Capítulo 40

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Dejar de ser débil

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Dejar de ser débil

Aún con su cabeza gacha y la bolsa de tela sobre esta,Jane vió un cartel que yacía en el suelo.Leyó la palabra "Matadero" en el mismo.
Cuando ordenaron que se detuvieran,pasaron apenas unos segundos hasta que les quitaron las bolsas de la cabeza.Al fin podían ver algo más que sus manos y pies.
-Tú,allá.Ordenó Paula a Maggie señalando una punta de la sala.-Aquí te quedas tú,nenita.
En esos momentos se ubicaban dentro de una habitación la cual era iluminada por la luz del sol que entraba por una pequeña ventana.
El lugar era horrible,pero tenía sentido si se trataba de un matadero.
Todo indicaba que fue abandonado hacía años atrás.Seguramente al inicio del apocalipsis.
La gama de colores eran de verde oscuro en las paredes y blanco en el techo(aunque el moho oscurecía varias partes de este).
Para aumentar la incomodidad,allí dentro el fuerte aroma,tal como lo definirían Daryl o Abraham,era una verdadera mierda podrida.
La mujer de tez morena ató las piernas de Jane con cinta y luego hizo lo mismo con las de Maggie.Además llevaban atadas las manos y tenían un pañuelo en su boca.
Mientras tanto,la mujer mayor arrastraba el cuerpo de un caminante que encontraron de imprevisto en el pasillo izquierdo.
Definitivamente ese no era el hogar de Los Salvadores ni por casualidad,pensó Jane.
-Se preguntarán si hay alguna forma de salir de esto.Habló Paula.-Pues lamento mucho decir que no la hay...Bueno,mentira.No lo lamento en absoluto.Jane comenzó a reírse al instante.-¿Qué te sucede?.Le sacó el pañuelo.-¡¿Qué?!
-Nada.Solo que ya estuvimos secuestradas una vez.Miró a Maggie que a diferencia suya,se mantuvo seria y en silencio.-¿Lo recuerdas?.Reía a carcajadas.-La verdad me caía mejor Merle antes que ustedes.Pero eso seguro porque era mi tío...Lástima que se murió en un abrir y cerrar de ojos.
Se oyeron unos disparos pertenecientes a otra habitación.-¡Paula,necesitamos ayuda!
La colorada miró a ambas con aquel destello amenazante que tanto la caracterizaba desde que la conocieron.-Las quiero matar ya.Estoy haciendo el esfuerzo de retener mis ganas.
Intenten algo y verán las consecuencias.Cerró la habitación dando un fuerte e innecesario portazo,dejando a las chicas a solas.
Ni bien abandonó la sala,Maggie comenzó a raspar la cinta que tenía en sus manos con ayuda de un caño.
Jane quería hacer lo mismo pero en lugar de eso,comenzó a jadear.
Cuando el grupo de Salvadores regresó,se encontraron con la adolescente respirando de manera agitada.
Pero le dieron poca importancia ya que estaban a medio escape de una horda de caminantes la cual se aproximaba desde la entrada del matadero.
La última en llegar cerró la puerta antes de que alguno de los hambrientos ingresara a la sala.
Al parecer las cosas iban mal para el grupo.
-¡Jane!.Trataba de hablar Maggie con el pañuelo en su boca.
Los Salvadores seguían discutiendo,dándole poca importancia a las chicas.
-Vamos a dejarlas aquí.¡O moriremos todos!
-Nadie se irá de aquí.
-Esperemos a que se alejen la mayoría de estos malditos.
Y Maggie seguía con el mismo desespero.-¡Jane!...¡Jane!
Paula se hartó de sus gritos.
Fue hacia la chica y le quitó el pañuelo.-¡¿Qué quieres?!
-¡Se está hiperventilando!.Señaló a su compañera con la cabeza.
Por su parte,Jane sentía que su corazón se aceleraba como nunca antes le había sucedido.Si pudiera,ella misma se habría quitado el órgano para dejar de sentir tal dolor punzante.
-Molls.Paula le dio una señal a la mujer mayor,llamada Molly.
Ella puso cara de perro rabioso.-Maldita perra,recién se moría de risa.Le quitó el pañuelo.-Oye,¿qué te pasa,nena?
La mujer de tez morena miraba a Jane con desagrado.-¿Cómo es que sigue con vida después de tanto tiempo?
Molly hablaba como si Jane fuese una niñita del Kinder.-Cariño,si no te matamos nosotros morirás de todas formas.
Poco a poco Jane iba recuperando el aliento.
Fueron uno de los peores momentos de su vida.Sintió un dolor físico que hasta entonces desconocía.
Si el mundo seguiría como antes,ya mismo estaría llamando a su médico para agendar una cita urgente.
Probablemente jugar con su salud no era lo correcto,pero de todas formas aprovechó eso como ayuda para su plan.
Jane lloraba mientras Paula y las demás la juzgaban de arriba a abajo con comentarios despectivos.-¿Por qué eres tan miedosa?,¿te da miedo morir?
Jane seguía sollozando.-No la maten a ella.Ni al bebé.Todos voltearon al unísono hacia Maggie,igual de sorprendidos.
El hombre le habló mientras se acariciaba su brazo en el que había recibido el disparo.-¿Tienes una cosa ahí dentro?...Ni se nota.
-Es que estoy de tres meses.
Paula soltó un chillido.-Qué estúpida.Es el fin del mundo y se te ocurre embarazarte.Maggie se rió ante su comentario.-¿Te causa gracia lo que dije,Virgen María?
-Las mujeres morían dando a luz.Empezó Maggie.Y Jane inmediatamente recordó a Lori.-Siempre pensaban que el mundo se iba a acabar.Pero seguimos vivos así que...
-¿Seguirás viva,Maggie?...Pues yo no lo veo así.Ahora Paula reía.-Igual es tierno.Los niños son el futuro,¿no?.¡Aperitivo pequeño para los muertos vivientes!
-Es una elección.Yo estoy decidiendo por mi futuro y el de mi familia.
-Claro que si...Dijo en tono burlón.
Paula,sin decir más,se dirigió al lado contrario del pasillo en donde los muertos vivientes seguían expectantes desde afuera.
Jane se sentía mucho mejor ya para ese entonces,aunque de pronto le surgían escalofríos.
Peor estaba el hombre al que le había disparado la noche anterior.
El Salvador gemía de dolor y seguía tirado en el piso sin ánimos de querer levantarse.
Algo más llamó la atención de Jane.
Molly tosía fuertemente entre tanto se cubría la boca con un pañuelo blanco en el cual quedaba su propia sangre salpicada.
Habían dos débiles en el grupo,dedujo Jane.
Desde que conoció a Molly siempre la había visto con un cigarrillo en mano.
Allí se encontraba la respuesta al por qué su estado estaba echado a perder.
-El bebé.Habló Jane totalmente indignada por el humo que desprendía de su boca.
Molly rió,dejando al descubierto los pocos dientes que tenía.Eran tan amarillos como un limón.-Corazón,por si no te diste cuenta,ustedes tienen mayores problemas que una fumadora.
-Molls,la niña bipolar tiene razón.Le advirtió la mujer de tez morena.
Desde que cerró la puerta del pasillo no había dejado de apuntarles con su arma a ambas secuestradas.
Molly apagó el cigarro con su pie mientras lanzaba reproches para todos.-Son unos niños de segundo grado.Su tos empeoraba.Parecía que en cualquier momento los pulmones se le saldrían de lugar.
A Jane le ponía los pelos de punta tanto escándalo.-Ese vicio va a matarte.
-Ya lo hizo.Mostró el pañuelo con sangre.-Estamos igual de cagadas,niña.

The Walking Dead: L𝖺 N𝗂ñ𝖺 Q𝗎𝖾 E𝗇𝖿𝗋𝖾𝗇𝗍ó A𝗅 A𝗉𝗈𝖼𝖺𝗅𝗂𝗉𝗌𝗂𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora