Capitulo 3

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Martina

"Pasajeros del vuelo 51230 con destino a Madrid, España; por favor embargarse que el avión está por despegar". El día que nadie quería que llegue, acababa de llegar, y a todos nos dejaba tristes.

Los chicos comenzaban el tour del tercer disco, y no podría ver a Sebastián durante cuatro largos meses, en los cuales él tendría vacaciones dos veces, pero estaría con los chicos preparando las canciones del cuarto álbum. Era posible viajar, pero la verdad prefería que se quede en el país que esté, no porque no quiera verlo, si no porque las despedidas son algo tristes, y no quiero que los niños, ni Sebastián, ni yo tengamos ese sentimiento de pérdida cada vez que tomara el avión.

La parte positiva de todo esto es que el tour terminaría en América, por lo que nos podremos ver tranquilamente en lo que resta del tour.

- Voy a extrañarte – le dijo Nath a Simón, dándole un fuerte abrazo. Los chicos aún no sabían sobre su embarazo, y creo que Simón se los dirá en el transcurso del viaje.

- Solo serán unos meses ¿si? Además te veré en dos semanas – dijo dándole un beso y siguió a abrazarme a mí – Cuídate mucho Tini – me dio un beso en la mejilla y limpió las lágrimas que caían de mis ojos, me sorprendió mucho saber que estaba llorando, y eso que aún no me despedía de Sebastián, él estaba despidiéndose de Adela y Andrea.

- Los extrañaré – dije en un susurro. — ¿Se los dirás? – le pregunté refiriéndome al embarazo de Nath.

- Esa es la idea, quiero decírselos cuando lleguemos al hotel.

- Ten un buen viaje – y lo volví a abrazar.

"Ultima llamada para el vuelo 51230 con destino a Madrid, España."

- Debo irme, te dejo despedirte de tu Romeo – dijo Simón casi riendo, me dio un último abrazo y se fue.

Solo ver a Sebastián parado frente a mí con una maleta me basto para que rompiera en llanto otra vez.

- Cuidate mucho – dije dándole un abrazo. Sebastián se había despedido de los niños en la casa, era mejor así, y ellos ahora estaban con papá. – Vamos a extrañarte mucho.

- Los amo, cualquier cosa me llamas ¿si? No importa la diferencia de horarios– Todo estábamos hablando en el oído, ya que yo no dejaba que se separara de mí, creo que el abrazo de Nath y Simón se quedó corto con el abrazo que yo le di a Sebastián. – Te llamo cuando llegue – dijo separándose, y vi que su sudadera estaba empapada por mis lágrimas, y sus ojos estaban brillosos por las lágrimas contenidas.

- Sebas, odio hacerles esto, pero ya es hora de irnos – dijo Roberto y nosotros solo asentimos, nos besamos, aquel beso demostraba todo lo que sentíamos en ese momento, y nos hacía saber lo mucho que nos íbamos a extrañar.

- Llámame cuando llegues, por favor. Te amo.

- Te amo – dijo y me dio un ultimo beso, me regaló una sonrisa y se dio la vuelta para empezar a caminar, yo ahí me rompí el doble.

No sé si alguna vez se han tenido que despedir de alguien, pero era horrible. Sebastián era mi mitad y la otra lo eran mis hijos, ellos me hacía sentir completa y feliz, si uno de ellos faltaba, me sentía totalmente vacía.

- Mi niña, tranquila. Estos cuatro meses pasarán muy rápido. Además, los veremos en navidad, ¿recuerdas? – dijo Adela intentando animarme y la verdad lo logró. Había olvidado completamente de que en tres meses era navidad y aunque no tenía mucha diferencia con los cuatro meses lejos de Sebastián, de alguna manera, me reconfortaba mucho.

Luego de salir del aeropuerto, Nath y yo fuimos por Emma y Thiago a casa de papá, nos quedamos con él un par de horas conversando de la vida. Y luego regresamos a casa y allí pude conversar con ella sobre su embarazo, el cual no estaba nada avanzado, apenas tenía cinco semanas.

- ¿Qué harás ahora que Emma está en la escuela y Thiago entra a la guardería? – preguntó Nath mientras me ayudaba a ponerle el pijama a Thiago.

Tal vez era muy temprano para meterlo a la guardería, pero ya casi tenía dos años y yo había estado pensando en volver a trabajar en la escuela de antes, ya que por el embarazo y las giras, con Sebastián habíamos decidido que sería mejor dejarlo por un tiempo.

- Bueno, he pensado que sería un buen momento para volver a trabajar.

- ¿Para qué? No es por ser materialista, pero tienes todo, no te hace falta nada a ti ni a los niños.

- Bueno... tal vez no, pero quiero hacerlo. Además, no quiero depender de Sebastián, es verdad que no nos hace falta nada, pero si tengo la posibilidad de alguna manera contribuir con los gastos de la casa, comprar no sé, alguna golosina o cualquier cosa, ¿por qué no hacerlo?

- La verdad, yo preferiría quedarme en casa con mis hijos – dijo acariciándose el vientre.

- Yo también prefiero quedarme en casa con ellos, pero decime que haré esas 6horas sin los nenes, ni limpiar la casa puedo porque Sebastián contrató una empleada que me ayude con eso.

- Puede que tengas razón es eso, pero ya verás tú– dijo encogiéndose de hombros. – Tu celular está sonando – me dijo y yo sonreí como tonta al ver que en la pantalla salía "Esposito". Sebastián se había guardado con ese nombre en mi teléfono, ya que el me tenía como "Esposa mía"

- Ahora vuelvo – dije y me levanté para salir de la habitación.

Llamada

- ¡Amoooor! Me tenías preocupada, ¿cómo estuvo el vuelo?

- Esta todo bien amor, llegamos bien. Por cierto, ¿está Nath contigo?

- ¡Qué bueno corazón! Sí, aquí esta, ¿Por qué?

- Acabo de enterarme que está embarazada – dijo feliz. – Simón acaba de contárnoslo, por eso no te llame hasta ahora — suspiró. – Puedes pasarme con ella, los chicos y yo queremos felicitarla.

- Claro, dame un ratito – dije y aparte el teléfono de mi – Nath, los chicos quieren hablar con vos –le pasé el celular, y estuvo hablando con ellos por unos minutos, luego me lo regresó.

Hablamos de tantas cosas, habló con los niños, o lo intentó con Thiago, ya que él al escuchar su voz y no encontrar donde estaba, se puso a llorar. Cuándo se calmó se fue a jugar dejando a Sebastián hablando solo. Luego de que hablara con Emma, habló unos minutos más conmigo, pero lo dejamos porque aquí ya era algo tarde. Nath se fue a su casa a eso de las 23:00hrs y yo como estaba acostumbrada a dormir con alguien a lado, dormí junto a Emma y Thiago, mis dos bebés.

La niñera de Emma | Sebastini ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora