otro pico. Emma era una nena muy tierna y amorosa, me encantaba que sea así, la amaba, la amaba mucho. Vi de reojo a Ashley y ella sonreía con tristeza, pero yo no podía hacer nada.

- ¿Qué pasa cielo? – dije acomodándola en mis piernas, ya que estaba sentada. – Saluda – dije, pero ella solo escondió su cara en mi pecho. – Emma – le advertí.

- Hola – dijo con la manito.

- Hola – dijo Ashley sonriendo.

- Es erto e te vas a ir – dijo de la nada y señaló arriba "al cielo" Sebastián y yo abrimos los ojos como plato.

- ¡Emma! – dije retándola.

- No importa – dijo sonriendo Ashley.

- Papi me dijo eso – lo señalo.

- Si, bueno así pasa—dijo Ashley restándole importancia. — ¿Cuántos añitos tienes? – Y Emma le mostró el dedo índice diciéndole que tenía un año.

- Oh, hablas muy bien para tu edad... ¿quieres galletas?

- ¿Poyo mami? (puedo mami)– me preguntó con un brillo en sus ojos, amaba las galletas.

- Claro que podes bebé.

- Martina, ¿me dejas hablar con Sebastián? Abajo pídele a Daniel las galletas.

- Okey.

- ¡Aios miga! – dijo despidiéndose Emma con la mano. (adiós amiga)

- Adiós pequeña.

Luego de comer las galletas y jugar un rato volvimos a subir...

Maratón 4/5

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La niñera de Emma | Sebastini ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora