Capítulo 5

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Nunca imaginé que nuestra relación pudiera llegar a este momento.

Pete estaba recibiendo terapias con la doctora Martínez, y tomando medicamentos contra la depresión y la ansiedad. Lo que era bueno para él, sin embargo para mí, todo ha resultado tan diferente a como me imaginaba que iba a resultar.

Debido a sus dudas sobre su amor por mi, dormimos en habitaciones separadas. Todas las noches me obligó a mi mismo a estar lejos de él, y me resulta tan difícil. La cama de invitados se siente fría y vacía, y se que él siente los mismo, estuvimos tanto tiempo durmiendo en los brazos del otro que ahora que estoy solo, me doy cuenta que se siente tanto frío sin él.

Pero debo respetar sus decisiones.

La última noche que estuvimos juntos, Pete lloró toda la noche en mis brazos, me imagino que había tomado la decisión en ese momento y por eso era que sentía tan triste, pero yo no sabía acerca de eso, sino lo abria abrazos tan fuertey no soltado jamás, pero a la mañana siguiente durante el desayuno, pidió lo siguiente:

-Ae, debes dormir en otra habitación.

-¿Que?

Deje de comer y puse toda mi atención en la persona que tenía la cabeza agachada con temor a verme.

-Es lo mejor Ae, yo sé que no hemos dormido separados en todo el tiempo que llevamos juntos pero por ahora es la petición que quiero hacerte, por favor, te lo estoy pidiendo solo un tiempo. Cuando haya mejorado y todo se sienta más real entonces volveremos a estar juntos.

En ningún momento levantó la mirada, jamás vio el dolor en mi rostro, ni el sonido de mi corazón al caer al suelo y romperse. ¿Así es como se siente cuando te rechazan?

-Esta bien Pete, si así tu lo quieres.

Debía decirle eso, sino como podría amarlo, si yo no le dejo ser libre.

Después de eso se levanté de la mesa y se fue hasta la biblioteca para esperar a la psiquiatra.

¿Que puedo hacer yo? Debo respetar su decisión y esperar pacientemente, pero el problema estaba en que Pete tendría pesadillas, asi que durante las primeras noches me quedaba en la puerta de habitación sin atreverme a entrar, los sonidos en el interior eran de sus llantos, los sollozos a través de la puerta se escuchaban claramente.

Pero aún con mi corazón roto y mi cuerpo queriendo correr hasta él, no lo hice, me quedé ahí respirando y deseando que la distancia entre nuestros cuerpos desapareciera.

Las noches mias tampoco fueron color de rosa, así que había encontrado un alivio para dormir durante las siguientes noches, el alcohol, bebía mucho para poder sentirme adormecido y poder descansar.

Lo hacía sin que Pete se enterara, no debía demostrarle debilidad, sino fortaleza, yo siempre fui la Roca en que Pete se apoyaba y debía seguir siendo de esa manera, no podía dejarle ver cuanto me afectaba toda la situación, uno de los dos debía mantenerse fuerte, y con el corazón destrozado, tenía una sonrisa para él.

Pero las dos últimas semanas separados su comportamiento conmigo cambió tan bruscamente, como si yo fuera un extraño, salía de la habitación en que yo estaba y si me veía en los pasillos corría como si alguien lo persiguiera, me hacía más daño aún.

No sabía que ocurría con él, pero tampoco es que me diera la oportunidad de hablar le.

El dolor era cada vez más grande y asfixiante, como si alguien atravesará un cuchillo cada vez que lo veía, sentía que me ahogaba, y que el dolor me consumía poco a poco.

Sus medicamentos habían sido agresivos, durante la última semana Pete había dejado de comer conmigo, y pedía que fuera llevado a su habitación, me evitaba en todo momento. Dejo de salir de ahí, se volvió como su fortaleza, y yo me enteraba de su avance por la psiquiatra o por Nana, pero la preocupación en los ojos de la anciana me hacían dudar de si Pete estaba alimentándose bien. Pero no podía hacer nada, mis manos temblaban por toda la situación.

EL GUARDAESPALDAS SEGUNDA TEMPORADA💚 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora