16 Capítulo: "¿Media hora?"

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Salí del baño y me encaminé directo hacia el closet, donde escogí una blusa sin mangas de color gris claro con la frase I don't play nice estampado en grande y con letras negras

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Salí del baño y me encaminé directo hacia el closet, donde escogí una blusa sin mangas de color gris claro con la frase I don't play nice estampado en grande y con letras negras. Unos shorts de jeans azules algo rasgados, y por último unas Vans negras.

Me maquille como lo hacía de costumbre, y mi cabello lo sujeté con una goma en una coleta alta dejando algunos mechones fuera de esta.

No tan a lo lejos se escuchó cómo la bocina del Mini dio dos bocinazos... Vaya, sí que llegó antes. Hoy no habrá desayuno para mí. Tomé mi mochila y bajé las escaleras corriendo, por lo que sin duda algún día de estos me quebraré alguna una pierna, o algo.

Se había convertido en todo un hábito que corriera aunque no tuviera a un Alex detrás de mí queriendo asesinarme.

Al llegar a la entrada, cerrar la puerta y acercarme hasta el auto, me monté en este y eché mi mochila hacia los asientos traseros. Nos saludamos y me coloqué el cinturón de seguridad para después encender la radio, donde la canción Stone Cold de Demi Lovato empezó a sonar a través de los altavoces.

Le subí más el volumen e hice un puño con mi mano fingiendo que este era un micrófono, y empecé a cantar:

Stone cold, stone cold... You see me standing, but I'm dying on the floor —cantaba queriendo imitar su preciosa voz, pero obviamente nunca lo lograría. Ella era única—. Anda, Luce, te toca esta parte a ti —le pasé el, "micrófono" y esta enseguida comenzó a cantar:

Maybe if I don't cry, I won't feel anymore... —cantó—. Ahora juntas.

God knows I tried to feel... Happy for you... Know that I am... —cantábamos al unísono y muy emotivamente.

Sin duda alguna tener una amiga con tu mismo desorden mental... no tiene precio.

[...]

La campana había tocado indicando que este era mi momento de ponerme en acción. Salí de mi clase y me dirigí a la cafetería. Una vez que llegué a dicho lugar me encaminé directo hacia la mesa de la esquina, en la que solo se encontraba el idiota. Oh, genial, ahora mi valentía se irá a la mierda, no podré hablar con él y no sé dónde más puedo encontrarlo.

—Miller, ¿dónde está tu amigo? —le pregunté.

Hablaré con su amigo para saber sus intenciones con mi amiga y, también para dejarle bien en claro que con ella no se juega.

El Idiota, el Odio y yo © |#1| (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora