Capítulo 15- El verdadero y original combate, reinicia

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—Doblando esa esquina se encuentra nuestro objetivo. ¡Prepárense! —anunció Galner.

Luego de haberse desplazado por varias calles, los chicos se aproximaban a la plaza principal de pueblo Ion.

—Puede parecer extraño lo que voy a decir, pero... —dijo Galner—. No se sí ya lo han notado, pero no se siente otro Greil más que el de aquel monstruo...

—Bueno, considerando que tú ya eres extraño, raro, molesto y algo cabeza hueca, para no decir que lo eres al extremo —dijo Saito—. Lo que acabas decir no me parece para nada
«extraño», bueno, no tanto cómo tú. Tan solo es lo común en ti, señor cabeza hueca.

—Oye, oye, oye, ¿acaso me estás tomando cómo si fuera alguna clase de bicho raro o algo así, maldito enano? —dijo Galner con el ceño fruncido.

El rubio sonrió y dijo:

—Pero sí, tienes razón. No hay otro Greil más que el del cazador en ese lugar.

—Sara, ¿estás segura de que hay alguien más en ese lugar? —preguntó Hogan volteando a ver hacia atrás.

La pelirroja que iba atrás de ellos, se mantuvo inmersa en sus pensamientos y no hizo caso a la pregunta antes hecha.

—¿Sara...? —le dijo una vez más Hogan a la ausente chica de cabello rojizo

Los demás también voltearon hacia atrás esperando que la pelirroja dijera algo. Tampoco respondió al segundo llamado, bueno, no al instante. Tardó unos segundos hasta que la chica logró musitar algunas palabras.

—Él dijo que la energía Greil se podía ocultar...

—¿Él? —inquirió Galner—. Con que él... Así que la persona que nos salvo es un hombre, ¿eh?

—Dijo que la energía Greil puede ser ocultada, aún que... no totalmente... —declaró Sara—. Dijo que hay una manera de disminuirla hasta quedar prácticamente casi indetectable. Pero a pesar de eso siempre quedará una diminuta parte que puede ser sentida.

—En verdad, eso puede ser posible... —se preguntó Galner.

—Entiendo. Si es así... Entonces ahora todo tiene sentido —declaró Saito.

—¿A qué te refieres enano? —inquirió Galner.

—Lo que acaba de decir la capitana me hizo recordar un artículo que leí en un libro hace tiempo —mencionó Saito—. Aquel libro hablaba acerca de los rangos de Escram más poderosos, los cuales son Platino y Diamante.

«—Decía que estos podían disminuir su Greil, hasta el grado de casi desaparecerlo. También mencionaba  de que a pesar de ocultarlo había una manera de ser sentido. Y esta era... según el libro, concentrarse hasta ser capaz de sentir la energía reducida.

«—Claro, pero para eso debías entrenar mucho el control de tu Greil y mejorar la detección. No es algo fácil de lograr. No por nada hablamos de rangos Platino y Diamante, los más fuertes entre los Escram —finalizó Saito ya aproximándose al doblez de la esquina.

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Después de dar la vuelta en la esquina siguieron en línea recta hasta llegar a aquella amplia plaza con edificaciones de todos los tamaños a su alrededor con peculiares tejados azules.

Deteniéndose, miraron a dos personas adelante de ellos. La más cercana les daba la espalda y vestía con un abrigo de cuero, pantalón y botas de color negro.

El Semi-Elfo había quedado en medio de sus dos compañeros. A su lado derecho se encontraba Saito y al lado izquierdo Hogan. La pelirroja estaba atrás de ellos.

Ocre: la travesía de un guerrero enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora