Capitulo 23

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***

Tini cada día extrañaba a su familia, osea Emma y Sebastián, y se convencía de que su felicidad era con ellos.

Sebastián por su parte estaba pensando hasta lo imposible para recuperarla.

Había pasado varios días desde que Sebastián mando las flores, pero desde ese día Tini no supo más de él. Ashley había empeorado y él no quiso dejarla sola, ya que de alguna manera se sentía culpable. Falleció luego de unos días y él se hizo cargo de todo, ya que el hermano de Ashley se lo había pedido y él simplemente no se negó.

Por otra parte, Tini pensaba que Sebastián ya había decidido quién era la persona que realmente quería, por lo que trataba de estar bien y aunque Laura intentaba darle ánimos, ella simplemente no se sentía bien.

Martina

¡Dos semanas! Dos semanas han pasado desde que no sé nada de Sebastián ni de Emma, y siento que me volveré loca, extraño todo de ellos, desde las cosas más dulces hasta los berrinches y travesuras... pero seguiré con mi vida, tenía que hacerlo, si él ha podido ¿porque yo no? Por un lado sentía que Sebastián jugó conmigo al mandarme esa nota con las flores, me ilusionó y luego no supe más de él, y por otro, pienso que no sé que esperaba con eso.

Estaba yendo a una cafetería, donde quedé en verme con Sofía y Sara, las comencé a buscar con la mirada y las vi en la mesa del fondo del lugar, creo que ellas también me buscaban, hasta que lograron verme y Sofía se levantó a abrazarme.

- ¡Tini! No te he visto en tanto tiempo.

- ¡Sofi! – dije devolviéndole el abrazo.

- Tini – dijo Sara abrazándome también. – No te he visto como dos, ¿tres semanas? Te exrañamos.

- Yo también.

Nos sentamos y comenzamos a hablar de todo, me contaron que Ashley había fallecido hace unos días y eso me hizo sentir algo mal. ¿Cómo estaría Sebastián? Seguro y está muy triste, ojalá y lo supere pronto. Luego cambiamos de tema, no me sentía cómoda hablando de él.

Estaba saliendo de la cafetería cuando veo a lo lejos a los chicos, antes de que me vean me di la vuelta para regresar a mi departamento.

- Se te olvida que te conozco muy bien – dijo alguien a mi lado, era Sebastián. – Sabía que ibas a tratar de evitarme— me jaló hacia él.

- Sebastián... — dije nerviosa, era difícil estar sin él, pero no quería tenerlo cerca, se suponía que tenía que olvidarlo, no verlo.

- Tenemos que hablar – dijo. Claro, desaparece por semanas y ahora vuelve para ser su segunda opción.

- No – dije seria. – Todo está más que claro.

- Tini...

- ¡No Sebastián! ¡No seré tu segunda opción! – dije y caminé lo más rápido que pude, pero Sebastián me cargó.

- Tú y yo vamos a hablar quieras o no – gruñó mientras se dirigía a donde estábamos antes, luego me subió a su carro, intenté bajarme, pero no podía. – No intentes más nena, esta con seguro – dijo burlón.

-  ¡Sebastián déjame bajar! – dije enojada, pero él me ignoró y comenzó a manejar. Luego de cómo quince minutos me cansé de hacer berrinche y comencé a "disfrutar" del viaje, estaba enojada, pero Sebastián, él tenía una sonrisa en la cara. Luego de un buen rato Sebastián estacionó en medio de la nada. — ¿Dónde estamos?

- No lo sé – se encogió de hombros. – Solo sé que tenemos que hablar y no podrás escapar – me sonrió y luego se puso serio. – Tini solo escúchame, y si después de lo que te tengo que decir quieres irte lo aceptaré, pero por lo menos escúchame, por favor.

- 5 minutos.

- 10.

- 5.

- 9.

- 7 o nada.

- Está bien, pero no me interrumpas.

- Ya.

- Martina, sé que hice mal, ni sé porque mierda lo hice, no sé si era por pena, por lo que me dijo, por los recuerdos o por impulso, yo... yo no lo sé, pero cuando me preguntaste si te perdonaría no sabía que responder, sabía que con eso te había perdido... o eso creía. Tenía un plan, era desde que te mande las flores, ¿recuerdas? pero Ashley murió y Daniel no quería preparar todo solo, no quería estar solo, y yo sentí que era mi obligación ayudarlo y... perdón por todo mi amor, estas semanas lejos de ti ha sido un infierno para mí, me di cuenta que te amaba más de lo que pensaba, solo te pido una oportunidad, solo una te pido y te prometo que no voy a volver a fallarte o lo voy a intentar... amor... yo, no puedo estar sin ti.

No sabía que decir, ambos estábamos muy sensibles, realmente lo había extrañado tanto, solo quería decirle que lo amaba y que habían sido los peores días de mi vida y besarlo y abrazarlo, no aguanté más y lo hice.

- ¿Y Emma? – pregunté, estaba muriendo por verla.

- ¿Quieres verla?

- ¡Obvio! Me estoy volviendo loca sin mi hija – dije, era la primera vez que la llamaba así y me puse roja por haberlo dicho en voz alta.

- ¿Tu hija? – me miro sonriente y me dio un pequeño beso. – Me alegro que lo veas así.

- ¿Ya podemos ir a verla?

- Si – rió y arrancó el carro.

(...)

- ¿Cuándo te mudas? – preguntó cuándo estacionó.

- ¿A dónde?

- A casa amor, ¿Cuándo vuelves?

- No lo sé... el fin de semana supongo.

- ¡Falta mucho! – se quejó.

- Ya veremos – dije y bajé del carro, entramos a la casa y ahí la vi.

- ¡¡¡Mami!!! – gritó Emma corriendo hacia mí.

- ¡Mi amor! – la cargué y empecé a darle besitos por toda la cara. — ¡Te extrañé tanto mi vida! – le dije y mis ojos se llenaron de lágrimas.

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La nueva novela ya está disponible en el perfil, espero puedan ir a leerla, se llama "trato hecho" ☺️

La niñera de Emma | Sebastini ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora