Sé que me he atrasado mucho con la publicación de este capítulo, pero ya estoy de regreso. Espero que lo disfrutéis y que sepáis perdonarme 🙏🏻
De pronto, todo lo que nos rodea deja de existir... al menos para mí.
Sé que está llorando por otro hombre, sé que está mal por otro chico que no soy yo. Todas estas lágrimas, lamentos y sollozos son causados por otra persona y me siento extraño por ello. Me siento como desubicado.
Cuando vine a Nueva York con el propósito de recuperarla, no me imaginé que acabaría así, consolándola por las heridas causadas por otro. Intento comprenderla y no es nada fácil. ¿Cómo reconfortar a la persona que amas cuando llora por otro que no eres tú? ¿Existe algo más deplorable? ¿Algo más triste o deprimente? La situación me aplasta, me oprime, me asfixia porque no sé cómo manejarla y eso me frustra. No hay ningún manual en la vida que te prepare para estas cosas. Me gustaría saber qué hacer en situaciones así, tener la clave de qué hacer para que toda esta pesadilla termine. Vine aquí preparado para muchas cosas, pero no para esto. No para verla así... por otro, joder.
Quiero decirle algo sensato para que no parezca que todo esto me duele demasiado, pero no encuentro las palabras adecuadas. Supongo que a veces el silencio es la mejor opción, especialmente cuando no encuentras tu propia voz. Esa voz real y sincera que, aunque nace de lo más profundo de tu ser debes ocultar, porque sólo traerá más problemas a los que ya tienes.
Cierro los ojos con fuerza y la aprieto contra mi pecho. Olivia me parece demasiado frágil entre mis brazos. Toda ella tiembla y me duele el corazón con tanta intensidad que contraigo la cara en una mueca, pero ella no puede verme porque tiene su cara hundida en mi pecho y casi que lo agradezco. No quiero que me vea vencido.
Esto es solo un abrazo. Un simple abrazo. Dos cuerpos apretándose para sostenerse, para ayudarse, para encontrar algo de paz en la energía del otro.
Se hace el silencio durante un rato más mientras permanecemos abrazados. Inclino la cabeza hacia abajo e inhalo el olor de su cabello. Tiene un delicioso aroma afrutado y es suave como la seda. Aún recuerdo como las puntas de su cabello me producían cosquillas en mi torso desnudo cuando nos acostamos en aquel hotel tan romántico de París. En ese momento, fui el tipo más feliz del mundo y juro que pensé que tendríamos un futuro juntos. Creí que podríamos regresar a casa y contarles a nuestros padres que estábamos enamorados. Creí que ellos nos comprenderían y nos apoyarían. Bueno, igual al principio no mucho, pero creí firmemente que terminarían por darse cuenta de que éramos almas gemelas. Dos personas destinadas a estar juntas y cuyo amor era más fuerte que todo. Creí que podríamos llevar la vida de dos chicos universitarios normales, de esos que van al cine, sale de fiesta juntos, se besan, se divierten, se pelean de vez en cuando y se reconcilian despojándose de la ropa. Algo totalmente normal. Creí que podríamos de verdad llegar a ser una pareja común, un par de buenos amigos, honestos confidentes, perfectos amantes y por qué no, también marido y mujer.
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Vuelve a mi camino
Romance(LIBRO 3) Han pasado cinco años desde que Tyler, el primer amor de Olivia Dallas, se subió a un coche y despareció literalmente de su vida, esfumándose como si jamás hubiese existido. Todo sucedió de forma tan repentina, que a ella no le dio tiempo...