EL GUARDAESPALDAS SEGUNDA TEMPORADA💚 (TERMINADA)

Capítulo 4

Durante toda una semana estuve dandole animos a Pete, se veía un poco nervioso y cansado despúes de reunirse con la Doctora Martinez, ella era un poco joven pero había tratado con anterioridad a Pete así que podíamos confiar en ella.

Nos visitaba durante dos horas por la mañana, despúes del desayuno, y luego de eso Pete dormia varias horas. No quería regresar a trabajar por no dejarle solo y estar presente en todo momento durante el proceso.

Al final de la semana, nos reunimos mamá, el doctor y la psiquiatra, para hablar acerca de lo que debía hacer Pete a continuación.

-Pete tiene trastorno dependiente de la personalidad.

Después de esas palabras quedó un silencio entre todos los presentes, un pedazo de corazón se deslizó hasta el suelo. Sabía que la dependencia de Pete no era algo sano, aunque yo realmente no me quejaría, me encanta que me tome en cuenta en todo momento, pero si eso le hace daño entonces todo debía concluir.

-¿Eso es grave?, ¿Esta Segura que eso es lo que él tiene?, -mi madre fue la siguiente en hablar. Yo no sabía que decir.

-La condición de la que les estoy hablando, encaja con el cuadro  psicológico del caso del señor Pete, antes habíamos tratado su depresión después del secuestro, y me temía que esto pasará con sus padres, pero sucedió con el señor Ae, tiene una dependencia emocional que transmite en los casos de depresión y ataques de ansiedad o pánico cuando no se encuentra con usted, el miedo que él tiene es que usted le abandone, y sus inseguridades también son relacionadas a usted señor Ae. Esto proviene de algún trauma severo, como lo ha sufrido.

-¿Que pasa cuando están otras personas presente?, usted vio lo nervioso que se pone con ustedes y mi madre.

-Eso también se puede asociar al trastorno, debido a que nosotros representamos una amenaza para su relación con él. Nos ve como sujetos que ponen en peligro su estabilidad, piensa que podríamos resultar mejor de lo que él es y de esa manera usted podría no estar satisfecho con él y dejarle, me refiero a abandonarlo por que encontró a alguien mejor.

-¿Como puede pensar algo como eso?

-Es algo normal señor Ae, la dependencia del señor es con usted.

-¿Que debemos hacer para que eso no siga avanzando?

-Por ahora debemos seguir con las terapias y le recetar algunos medicamentos, contra la ansiedad y la depresión.

Todos escuchamos la recomendación que estaba haciendo la doctora, pero yo no podía seguir presente, la impotencia de no poder hacer nada por Pete, me mataban.

Las personas en la habitación continuaron conversando una vez que yo estuve fuera, lo último que escuché fue a la doctora decir que si Pete sigue así lo mejor era regresarlo al hospital psiquiátrico.

Me detuve en la puerta con mis manos temblando, los recuerdos de Pete encerrado y sujetado constantemente a una cama para que no se hiciera daño me atormentan.

-Eso no pasará, él no volverá ahí.

-Señor, disculpe por lo que dije, pero puede resultar lo mejor para el señor Pete.

-No, lo mejor para él, es aje este conmigo. Aquí en su casa, en nuestra casa, para que podamos ayudarle.

-Ae, se razonable, si Pete necesita ser llevado para que mejore entonces debemos hacerlo.

Esta vez fue mi madre quien intervino, pero la respuesta en mi corazón era No.

Y la de mi mente flaqueaba a cada paso que me alejaba de la biblioteca. Necesitaba respirar, no podía seguir escuchando como era la condición de Pete, era mi culpa.