Noto que alguien rodea mi cintura, me giro rápidamente y adivinen quien es? Arma.
-ME SUELTAS?! Rocío a donnde vamos ahora?-Digo gritando.
-Al centro comercial, a ver si me compro una cosa.-Dice ella.
-Bueno...-Digo.
-Ya se, ya se... Tú estarás en la zona de los libros.-Dice Rocío y yo sonrió como una niña pequeña.
-AUN SIGUES AHÍ?! QUE NO TIENES TRABAJO?-Vuelvo a repetir.
-Estoy asegurándome de la cita...-Dice Arma.
-Que cita?!-Grito y susurro a la vez.
-Tú y yo...
-Vale, en dos días me llamas y ya veremos. Mañana NO! Y no es una cita es una salida de amigos.-Grito mientras salimos por la puerta y Rocío ríe.-Te diviertes eeh.
Llegamos a la puerta del centro comercial y hacemos lo acordado. Ella se va a verse una falda, mientras yo voy a ver libros.
-En terminar me envías un mensaje.-Dice ella corriendo a la tienda.
Me encuentro en las cuatro primeras estanterías del centro comercial.
Podría pasarme horas mirando libros, pero me decanto por uno.
Champion-Marie Lu, parece interesante.
Estoy saliendo de la cola, mientras veo que Rocío sale de una tienda y viene conmigo llevando un par de bolsas.
-Al final has terminado con más ropa de la que te ibas a comprar.
-No hay que perder la costumbre, que libro te has comprado?-Coge el libro y le la parte de detrás.-Buff yo odio leer.
-Ey a donde vamos ahora?-Le pregunto.
-Al parque?-Me pregunta mientras yo asiento, pero noto que yo no tengo mi libro y un hombre sale corriendo delante de mi con él.
-TÚ, DEVUELVEME EL LIBRO LADRÓN!-Corro detrás de él, consigo alcanzarlo y quitarle el libro.
-TÚ, NIÑATA, CALLA LA BOCA O DE AQUÍ NO SALES!-Dice mientras me coge del brazo, va hacia la caja registradora.-ESTO ES UN ATRACO, DAME TODO EL DINERO. TODOS AL SUELO.
-Pero sueltala, nosotras no tenemos nada que ver en vuestros asuntos.-Rocío le da una patada al ladrón y consigue que me suelte. Pero no logramos correr más cuando nos alcanza otro.
-Ey niñas, vosotras dos nos seréis útiles...Para otras cosas.-Nos dice riéndose mientras nos mira de arriba a abajo.
Rocío y yo nos cogemos de las manos.
-Ni lo sueñes y no me mires maleducado!-Le digo.
-Uy y encima con carácter. Me la pido.-Dice mientras los otros cuatro ladrones más ríen.
Me limito a pensar como salir de allí, cuando oigo a Rocío que mr susurra.-Íngrid, antes he llamado a la policía y le he dicho donde se sitúan, van a entrar, tenemos que ganar tiempo.
-OYE TÚ, PORQUE NO COGES LO QUE QUIERES Y TE VAS A LA MIERDA YA?-Digo gritando al de antes.
-A mi no me hablas así muñeca.- Se acerca.
-Dos pasos más y te la cargas...-Dice otro de los ladrones.
-Y TÚ QUE DICES MARICÓN?!-Dice Rocío, mientras se acerca a mi.
Se van acercando poco a poco y oímos un fuerte pitido de coche. Uf salvadas por la campana, los policías entran y nos dan las gracias, mientras que los ladrones miran con cara de venganza, Lucas y Carlos se acercan y nos dan un abrazo.
-Como sabíais que estábamos aquí?-Pregunto, sin parar de mirar a los ladrones.
-No te puedo dejar ni un día sola, te metes en problemas.- Me susurra Lucas.
-Que yo sepa no he sido la causante de ellos. Alaa miraa-Le señalo hacía donde estaba Rocío y Carlos.
-Que no te lo han dicho? Están saliendo, por eso sabíamos donde estabais, cuando vimos en las noticias que había un atraco, Carlos no paraba de dar vueltas a la habitación, porque? No lo supe hasta que me dijo que estabas en el centro comercial... Bueno... estabais. Y vinimos corriendo.-Me contaba Lucas.-Me alegro de que estés bien.
Voy hacia la parejita y les digo.-Con que estáis saliendo... Me alegro por vosotros.
-Jajaja Gracias.-Dicen los dos a la vez.
-EY NENA, CUANDO SALGA YA SABES, TE BUSCARE-Grita uno de los ladrones dentro del coche mientras se iba.
-Le habrá dolido la patada...-Bromeo Rocío.-A donde vamos? Nosotras habíamos pensado ir al parque pero no se... Ey Íngrid deja de leer!
-Tss aguafiestas!-Todos reímos.-Menudo día.
-Como estaban las magdalenas?-Le pregunto Rocío a Lucas.
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Guardándolo en el corazón
SonstigesImaginaba que ese olor solo podía ser de una persona, estaba cerca lo podía sentir, también notaba como sus pasos se acercaban cada vez más y mi cuerpo latía con fuerza. Nuestras risas... Pero ese sentimiento se expandió y ya no sentimos su respira...