STRANGER ★ HYUNSUNG

05

— ¿Por qué no me dijiste nada? —preguntó Seungmin al ver a su amigo al borde de las lágrimas — ¡Podría haberte ayudado! ¡Nunca estuviste sólo!

Por las rellenas mejillas de Han caían cálidas lágrimas, aún dolía recordarlo. Mordía sus labios para aguantar los sollozos. Ese tiempo fue débil. Se sintió como una basura, como un ser totalmente inhumano. Félix lo enseñó a odiarse a si mismo, a sentirse inferior y a renegar de si mismo en reiteradas ocasiones.

Y es que cayó en su estúpida trampa. El rubio era tan confiado y tan ingenuo que nunca se percató de que Félix no era homosexual, es más, nunca se llegó a dar cuenta que el de pecas era un homofóbico que lo único que disfrutaba era de humillar a personas como Han.

Si, una basura total.

Pero el autoestima de Jisung se vio gravemente herido, cambiando su personalidad por completo. Llegando al punto de ser conocido como "el anciano". Creó una gruesa capa de hielo para proteger su corazón herido y se convenció a si mismo de que así sería feliz. Y así vivió por dos años hasta que volvió a reencontrarse con el maldito causante de que su vida se volviera una escoria.

Pero esta vez, no ocurría lo mismo. Él no volvería a sentirse mal. Sus labios se curvaron formando una sonrisa al sentir como Hyunjin posaba su mano en su cabeza, acariciando de manera suave y pausada sus cabellos. Su expresión era de comprensión mientras repetía seguidas veces: "todo estará bien, estoy contigo".

Seguridad fue lo que sintió Jisung. También una hermosa sensación de paz lo invadió y un calor en sus mejillas lo alertó de que estaba sonrojado. Adorable, fue lo que pensó Hwang.

— Decidí no decirte nada porque pensé que tu también te alejarías —. respondió con su mirada fija en el suelo.

Kim negó repetidas veces.

— ¡Jamás te dejaría sólo! Eres mi mejor amigo.

Seungmin y Jisung se fundieron en un gran abrazo que duró más de un minuto. Cuando el rubio estuvo mejor, Kim se fue a su casa no sin antes pedirle perdón cientos de veces por haber hecho que volviera a ver a ese imbécil.

Luego de que Jisung dijera por quinta vez que no pasaba nada, cerró la puerta y dio un gran suspiro de alivio. Se sentía como si le hubieran quitado un peso de encima al confesar finalmente todo.

Ahora el silencio reinaba en la casa. Hwang no había dicho nada al respecto y Han tampoco quería forzarlo. Se sentía avergonzado por haberle contado su pasado. Quizás Hyunjin estaría pensando en lo fácil que es engañarlo y jugar con sus sentimientos como lo hizo Lee.

— ¿Qué es esa cara? —preguntó el ángel al ver el rostro triste y pensativo del rubio—. Ya pasó todo, ya escuchaste a Seungmin. Él está aquí para ti y yo también.

Sus palabras más que sorprenderle, le llegaron al corazón haciendo que sonría con un gran sonrojo. Estos últimos días, a pesar de los diferentes incidentes, se había dado cuenta de que ahora no podía imaginarse viviendo una semana sin Hyunjin. Lograba animarlo y hacerlo sentir especial, esa es su labor de todos modos.

— Ven —le extendió una mano y Jisung la tomó esperando que haría. Hwang comenzó a correr subiendo rápidamente las escaleras, Han sintió que podía tropezar en cualquier momento.

Lo llevó a su habitación donde anteriormente estaban y Jisung se sentó en la cama esperando alguna respuesta para tal reacción. Kkami se subió en sus piernas buscando cariño, cosa que Jisung no le negó.

— ¡Casi me caigo por las escaleras, maldito lo-

— ¡Tengo una idea para hacer que te sientas mejor! —un brillo en los ojos de Hyunjin alertó a Han de que lo siguiente que diría el ángel sería algo muy descabellado—. Pero es una sorpresa.