Mute || Chrisdiel

↣15↢

- ¡Chriiiis!

Erick apretó fuerte a Christopher en su abrazo, lo soltó para estrujar sus mejillas, recibiendo una mirada de molestia por parte del más bajo.

- Sigues igual de adorable que cuando nos conocimos - dijo con una sonrisa.

La voz de Erick había cambiado drásticamente en el año que llevaban conociéndose, también había crecido bastante, no sólo en estatura, sus hombros se habían hecho más amplios y ya no tenía cara de niño.

Aunque seguía siendo el mismo chico infantil de siempre.

- ¿Por qué no me sorprende? - dijo viendo la cabellera rubia de Zabdiel detrás de Christopher - Lindo look para un chico aún más lindo - halagó, dedicándole un guiño, ganándose un ceño fruncido por parte del mudo y una mueca de asco por parte del nuevo rubio.

- Me disgustas - dijo Zabdiel, pasando a su lado, entrando a su casa.

- Me amas - replicó Er, cerrando la puerta.

- No - Zabdiel repitió la misma cara de asco.

- Es cierto, no tengo oportunidad - Erick, hizo una mueca triste - Tú sólo amas a Christopher.

Zabdiel no respondió, notó la mirada de Christopher sobre él, y cómo Erick comenzó a sonreír cada vez más ante el silencio.

- Las clases de teatro te hicieron más raro de lo que ya eres-  comentó Zabdiel, sólo para decir algo.

- Qué brutal cambio de tema.

Los recién llegados se voltearon para ver a Joel, que venía tirando de sus ruedas desde la cocina.

Los cuatro se habían hecho muy unidos desde aquel primer día, hacía casi un año de amistad, solían juntarse cada fin de semana y durante las vacaciones.

Cada uno había ido a una rama distinta del arte, aunque compartían algunas cosas.

Christopher se había concentrado más que nada en la danza, contemporánea, específicamente, y tomaba clases de dibujo, aunque sólo para compartir con Joel, algo que tenía al rizado fascinado.

Erick tomaba clases de saxofón, y había comenzado teatro.

Por su lado, Zabdiel se había centrado en tocar el piano y un taller de composición que habían abierto hace poco.

Los cuatro iban a clases de práctica coral, aunque Christopher sólo iba para escucharlos, tanto Joel como Erick eran muy buenos cantando, Zabdiel no tanto y eso le daba cierta gracia, pero su mejor amigo tenía el gusto en el rap, aunque no iba mucho con la clase.

Podía decir que tenía más amigos, inclusos se llevaban muy bien con el director, aunque no se juntaban mucho para mantener cierto formalismo escolar, aunque Joaquín era tan maduro como ellos la mayoría del tiempo.

Nadie se había metido con Christopher desde que habían entrado, todo el mundo lo trataba tan bien.

Zabdiel estaba feliz por el, había encontrado un punto cálido en el mundo que no trataría de apagar al chico, al contrario, Christopher brillaba todos los días en ese lugar.

Aunque por un lado sentía que eso lo alejaba un poco de Chris, ya no tenía que protegerlo, porque nadie le haría daño, y porque había otras personas que lo protegerían también.

A pesar de eso, el chico seguía a su lado, sentándose junto él en el patio del colegio, acurrucándose contra él cuando Joel ponía una película de miedo para ver, y a veces, durmiendo en sus piernas cuando se tiraba en el patio sólo para no decir nada.

A pesar de todo seguían al lado del otro.