La Caída De Lobo Nocturno

Espiando

Agradecimientos a YinaBri, quién siempre está ahí apoyándome <3

Narra Vegetta

V:¿¡Como que secuestraron a Luzu!?

R:SE CREE Que lo secuestraron. Lo máximo que se sabe es que está desaparecido.

V:¿Y que quieren de Luzu?

R:Solo los secuestradores lo saben.

V:¿Los?

R:Solo son suposiciones.

V:¿No será este un troleito de la hermandad no? No me extrañaría que estés buscándote problemas.

R:Que no hemos sido nosotros.

V:Voy a creerte. Hay que descartar opciones.

Y se me ocurrió una idea: Espiar a la gente para buscar información sobre el paradero de mi amigo. Pero Vegetta no haría eso, si no otra persona.

De Noche

Una vez más, Lobo Nocturno sale con su traje, pero no a robar, sino a intentar ayudar a un amigo.

De verdad que daban ganas de meterse en las casas, pero ese no era mi deber. Mi deber era uno mucho mejor: Espiar a mis amigos, obviamente hasta cierto punto.

Empezé con Auron, que era quien vivía más cerca del pueblo. Me acerqué en silencio a su contruccion, intentando no ser detectado por las torretas. Pude colarme en su consultorio, y posteriormente en su casa.

El estaba ahí, acomodando a su mascota Frederick para irse a acostar. Mis ojos y oídos estaban totalmente centrados en el, observando cada movimiento que hacía, y buscando algún comportamiento raro.

Agradezco que tuviera una parte de su bunker un poco oscura, porque si no ya me hubiera pillado hace rato.

Pero en un momento, abrió una escotilla perfectamente camuflada con el piso, y bajo por ella. La cerro antes de que yo pudiera entrar, y al cabo de unos minutos pude escuchar unos gritos. No se distinguían muy bien, pero estaba seguro de lo que escuchaba.

Luego de aproximadamente una hora, salió del lugar, cerrando todo y yendose a su habitación. Pero eso me dio una oportunidad de entrar y ver lo que había dentro. Apenas abrí la escotilla, baje por las escaleras, y debido a la poca iluminación (Mi máscara no estaba cargada, por eso no tenía visión nocturna) lo único que pude distinguir fueron dos esposas enganchadas a la pared, y una cama.

A:¿¡Quién anda ahí!?

Se escuchó el grito que retumbó por toda la casa, y la persona que estaba en la cama se movió un poco. Así que subí las escaleras lo más rápido que pude, y me encontre cara a cara con Auron.

A:¿Que haces husmeando por aquí, Lobito?

Lo dijo mientras ponía su espada en mi cuello, y tuve que levantar las manos.

V:No tienes agallas para matarme.

A:¿Quién dijo eso? Puedo entregarte.

V:Vamos Auron, déjame ir.

A:¿A que sigas robando? Te perdone en el juicio, pero meterte en mi casa ya es mucho.

Baje una mano lentamente a mi cintura, y mientras lo distraía hablando, active una bomba de humo, que lo cego al instante. Para cuando pudo volver a ver yo ya me encontraba fuera de su casa.

Auron: Principal Sospechoso