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Joaquín frenó de golpe, marcando las ruedas de su camioneta en el pavimento.

Apenas el vehículo se detuvo, colocó rápidamente el freno de mano y abrió la puerta para correr hacia el frente de la camioneta, donde un tembloroso Christopher se abrazaba a sí mismo aún a mitad de la calle.

El mayor lo abrazó con fuerza, apretándolo contra sí, acomodando la cabeza del chico entre su hombro y cuello para dejarlo llorar.

Sentía su corazón latiendo a mil, asustado por lo que podría pasar.

Pensó en decirle todas las cosas que le cruzaron por la mente, en todos los castigos y palabras bruscas que podría dedicarle por cruzar la calle de esa manera, añadiendo todo lo podría haber pasado después si lo atropellaba.

Pero sabía que ese tipo de cosas no era correcto decirlas, y menos teniendo a Christopher tan sensible, sólo empeoraría.

- Vamos Chris, te llevo a casa - habló con tranquilidad, a pesar de que su corazón latía desenfrenado.

Sintió el chico negar y como se apartaba un poco, terminando en soltar el abrazo, Joaquín bajo la vista hacia los antebrazos que Christopher le mostraba, con la piel enrojecida por los rasguños y donde estos habían insistido más habían cortado la piel y sangraban.

- Oh Chris, tranquilo - lo calmó con una sonrisa, acariciando su cabeza con cariño - Vamos, subamos al auto que te curo.

Joaquín guió a Christopher hasta la camioneta y sentado en el asiento del copiloto tomando el botiquín, limpió primero con agua, luego dejó algodones con agua oxigenada, dio unas vueltas con vendas antes de asegurar todo con cinta hipoalergénica, todo sin dejar de hablarle de forma tranquila con una sonrisa, cosa que logró reconfortar a Christopher un poco.

Una vez listo el vendaje, Joaquín subió al auto, ofreció su celular a Christopher preguntando si recordaba el número de su madre, el cual él mudo marcó sin ningún problema.

El mayor habló tranquilidad y una sonrisa, a pesar de que Christopher pudo escuchar el tono histérico de su madre desde donde estaba, al finalizar la llamada, Joaquín dejó el teléfono en la guantera, quitando el freno de mano, le habló de nuevo.

- Te llevaré a casa, tu madre me dijo que tenías una visita.

Mute || ChrisdielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora