03

1.6K 251 31
                                        

— ¿U-un perro?

Las cosas no iban muy bien en esa semana. Jisung se había ganado un castigo por parte de su profesor y un gran regaño por parte de sus padres. A los Han no les hizo nada de gracia el saber que el celular del rubio estaba roto gracias a que fue introducido en un vaso con agua, y como Jisung no podía decirles quien verdaderamente había sido, pues cargó con toda la culpa.

Hyunjin no se sentía nada bien con todo aquello. No estaba ayudando a Jisung para nada. Lo único que estaba consiguiendo era complicarle la vida. Así que avergonzado por sus acciones había salido a la calle en busca de un cachorro que necesitara amor y una familia, cuando lo encontró, con la mejor de las sonrisas y una enorme felicidad, lo llevó a la casa. Incluso se molestó en ponerle nombre.

— Sí, mira que hermoso, le puse Kkami. ¿A qué es precioso?

— No digo que no. Es muy hermoso. Pero Hyunjin no puedo tener un perro aquí. —Le dijo mirando al más alto directamente a los ojos, no quería mirar demasiado al cachorro pues sabía que si lo hacia terminaría cediendo a que se quedara y no quería eso.

Principalmente porque no le agradaba tener animales en la casa, no es como si fuera muy fanático de los perros.

— Estuve pensando y puede que este cachorro te pueda hacer muy feliz. —Lo levantó justo a la vista del rubio, hizo un puchero y los característicos ojos de perrito triste para poder convencerlo.

Jisung los miró a ambos y no pudo decidir cuál de los dos era más tierno. Soltó un suspiro de resignación y se limitó a asentir como si no tuviera otra opción.

— Está bien, se quedará.

Hyunjin dio un saltito de alegría contento. Había deseado tener un perro hace mucho pero lamentablemente no era humano.

Jisung sólo estaba pensando muy preocupado en cuando termine el fin de semana como le ocultaría el perro a sus padres. Por suerte ellos no se encontraban, habían salido de vacaciones dejando a su hijo como todo el responsable que era a cargo de la casa y como todo un muchacho responsable tenía un extraño viviendo con él hacía una semana y ahora tenía una mascota de la que cuidar. De verdad, si contaba lo que le estaba sucediendo, no le creería nadie.

Se quedó recostado al marco de la puerta de su casa observando en el jardín como el perro corría detrás de Hyunjin con la lengua fuera, parecía que estaba cansado y con sed, el ángel aún seguía corriendo intentando "huir" del perro que lo perseguía como si fuera alguien malo. Hwang estaba pensando en enseñarle ese día muchos trucos a Kkami, como él mismo lo llamó. Cansado de tanto correr se tiró al suelo cubierto de pasto y algunas flores pequeñas que crecían ahí de rebeldes. El perro fue hacia el y cuando lo tuvo cerca comenzó a lamerle la cara y ladrar mientras movía su cola contento.

Entonces Jisung se extrañó.

— ¿Hyunjin? —lo llamó.

— ¿Si? —respondió el nombrado dirigiendo su total atención al rubio.

— ¿Cómo es que Kkami puede verte? —estaba comenzando a nacer esa duda—. Que yo sepa nadie, además de mi, puede verte.

— Tienes razón —aseguró el ángel—, pero con los animales es diferente, ellos si pueden verme. —le explicó mientras acariciaba la cabeza del perro de manera delicada.

En sus labios se forma un puchero algo inconforme. Pese a la distancia que tenían, Jisung pudo ver aquel puchero con claridad y no dudó en acercarse al más alto.

— ¿Qué es lo que sucede ahora? —quiso saber mientras se sentaba al lado suyo en el pasto.

— Quiero ir a comprarle comida y juguetes a Kkami.

Jisung asintió entendiendo. Era obvio que el perro necesitaba de ciertas cosas para vivir. Calculaba que les daría tiempo ir al supermercado antes de que se pusiera a llover. Miró al cielo con inseguridad, estaba gris y las nubes cubriendo el sol no parecían querer ayudar a que el clima mejorara. Pero podían ir, la tienda no estaba muy lejos de donde vivía.

— Vamos a ello. —musitó levantándose del suelo con algo de dificultad, como si de verdad fuera un anciano. Hyunjin traía una sonrisa complacida en su rostro.

Entraron a la casa y dejaron a Kkami allí, se irían por unos minutos no le pasaría nada al perro. Jisung tomó un paraguas sólo por si acaso.

Salieron rumbo al lugar ambos chicos, Hyunjin hablaba sobre su nueva mascota tan rápidamente que Jisung no podía entender casi nada de lo que decía, además de que ni muerto le respondería con tantas personas a su alrededor.

El rubio observó por unos momentos a un chico de lejos con algo de inseguridad. No podía ser él. ¿O tal vez si?

A medida que se iban acercando Jisung quedaba más atónito y cada vez más seguro de a quién veía, era él. Era Lee Félix.

Intentó pasar desapercibido pero aquel muchacho con pecas logró reconocerlo al instante.

— Han Jisung, ¡Te extrañé mucho!

Corrió a rodearlo con sus brazos en un fuerte abrazo que duró mucho tiempo. Hyunjin no había visto a aquel chico por la escuela, entonces comenzó a cuestionarse quién podría ser.



STRANGER ★ HYUNSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora