capitulo 12

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Narra Alastor.

Habían transcurrido ya 5 años desde la última vez que la vi, a un recuerdo sus grandes ojos y su largo cabello.

Esa piel blanca como la leche, que con el ligero Rose con la mía tomaba un hermoso rubor en sus mejillas.

Esa pequeña de brillantes ojos me había cautivado, me había enamorado.

No podía sacarla de mi mente, siempre tenía su recuerdo en mis pensamientos.

No sabía que más hacer, el trabajo no ayudaba mucho, solo me distraía por una rato.

Pero mis deseos afrodisíacos me llevaron al límite, ya no sabía que hacer estaba al borde de la locura, la necesitaba a mi lado, y odiaba con toda el alma ver a otras parejas felices, mientras la mía no estaba entre mis brazos.

La necesito junto a mi, nesesito tenerla de vuelta a mi lado, si tuviera a esa personas que se atrevieron a alejarla de mi.

Les arrancaría la garganta y les abriría el pecho dejando que los perros callejeros se coman sus órganos mientras ellos se retuercen de dolor y gritan por clemencia.

No les daré piedad, nunca dejare que la vuelva a alejar de mi lado...

Narrador omnisciente.

Alastor, preso de sus emociones negativas, y su gran rencor a las desconocidas personas que hace tiempo alejaron a su amada de su lado.

Había comenzado a descargar su furia con sus actos amorales, muchos fueron las víctimas que perdieron la vida a manos de el.

La alegría de las personas en Nueva Orleans se volvió terror y desconfianza, los actos de Alastor.

Habían desencadenado un verdadero terror por las calles de Nueva Orleans, las noches ya no eran seguras para nadie.

Cada día un nuevo reporte de las noticias:

" Es triste decir que las calles de Nueva Orleans ya no son seguras, se ha dado la noticia de que se encontró otro cuerpo mutilado, un hombre de 26 años fue la víctima de este cruel asesinato.

Se les recomienda a todos los habitantes de la ciudad evitar salir de noche y mantenerse en la seguridad de sus hogares"

Las mismas noticias se repetían una y otra vez, cada día se encontraba el cuerpo mutilado de una víctima, aveces mujeres y la mayoría son hombres.

Alastor disfrutaba crear ese caos, desde la muerte de su madre, no había encontrado paz, solo tenía a una persona en su mente.

- _____...

Dijo en un susurro mientras miraba al suelo que se encontraba cubierto de la sangre de un pobre chico que desgraciadamente se había topado con el por la noche.

El joven había salido muy tarde de su trabajo, y se encontraba completamente invulnerable, siendo una presa fácil para el castaño de piel trigueña.

Alastor continuo con cortar en pedazos el cuerpo del hombre y a retirar la carne de los huesos de este mismo.

Uno de sus más grandes pecados es el canibalismo, desde que su curiosidad lo llevo a tal grado de amar el sabor de la carne humana, este hábito se volvió una mala adicción.

Provocando que con cada víctima que el asesinaba probará la carne de está misma.

Cruel destino para el pobre joven que se había topado con el.

Alastor solo disfruto de lo que el llamaba manjar, y prosigo con cocinar la carne del joven.

Se dispuso a disfrutar de su platillo, la noche es joven y para el que mejor que celebrar su soledad con un buen trozo de carne humana.

Una vez terminada su cena prosigo a recoger y limpie todo rastro de sangre de la cabaña en la que se encontraba.

Tomo los restos del cuerpo sersenado del joven y continuo con esconder su crimen, esperando que a la mañana siguiente se escuchan sus atroces actos por la radio.

Una vez terminado su tarea de esconder todo rastro de su atroz acto, decidió ir a su casa cerca de la ciudad.

- Está vez fue mejor que la noche anterior, ese chico si que tenía buen sabor.

Dijo entrando a su casa y sonriendo de forma psicópata, la noche era su mejor amiga para cometer tales actos.

Alastor subió a su habitación y fue directo al cuarto de baño, el olor a sangre se implantó en su ropa y por más que lo amara no podía llevarlo puesto al trabajo.

Despues de darse un baños se visto y se a dormir, mañana sería otro día de malas noticias para los habitantes y el sería el primero en disfrutar del terror de estos mismos...

Alastor se despertó con mucho ánimo y prosigo a arreglarse para su trabajo como locutor de radio.

Se vistió como de costumbre, desayuno y salió con una enorme y simpática sonrisa, una sonrisa que disfrazaba a la perfección su gran locura.

Al llegar a la estación de radio fue directo a su puesto de trabajo, en su escritorio se encontraban las noticias que el castaño daría el día de hoy.

Y con mucho entusiasmo dio las noticias, algunas buenas otras regulares y sus favoritas las malas noticias.

Su jornada termino como de costumbre, ese día salió temprano, pero había algo que el no sabía y que probablemente traería un gran cambio a su extravagante estilo de vida.

Esa misma mañana, Nueva Orleans tuvo una visita inesperada, un nuevo visitante llegó a las calles de Nueva Orleans.

- De vuelta a casa...

Dijo una armoniosa voz femenina que miraba la ciudad con una sonrisa desde la ventana de un auto.

- No sabes cuánto te extrañé Alastor...

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Hola mis amores espero y les haya gustado este capítulo.

La mentó mucho la tardanza de la actualización, tuve algunos problemas personales.

Besos.

😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘

TU MI FELICIDAD (ALASTOR X LECTORA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora