STRANGER ★ HYUNSUNG

07

Tres meses habían pasado desde que habían ido a visitar a Cho y Jisung había conocido su historia. Hyunjin seguía comportándose igual que siempre pero Jisung no. Estaba muy diferente y Hwang lo sentía distante. Intercambiaban conversaciones necesarias nada más y ya no le permitía dormir a su lado. De alguna manera le afectaba todo el distanciamiento que Jisung había impuesto de la noche a la mañana.

Sus alas volvieron a esconderse después que aterrizara en el tejado de esa casa. Esa noche no tenía pensado ir a donde Jisung. Su mejor amiga castaña le aplaudió y le dedicó una dulce sonrisa llena de orgullo.

— Has mejorado muchísimo, Jinnie.

Miyeon le había pedido de favor que intentara volar y así recordar viejos tiempos y observar si el muchacho había mejorado. Recordaba que en el pasado era muy torpe y siempre se estrellaba y terminaba herido y con varias espinas de los árboles clavadas en las alas. Soyeon y Chris lo regañaban mucho, eran muy protectores. Sin ni siquiera notarlo sus ojos se cristalizaron, pero se negó a llorar, ya lo había hecho suficiente.

— ¿Cómo están allá? —preguntó recordando los cálidos abrazos de Soyeon y los excelentes consejos de Chris.

— Hace mucho no los veo. Llevo aquí tres meses pero imagino que estén bien. Aunque todos te extrañan, Shuhua no ha vuelto a ser la misma de siempre.

Miyeon le sonrió y Hyunjin pudo notar  tristeza y arrepentimiento a través de sus ojos.

— Escucha, tal vez puedas volver...

— No, no podré Hyunjin —le tomó las manos y lo miró a los ojos. No estaba nada sorprendida, sabía que Hwang intentaría convencerla pero era imposible—. Son las reglas, ¿las conoces? Decidí renunciar a ser lo que era, un ángel, fui una tonta.

Hyunjin desvió la mirada al suelo invadido por un un gran sentimiento de miedo. Sabía perfectamente que al terminar su misión, volvería al cielo y no volvería a saber más de Miyeon, esa chica que siempre estuvo para él sin importar nada, sacándole una sonrisa. Siempre le defendía de cualquier cosa que pudiera dañarlo. Para Hyunjin, Miyeon siempre fue como una hermana mayor y Cho siempre pensó en Hwang como su hermanito pequeño que debía cuidar de este mundo lleno de peligros.

Un puchero se apoderó de sus labios sintiendo que pronto iba a comenzar a llorar. Miyeon no pudo verlo así y rápidamente lo abrazó dando palmadas en su espalda para lograr calmarlo.

— U-una vez que me vaya no te veré más. No creo poder vivir sin ti —explicó su angustia con dificultad, un nudo en su garganta le impedía vocalizar lo suficientemente bien.

— No pienses en que pasará después. Piensa en que hoy estas aquí conmigo justo como en los viejos tiempos. Se que no me verás más pero también se que estarás cuidando de mi desde el cielo, así como yo estaré cuidando de ti desde aquí abajo.

Hyunjin asintió mirando los ojos de la contraria directamente. Apoyó su rostro en el espacio entre su hombro y la cabeza para tratar de calmarse y alejar los pensamientos malos. Miyeon acarició sus cabellos con sumo cuidado.

— ¿Puedo pedirte algo?

La castaña asintió mirando al cielo.

— Quiero que cuando me vaya cuides a Jisung. No quiero que haga tonterías.

— Prometo cuidar del niño por ti —dijo estirando su dedo meñique para entrelazarlo con el del contrario.

Y siguieron el resto de la noche hablando y pasando un buen tiempo juntos sin saber que Han comenzaba a preocuparse por el paradero del ángel.