CAP 17. "dire la verdad".

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La semana había pasado tan rápido, Irene se encontraba de camino al jardín de Taeha como todas las mañanas, junto con Seulgi quién siempre los acompañaba, debido a que nunca tenia nada que hacer.

- Finalmente llegó viernes ¿tienes preparado lo que te pondrás esta noche?.

- Cállate, Taeha puede oírte.

- ¿Taeha?.....míralo esta distraído recortando las flores marchitadas.

- Igual, puede oírte. Conoces a Taeha es muy astuto.

- ¿Le tienes miedo a tu hijo?.

- No....solo que no quiero crearle esperanzas.

- Eso no quieres pero el niño vive lleno de esperanzas.

- Esta bien, no empieces.

- Irene...

- Basta, Seulgi.

- Pero...

- ¡Omma!.

- ¿Oh? ¿Taeha? Como corriste tan rápido.

Irene observó sorprendida a su hijo quién estaba parado frente a ella.

- Encontre una mariquita.

- Que bonita....pídele un deseo y dejala ir.

- ¿Puedo pedirle lo que quiera?.

- Claro, si el deseo es de todo corazón se te va cumplir.

- Bien.

El niño cerro los ojos y pidió su deseo.

- ¡Listo! ¡Vuela alto!.

Taeha dejo libre a aquella mariquita.

- ¿Qué le pediste?.

Interroga Seulgi.

- No puedo decirte es un secreto.

- ¿Secreto?.

- Si, tía Seulgi.

- Bueno ¿y a mi me diras que regalo quieres para tu cumpleaños?.

- Omma.....

- ¿Qué sucede?.

- Omma y tía Seulgi, no quiero festejar mi cumpleaños.

- ¿Por qué, Taeha?.

- Si ¿por qué hijo?....

- No quiero pasar otro cumpleaños sin mi papá.

Seulgi giro a ver a Irene quién no supo que decirle.

- Taeha, tu cumpleaños siempre lo festejamos.

- Si, pero no quiero un cumpleaños, mi deseo nunca se cumple.

- ¿Deseo....?.

- Papá nunca esta en mi cumpleaños.

Irene se había quedado muy mal y si para ella era difícil esa situación, aun más sería para un niño como Taeha que no tenía la culpa.

- ¡Entonces no lo festejemos! Vamos al parque de diverciones acuático.

- ¡Si! Me parece una buena idea.

Seulgi intento animar a Taeha y llevarselo aparte para sacarle una sonrisa en todo el camino, mientras Irene iba detrás de ellos y observaba la sonrisa de su hijo y su corazón comenzaba apretarse tanto del dolor.

Cuando Seulgi y Irene dejaron a Taeha, de camino de vuelta a casa, Irene no podía dejar de pensar en las palabras de su hijo.
Seulgi al notar la cara de su amiga intento hablar y ayudarla a olvidar un poco todos sus problemas, ya que la única vez que vio esa expresión en el rostro de Irene fue cuando la conoció.

the only; ♡ (vrene)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora