La Caída De Lobo Nocturno

Escape

Luzu

L:Solo un poco más...

Aproveche que no escuchaba nada desde hace bastante rato, y empuje la puerta con todas mis fuerzas.

Y pude abrirla un poco, pero lo suficiente como para aflojarla, hasta que al final pude abrirla.

Estaba en una cueva, y tal como pensaba, estaba yo solo.

Caminé un poco, y alcanzé a ver la luz del día. Mis piernas y brazos estaban debilitados, mis ojos estaban rojos. Use ese último poquito de fuerza que me quedaba para correr hasta la luz.

Volví a ver la luz del día.

El aire fresco indundo mis pulmones, y me tumbé en el césped. Estaba en una parte de montañas.

Mal momento para descansar

Pude ver a lo lejos a Fargan y Alex, corriendo hacia mi.

La adrenalina me aumento, y lo más rápido que pude, me levanté y corrí a la par que gritaba.

Ojalá alguien me escuche

Vegetta

Acabo de llegar a la cueva donde tengo montadas mis cosas.

De repente, unos gritos desesperados llegaron hasta mi oído, y rápidamente salí a localizarlos.

En un momento estos pararon en seco.

Por suerte estaba en una posición alta, y escuché el último de estos.

Y lo ví

Dos personas, llevando en brazos a otra. Al identificarlos, no dude en preparar mi arco.

Fargan

Al:No queda otra opción.

F:Ya te dije lo que pienso.

Al:No podemos de- Alcanzé a ver como una flecha se clavaba en su espalda.

Miré hacia atrás.

Era Vegetta, el hijo de puta parece Legolas.

La única opción que me queda es cubrirme. Se acerca cada vez más y más. Y esta cabreado.

Preparé la espada. Lastima que no tengo la pistola encima.

Apenas me giré, lo tenía encima. No me dio tiempo, la rata es muy rápida. Me saco la espada. Eso es lo último que recuerdo.